Capítulo 10: "¡Malditos Mensajes!"

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A pesar de que ella no solía ser muy tímida esta ocasión era algo distinto. Habían estado casi a un paso de tener relaciones, cuando ella era una completa inexperta. Además, se sintió un tanto mal; él no se atrevía a proponerle ser algo más, pero si quería llevarla a la camas (en forma literal). ¿Sería que únicamente la quería para eso?   

–Lo siento, no estoy preparáda – se excusó antes de quitárselo de enzima y con una sensación destrozadora, salió de aquella habitación de una manera discreta.

Maynard no entendió nada de su actitud, había notado los ojos lloroso que ni siquiera se habían atrevido a mirarle antes de salir. ¿Había hecho algo mal? 

–Hey, ¿Qué paso? –Anna prestó toda su atención en ella cuando la vió al borde de las lágrimas–. Ven, vamos a mi cuarto.

Sentádas sobre la cama, la castaña comenzó a relatar lo que había estado a punto de pasar y lo que sintió, cuando la idea de que únicamente la quería para pasar el rato, llego a su cabeza. Su amiga únicamente la escucho y no supó más que decir; realmente no sabía lo que su hermano quería con ella, como para negarle que no era eso.

Y así fue como paso la tarde, ambas chicas tratáron distraerse de aquella posibilidad; mientras que por otro lado el hermano mayor de los Maynard seguía recibiendo aquellos inútiles he idiotas mensajes. ¿Qué no entendía que no le contestaría?, o eso prentendía antes de llegar al limité cuando llego el mensaje número 20:

*Amor, me preocupa que no me contestes, ¿estás bien?*

Conor respondió:

*Estoy bien. Ahora, hazme el enorme favor de ya no mandárme mensajes*

*Pequeño, ¿por qué me respondes así?... ¿Aún sigues enojado*

*Dejáme decirte que sí*

*Oh, vamos. Ambos sabemos que no durarás mucho así.*

Y ahí fue el momento en el que debió de poner un alto, sabía que podía sacarle el lado que estaba enamorado aún de ella. Lo sabía y aún así siguió respondiendo mensajes, sin pensar en el hecho de que podrían herir a Bella. -Pff, tenía contraseña su celular. Obvio que jamás los vería- fue exactamente lo que pensó cuando aquella idea llego a su cabeza.

*¿Cómo estas tan segura?*

*Porque te conozco, se cada uno de tus puntos débiles, y sé que aún me amas*

*No...*

¿Por qué seguía respondiéndole?

*¿Estás seguro?*

No, claro que no estába seguro. Ella lo conocía mejor a  que nadie y la amaba a ella más que a nadie en la vida. Quería tenerla en sus brazos y aunque le doliera su traición, no le importába porque sentía que podían vencer cualquier problema.

*No*

*¿Me extrañas?*

Un suspiró salió por su boca antes de responder. 

*Sí*

*¿Eso quiere decir que aún me amas como yo a ti?*

Su corazón se aceleró. ¿En serio aún seguía amandólo? Y a pesar de que la duda estaba ahí adentro, cayo en la trampa.

*Claro que te sigo amando como a nadie más. Nadie podrá sustituirte*

Ding- dong, el timbre desconcentro a los chicos que se encontrában en la sala de estar viendo el televisor, mientras que Bella le echaba un par de miráditas para verlo mandar mensajes.

–Ve tú –dijeron Jack y Anna a la vez, mientras lo veían.

Sólo recibieron el gesto de voltear lo ojos de su parte y fue de inmediato a atender la puerta, dejando su celular si bloquear por un lado.

-Perfecto- pensó Anna ante, cuando tomó el celular de su hermano de una manera disimulada y le hacia señas a Bella para que fuaran a su cuarto. Ambas subieron al segundo piso corriendo, estában deseosas por saber de qué se tratában aquellos mensajes que tanto habían distraído a Conor como para ignorar por completo a la castaña.  Y justo cuando revisaron el celular, los mensajes aún podían verse. Con curiosidad comenzáron a leer desde el inicio de aquel día.

En un principió, lo que ambas pensaron fue que aquella chica era una atosigadora pesad; más que cuando llegarón al final, los ojos de la castaña se vieron iluminados con una bola en la garganta. Se sintió tan mal y sólo logró permanecer con los ojos muy abiertos , a punto derramar lágrimas antes de escuchar como la puerta se abriá de golpe y Conor desesperado aparecía por ella.

–Anna, ¿por qué has toma... – su miráda se encontró con los ojos llorosos de aquella dulce chica, que tanto quería. Y entonces fue cuando se dió cuenta de lo que había pasado.

–Bella, linda –trató de acercarse, pero ella se alejómás derramando ya un par de lágrimas.

Entonces él pudo sentir como su corazón se movía bruscamente, sintiendo pena. Todo estaba mal por su culpa. Pero no había podído dejar a un lado a Amber, porque aún la quería, porque aún sentía algo cuando pensába en ella.

Él sin saber que hacer, le arrebató su celular a su hermana menor y le dedicó una mirada llena de vergüenza antes de salir por la puerta. sintiendó un dolor interno al verla llorar, y aún más por su culpa.

–¡Malditos Mensajes! –gritó cuando estuvo en su habitación, sintiendo rabia acumulada. Todo se había ido a la basura con su dulce castaña, y eso que ni siquiera tenía pensado retomar una relación con Amber. 

Errónea venganza (Conor Maynard) *Detenida Indefinidamente* Where stories live. Discover now