→ Tori Hānta es la segunda hija del líder de un poderoso y particular clan, ella siempre pensó que nació para convertirse en un Shinobi exepcional que sea capaz de seguir órdenes sin dudar, pero la llegada de personas muy particulares en su vida cam...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
── PRUEBA DE SUPERVIVENCIA ──
Eran las cinco A.M, justo, ni un minuto más ni un segundo menos, a esa hora llegó Tori al lugar acordado, el campo de entrenamiento número siete. Cuando ella llegó ya se encontraban Naruto, Sakura y Sasuke pero no había indicios del Hatake.
La azabache se colocó sobre una las ramas de los tantos árboles que habían, junto con su fiel invocación.
─ Todos parecen tener sueño, Tairu-san ─ habló ella hacia el azulejo emplumado quién asintió sin emitir sonido alguno.
El tiempo pasó y parecía que el Hatake no pensaba llegar o por lo menos hoy no.
─ ¿Tori-chan, porque el pájaro siempre está contigo? ─preguntó Naruto inquieto de tanto esperar a su sensei.
Sakura se giró a verla y Sasuke la miró por el rabillo del ojos por la respuesta que daría.
─ Que curioso, Uzumaki-san ─ sentenció la azabache cambiando de tema, aunque no lo hacia con esa intención, no le importaba lo que ellos pensaran, pero desconocía la evaluación que harían hoy por lo que debería esconder información que le diera ventaja.
Una nube de humo llamó la atención de los cuatro, en ella apreció Kakashi, totalmente relajado.
─ Buenos días... ─ su voz sonaba tranquila al igual que se reflejaba en su expresión.
─¡¡Llegó tarde!! ─ exclamaron Sakura y Naruto al mismo tiempo.
─Lo que se sucede es que un gato negro se me cruzó en el camino así que tuve que tomar el sendero largo ─ se excusó como si fuera lo más normal del mundo llegar varias horas tarde.
─Eso suena poco creíble, Hatake-sensei ─ aclaró la azabache con un asentimiento de dos de sus compañeros.
─Como sea... Vamos a empezar ─ sacó un reloj y lo colocó sobre uno de los cuatro troncos que eran visibles─ Alarma colocada a las doce P.M
Frente a los cuatro genins el sonido de cascabeles chocando entre sí se escuchó fuerte y claro y verlos frentes a ellos, les causó una ligera confusión de para qué servirían.
─ Para pasar su evaluación tienen que quitarme uno de estos cascabeles ─ el tintineo de los cascabeles nuevamente se hizo presente ─ Si no pueden hacerlo, no van a almorzar, los amarrare a uno de esos troncos y me verán comer mi almuerzo
─ Pero solo hay tres cascabeles y nosotros somos cuatro ─ aclaró la pelirosa.
─Al menos uno o dos no podrán tomar un cascabel y regresaran a la academia ─ su sonrisa detrás de su máscara la daba cinismo a sus palabras ─ Pueden usar cualquier tipo de armas, incluso las shurikens. Vengan a mí con intenciones de matarme
