XXVI

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Los días habían pasado, Emma y Harry no habían vuelto a hablar salvo por las veces que Emma visitaba a James, aunque la mayoría de las veces prefería no quedarse en la casa ya que le dolía las miradas de odio que Harry le lanzaba o la manera tan seca con la que le hablaba. Harry se había hecho la prueba de paternidad, la cual salió positiva, claramente. Emma sabía que ese sería el resultado, ya que las ideas que Harry se estaba haciendo en su cabeza no eran correctas. El cumpleaños de Emma había llegado y no se sentía para nada emocionada por su día, como un intento de animarla Zoe y Nate planearon una pequeña cena en su casa, no dejarían que su amiga pasara desapercibido un día especial.

Un día antes, Emma y Niall en el café.

Después de tanto insistir al fin Emma había aceptado salir a hablar con Niall sobre lo que había pasado. Él se sentía tan culpable de todo, amaba a Liz y Emma era su mejor amiga, la amaba, como a una amiga, no quería que su amistad terminara por un arranque que le había dado. Ese día el ni siquiera supo porque había hecho eso, tal vez por el momento de debilidad en el que se encontraba, no lo sabe, pero lo que si sabe es que no debió pasar, no quiere que su bonita amistad con Emma termine.

— Hola.— Susurró Emma acercándose a la mesa un poco apartada en la que se encontraba él. Niall la observó detenidamente, leggings y hoodie extra large, gafas oscuras, de seguro ocultando unas grandes ojeras. Las cosas no iban bien, la conocía a la perfección.

— Hola, te he pedido un cappuccino.

— Gracias.

— ¿Cómo estás?— Pregunta Niall cortando el silencio incómodo que se había formado en el que solamente intercambiaban miradas.

La chica suspira antes de hablar.— Como la mierda.

— Liz y yo hemos vuelto.— Soltó de la nada él. Emma levantó su mirada de la mesa para ponerla en él.

— Me alegro de verdad.— Un intento de sonrisa apareció en su rostro.

— Emma lo lamento, de verdad lo siento tanto, no sé que me paso, yo... no lo sé, estaba triste, todo fue un accidente y no sé porque reaccioné así, yo no quiero que nuestra amistad termine o se arruine por esto.— Tomó su mano por encima de la mesa.— Amo a Liz, estaba dolido por ella...— Suspiró.— No sé que me ha pasado, pero lo que si sé es que no quiero que nuestra amistad termine, no quiero perderte Em, te has vuelto indispensable en mi vida, te necesito en ella.

Emma se quedó meditando por unos segundos lo que su amigo le había dicho, tenía razón, había sido un error, también había sido su culpa al no separarse de inmediato de él, ambos tenían la culpa. Necesitaba a Niall ahora más que nunca, él también era indispensable en su vida, no quería perderlo.

— Está bien.— Dijo por fin ella, Niall reprimió un suspiro de alivio.— Creo que fue culpa de ambos, solo que no vuelva a pasar.

— ¿Te puedo abrazar?— Pregunta temeroso, Emma suelta una carcajada ya que la última vez que le dijo eso no salió muy bien.— No pasará nada, lo prometo.

— Ven aquí.— Abrió sus brazos para que Niall se acercara.

— ¿En serio cree eso?— Niall la miró sorprendida, ambos ya habían salido de la cafetería para comenzar a caminar por las calles de New York.

— Si, me dolió demasiado que desconfiara de esa forma de mí, él no me quiere escuchar, no lo entiendo Niall.— Bajó su mirada cuando sintió una lágrima resbalar por su mejilla.—Yo lo escuché, dejé que me explicara, ¡Le perdoné lo que pasó con Chloe y cuando se besaron!

Still | h.s Where stories live. Discover now