Tú eres mi Luz

Arco III: Investigando I

Aquí os dejo la canción del anime GIVEN, Fuyu no hanashi. Recomendadísima el anime.

A la mañana siguiente, el despertador me despertó. Levantándome del suelo para apagarlo, recogí y guardé en uno de los cajones de mi mesilla de noche, los restos del disco duro. Son las 8 de la mañana, así que fuí al baño y al terminar, me fuí directa a la cocina a preparar el desayuno.

Después de lo de ayer, me apetecía unas tortitas para desayunar con el café para levantar el ánimo, tanto la mía como el de Clancy. Sólo espero que se levante cuando le llame.

Preparé la masa de las tortitas, las hice en una sartén y las coloqué en una pequeña torre de 4 pisos en cada plato. Las puse en la mesa del comedor junto con el bote de sirope de arce, preparé el café y subí hacia la habitación de Clancy.

- Clancy, despierta. He hecho tortitas para desayunar. - Dije al mismo tiempo que llamaba a su puerta.

- Ya voy. - Por su voz, se estará remoloneando. Por suerte, escuché sus pasos y abrió la puerta. Me sorprendió que tenga unas ojeras tan marcadas si se encierra en su cuarto justo antes de cenar. - ¿Dijiste tortitas? - Dijo mientras se estaba frotando los ojos.

- Sí y también he hecho café, así que baja antes de que se enfríen. - Dije con la mejor sonrisa que pude hacer.

- Vale, voy un momento al baño y bajo.

- No te olvides de lavarte las manos. - Le chinché un poco para que cambiase un poco su ánimo.

- ¡Qué sí, pesada! - Tras ello, se metió al baño.

Al pasar unos minutos, finalmente bajó. Por suerte no se habían enfriado y acababa de hacer el café. Nos tomamos el desayuno tranquilamente sin decirnos nada; la verdad es que no sabía que contarle, después de escuchar la grabación de su entrevista con (T/N) y aún me pregunto dónde lo hizo. Sin duda, tengo que hablar con (T/N) y preguntarle, por lo menos, qué recuerda después de despertar del coma o alguna pista de "algo".

Me fijé que mi hermano se tomaba el desayuno y miraba su móvil con la mirada perdida, cómo si estuviese y, al mismo tiempo, no estuviera aquí. Tenía que romper el hielo de algún modo. Tenía que preguntarle qué le pasó, así que respiré profundo y le eché valor.

- Clancy. - Desvió su mirada hacia la mía, desinteresado. - ¿Podemos hablar sobre lo que te pasó, justo después de que se destruyese tu simulador?

- No quiero hablar del tema.

- No quieres hablar o no quieres decirmelo. - Cruzamos nuestras miradas. No me gusta la actitud de mi hermano cuando se pone así, me irrita y, a la vez, me entristeze.

Clancy se levantó de su sitio, dirigiéndose a su cuarto, pero le detuve. - Suéltame. - Dijo con una voz cansada.

- Clancy, no es bueno guardarse las cosas por dentro, es mejor sacarlas. No sé lo que te pasó, no sé lo que te carcome por dentro, pero una cosa estoy segura.

- ¿El qué?

- Estas enamorado de (T/N), ¿verdad?

Clancy puso los ojos como platos y se puso pálido. ¡Bingo!

- ¿Qué te hace pensar en eso? Acabamos de conocernos. -Comenzó a sudar y desvió su mirada.

- Es posible, pero también lo conociste de antes, ¿verdad? - Clancy no dijo nada. - La conociste tras el incidente y, durante el coma de (T/N). - Clancy se zafó de mi agarre y me miró temeroso y nervioso.

- No digas tonterías, cómo voy a conocerla en su estado y yo en otra dimensión. Es absurdo.

Empezó a subir por las escaleras, cuando se detuvo de golpe al decirle una frase conocida para él.

- "Tú quédate aquí y ahora".

Giró su cabeza hasta contemplar su rostro horrorizado. Puede que me haya pasado, puede que esté siendo egoísta, pero quiero ayudarle y para ello, me lo tiene que contar todo.

- ¿Cómo lo has......?

- ¿Qué cómo lo sé? Encontré tu grabadora de podcast en Charlotte. Lo escuché todo. - Me acerqué poco a poco a mi hermano.

- ¿Todo? - Él en cambio se alejaba más de mí. Pude ver cómo se le empañaron sus ojos verdosos como los míos.

- Sí, incluso tu entrevista con...........(T/N). - Clancy al llegar al último escalón se tropezó, cayendo hacia atrás. Me asusté al verle caer, acudí en su ayuda. Pero, por desgracia, desvió mi mano de un manotazo. Ahora su mirada reflejaba ira y tristeza.

- ¿Cómo has podido? ¿Por qué cojones lo hiciste? No tienes derecho.

- Derecho, eres tú el que no me cuentas nada y me lo prometiste, pero decidiste encerrarte en tu cuarto, escapando de la realidad como lo hacías con el simulador. Sólo intento ayudarte.

- Pues no me ayudas en absoluto. Estoy harto de que siempre estés pendiente de mí.

- Porque me preocupo por tí.

- No, lo único que haces es ser cómo ella, pero no lo eres.

- ¿A qué te refieres? - No me está gustando a cómo se está dirigiendo esta discusión.

- A que no ERES MI MADRE. - Al soltarlo, Clancy se llevó la mano a su boca. Unas lágrimas comenzaron a caer sobre mis mejillas, mientras mi hermano se volvió a encerrar en su cuarto. Antes de encerrarse, pude fijarme que él también comenzó a llorar, tras darse cuenta de sus palabras. Unas palabras que no sólo me dañaron a mí, sino también a él.

Me dirigí, rápidamente, a su puerta. Llamándolo a golpes y diciéndole su nombre con mi voz entrecortada, debido a mi llanto. Pero el no me respondía, joder. ¿Por qué coño tiene que tener pestillos en cada puerta de las habitaciones.

Mientras tanto, Clancy se encontraba acurrucado en su cama llorando desconsoladamente con los oídos tapados por sus manos para evitar escuchar los llamados de su hermana.

- Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, los siento...........

Después de un largo rato llamándole, me rendí y fui al cuarto de baño a lavarme la cara para despejarme.

Abrí el grifo del lavabo, llené mis manos de agua y me las llevé a mi cara. Me sequé con la toalla y contemplé el reflejo de mi rostro del espejo del baño. Ambos tenemos la misma tez, los mismos ojos, lo único que nos diferenciamos es en el color del pelo.

Puede que ese sea el motivo de su resentimiento hacia mí.

A que soy el vivo retrato de nuestra madre.