Arco V: Acercándonos III

52 3 38
                                    


Habíamos terminado de desayunar en casa de mi amiga junto con Clancy, después de escuchar aquel interminable sermón

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

Habíamos terminado de desayunar en casa de mi amiga junto con Clancy, después de escuchar aquel interminable sermón. Durante el desayuno, le contamos a Sarah que estamos juntos.

No podría describiros, aunque quisiera, la cara que puso Sarah cuando se lo contamos. Lo más cercano que puedo de describir su cara es de una mezcla entre asombro, emoción e ilusión. La verdad, me hubiera gustado haberle hecho una foto para no olvidar su cara, cosa que el más arrepentido de no haberlo hecho fue Clancy, jaja.

Me llevó a su habitación y nos quedamos juntos a solas con la puerta abierta, mientras nos besábamos. Sinceramente, parecíamos un par de adolescentes, teniendo en cuenta que somos adultos.

Nuestras lenguas danzaban entre sí junto con nuestros labios húmedos, todavía quedaban restos del aroma del café, que se tomó Clancy en el desayuno. Un sabor amargo y, a la vez, embriagador. Cuando nos separamos por la falta de respiración, continuamos besándonos, mientras Clancy me tumbaba lentamente sobre su cama.

Entonces, sentí de nuevo un pinchazo en mi cabeza, viniéndome nuevas escenas fugazes, donde me mostraban una situación parecida con Clancy en la que estamos ahora, salvo que no recuerdo que lo hiciésemos anteriormente y, mucho menos en un bosque.

Clancy, al sentir que algo no iba bien, se detuvo. 

- ¿Te ocurre algo, (T/N)? - preguntó preocupado. - ¿He hecho algo que te molestara?

- No, no, para nada. Es sólo que de pronto me ha dado dolor de cabeza, nada más. - Le dije de manera tranquilizadora para que no se preocupara.

- ¿Quieres que te traiga alguna pastilla? 

- No, no hace falta. Se me pasará. - Clancy puso cara de no estar muy de acuerdo, pero se le pasó cuando le acaricié su mejilla y le besé en los labios, de una manera dulce y tierna. - Estoy bien, no te preocupes.

Volvimos a juntar nuestros labios, pero fuimos interrumpidos por Sarah, por suerte la puerta está cerrada con el pestillo puesto, no queríamos tener una situación embarazosa.

- (T/N), ¿vas a quedarte a comer? - preguntó al otro lado de la puerta. - Por si tengo que hacer ración de más.

- Sí, - dije mientras le sonreía - pero no me quedaré a cenar.

- Vale. - Pude escuchar cómo bajaba por las escaleras.

- ¿No vas a quedarte a cenar? - preguntó curioso, al mismo tiempo que me abrazaba en la cama.

- Me encantaría, pero tengo que revisar el inventario para mandar a pedir y tener las despensas llenas para volver a trabajar.

- Ahora que lo mencionas, no sé en qué trabajas.

- Trabajo de pastelera, pero debido a la depresión tuve que cerrar por un tiempo.

- ¿Y dónde trabajas?

Tú eres mi LuzWo Geschichten leben. Entdecke jetzt