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Tenía tantos sentimientos encontrados mientras conducía al consultorio de mi ginecólogo, la emoción sobresalía entre todos aunque también un poco la tristeza porque Harry no estuviera acompañándome para saber el sexo del bebé. Posiblemente en éste momento el debe estar dando entrevistas en Londres, en dos días empezaría su gira.
Bajé del auto un poco impaciente, estaba nerviosa. Las cosas con Niall seguían sin arreglarse, él había viajado a Los Angeles y es allá donde se estaba quedando, al menos hasta donde yo sabía. No me había hablado y tampoco es que yo lo había hecho y eso me estaba matando. Me hubiese gustado que me acompañara, al menos él. Pero no, aquí estoy, sola, caminando al consultorio. Zoe y Nate están muy metidos en sus asuntos, ya no me gusta molestarlos, Zoe me ha estado llamando ya que ya no estaba trabajando más por su embarazo, tenía casi ocho meses y bueno ella si que era una pelota andante, en cambio yo a duras penas se notaba. Mi barriga estaba abultada pero no tanto, tengo 5 meses recién cumplidos y bueno no está tan grande.
— Hola, soy Emma Wilson tengo cita con el Doctor Laster.— Le dije a la secretaria.
Asentí regalándole una sonrisa, caminé a las sillas que me había señalado. Le di un vistazo a la sala y pude ver como había dos chicas (adolescentes) junto a su madre quien estaba embarazada. Ellas se quedaron observándome por un momento luego comenzaron a cotillear entre ellas. Mi celular comenzó a vibrar en mi bolso, así que lo saqué para poder contestar.
— ¿Hola?— Pregunté ya que no había visto quien me llamaba.
— ¡Emma! ¿Dónde estás? Dime que no has entrado aún al consultorio.— Mis ojos casi se salen de órbita cuando escuché su voz. Era Niall.
— Yo... Eh... si, digo no, estoy esperando, ¿qué pasa?
— Okay, adiós.— Colgó.
Fruncí el ceño, ¿Qué había sido eso?
Dejé mi celular en el bolsillo delantero de mi sudadera. Sentí la mirada de alguien y vi que se trataba de esas chicas raras, bajé la mirada y comencé a jugar con mis dedos, nerviosa. Por un momento había olvidado, que era lo que iba a averiguar hoy. Aunque bueno de cualquier forma sea lo que sea, lo vamos a amar mucho y lo haremos muy feliz. Temo por Harry él de verdad que está emocionado porque el bebé sea niña, y no quiero que si es lo contrario se desilusione. Una sombra se puso en frente de mí, no levanté la mirada pero simplemente por sus bermudas azules y los vellos rubios de sus piernas supe de quien se trataba.
— Hola.— Susurró.
— ¡Niall!— De un brinco salté de mi asiento y lo abracé.— ¿Qué haces aquí?— Pregunté en su cuello aún sin soltarlo.
— Vine a acompañarte, sabía que Harry no iba a poder venir.— Nos separamos.— Lo lamento Em, tuvimos una discusión realmente estupida.
