Cuando te volví a ver

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Dia se demoró años en saber en qué zona exactamente de Alemania se encontraba el laboratorio de cierta joven desinteresada en los demás, que al final tuvo que aceptar cada palabra que alguien comentaba diciendo que "siempre tuvo la razón", pero aún así debía admitir que dejando de lado los choques, los insultos, las bromas, los comentarios innecesarios, los momentos donde cantaba para molestarla, el gasto excesivo de dinero a veces, las continuas repeticiones cuando ella se equivocaba, agradecía que Chika la hubiera apoyado durante todo el viaje.

Incluso cuando tuvieron que volver a Japón por distintas razones se alegró al saber que la pelinaranja se había comprometido y al poco tiempo se había casado con You... si bien la joven que amaba las mandarinas había insistido junto con su esposa en dejar de lado la luna de miel para apoyarla en su plan de reunirse de nuevo con Hanamaru, rechazó todas las veces posibles la oferta... su kohai había gastado cinco años completos acompañándola en su búsqueda completamente egoísta... ya era justo que empleara más tiempo en eso.

Recordaba a la perfección todo lo que vivió en Japón cuando Ruby la llamó para asistir a un funeral, la habían despedido de su trabajo, su departamento había desaparecido... tuvo que agradecerle muchas veces a You por recoger sus pertenencias y guardarlas cuando aún estaba en Alemania... como supuso su antigua prometida descubrió que estaba de vuelta pero antes de que pudiera exigir explicaciones ya estaba en un avión con escala a Alemania.

Empezaba a oscurecer y a causa de que recién estaba empezando el invierno Dia... por un momento pensó que tal vez debía regresar donde se hospedaba (gracias a la ayuda de los Watanabe) cuando al fin pudo ver a la distancia un edificio que parecía "abandonado" en el sentido que no había ningún vehículo o persona cerca al lugar pero sabía que eso no era así, mientras caminaba hacia la entrada pudo ver lo que al parecer era una silueta humana... hace poco había recibido cierta noticia por lo cual solo existía una opción de quién era, cuando trató abrir la puerta se percató de que estaba bloqueada así que decidió tocar durante 10 minutos sin recibir respuesta.

-¡Hanamaru-san podrías abrir por favor!-

-¡Sé que estás ahí te vi desde la entrada!-

-¡Escucha solo quiero hablar! ¿okey? Solo quiero hablar, no haré nada más lo prometo-

-¿Podrías al menos dejarme entrar? ¡Hace frío aquí afuera!-

Por cada oración que daba debía esperar más de cinco minutos para confirmar que no recibiría ninguna respuesta mediante el diálogo, así que retrocediendo un poco se percató que la silueta seguía en la misma posición que antes, sabía que con todo el silencio que había en el lugar la peliblanca la escuchó a la perfección, pero estaba más que claro... alguien no deseaba colaborar en lo que tenía planeado ser una pacífica charla donde resolverían sus problemas.

-¡Voy a patear la puerta Hanamaru-san!-

-¡¿Me escuchaste?! ¡Voy romper la puerta!-

-¡Olvídalo!-

Fue lo último que gritó para después patear la puerta con todas sus fuerzas, descubriendo que en realidad... nunca tuvo el seguro puesto si no que se había equivocado al tratar de abrirla, pero eso ya no importaba, decidida y un tanto avergonzada de romper eso entró el lugar esperando alguna señal de interés de la joven, pero tal como supuso de nuevo su única respuesta fue el silencio, así que a paso acelerado empezó a recorrrer las escaleras.... hasta llegar a la habitación donde al encender la luz pudo ver la espalda de la peliblanca.

-¡¿Tanto te costaba decir que estaba abierto?!-

-Deja de gritar...- respondió sin verla-

-¡Disculpa!-

-Eres demasiado ruidosa-

-¡Eso no responde mi pregunta!-

-¡Pasé 40 minutos afuera congelándome y no decías nada!- gritó al sentir de nuevo su silencio-

-No es mi problema que no sepas abrir una puerta-

-¿¡Cuál es tu problema?!-

-Ninguno, ahora lárgate-

-¡Claro que no!- dijo para después suspirar- Escucha vine aquí por dos motivos, uno para hablar contigo y el otro es para cumplir una promesa-

-Te recomiendo que te retires- dijo acomodándose en la ventana-

-¿Podrías mirarme al menos?-

-No eres a quien deseo ver-

Fue lo único que respondió y llegó a decir durante seis meses enteros donde inicialmente la pelinegra iba de visita todos los días, sin importar cuanto hablara, si llevara algo para comer o algún libro para leer la peliblanca nunca la miradaba, nunca dejaba de ver la ventana, sabía al menos que por las noches se duchaba o cosas así porque siempre tenía una ropa distinta a la anterior y sin importar el frío que hubiera nunca fallaba verla con el pelo mejado...  había llamado a Chika cuando se acercaba el séptimo mes en busca de ayuda, sorpresivamente todas sus conocidas llegaron aquella vez.

-Chika yo no...-

-Dia, ella no te va a escuchar a ti, ni a mí, You, Mari, Kanan o a Ruby... si llamé a todo el grupo es porque todas estamos preocupadas- respondió la pelinaranja seria- Yoshiko llevaba más tiempo que tu tratando de contactarse pero nunca contestaba-

Aún recordaba cuando Yoshiko de todas las formas trató que la joven hablara, se moviera, saliera de ese estado, Mari más de una vez trató de charlar, Ruby quizo abrazarla, pero al final nada funcionaba, cuando ya todas estaban en el primer piso arreglándose para irse, al fin vieron a Leah que estuvo recorriendo todo el día el lugar dirigirse directo donde Hanamaru... con el silencio que había más la curiosidad que todas tenían esperaron un tiempo rezonable para después subir al piso donde estaba la peliblanca.

-¿Puedo sentarme Hanamaru?-

-Por supuesto-

-Es una bonita vista... se pueden ver un poco el pueblo que está por las motañas desde acá-

-Ah Sarah le gustaba esta habitación... decía que así aunque durmiera sobre una mesa cuando tenía mucho trabajo sentía que estaba en su apartamento gracias a la vista....- suspira- yo... lamento la muerte de tu hermana-

-Hace años había perdido el contacto con nee-sama... yo.... lamento que nee-sama muriera frente a ti...-

-¿Cómo tú?-

-Durante el funeral.... tenías el rostro de alguien que vio morir a quien más amaba delante de sus ojos-

-Ella.... ella era mi familia...-

Cuando todas escucharon un pequeño sollozo decidieron alejarse de aquel lugar menos Dia... sin importar cuanto rato pasara la pelinegra seguía escondidas entre las sombras cercanas de aquella puerta escuchando un fuerte llanto... fue ahí que lo entendió... nunca podría conseguiría el perdón de Hanamaru... porque nunca entendió cuál fue su verdadero error.

-Discúlpame... no tengo a derecho a estar llorando... tú eres su hermana de sangre no yo-

-Hanamaru eso... eso no importa, en realidad vine a verte porque... quiero saber si puedess ayudarme con algo- suspira- ¿qué tanto sabes y puedes hacer a través de la genética?

-¿Qué necesitas?-

-Bueno... con Ruby.... ya sabes....-

-¿Cuánto tiempo estarán en Alemania?-

-Una semana... ¿por qué?-

-Eso es más que suficiente.... por favor, acompáñame.... no dudo que Sarah se hubiera alegrado al saber que podría ser tía-

Dia se sumergió más en la oscuridad cuando escuchó unos pasos, no tuvo que esperar mucho para ver a una peliblanca salir al fin de esa habitación seguida de la pelimorada.... amargamente sonrió aceptando su nueva realidad.... ser una mera sombra que nunca podrá apoyar a Kunikida Hanamaru cargando su dolor.

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