Habían pasado tres meses desde entonces. Para su sorpresa, no podía negar que fue toda una experiencia conocer el lugar, sabiendo que tenía malos recuerdos ahí por el caso de Beyond Birthday.

Quizás era porque Light lo acompañaba, ya que por sí solo jamás hubiera hecho algo así. Él tenía algo que atraía a las personas y comenzó a acostumbrarse a esa rutina hace mucho día sin darse cuenta.

Nunca le interesó salir a divertirse, y al principio fue bastante escéptico con el tema, pero Light era todo lo contrario a L; él vio el momento perfecto para pasarla bien. Aunque también fueran por sus propios caminos ocasionalmente, sin duda fue interesante entretenerse en otras cosas, incluso si jamás lo diría en voz alta.

Pudo conocer nuevos lugares y tomó algunas fotos que sin duda pondría en algún álbum después. L secretamente tenía interés por lo relacionado con lo artístico, desde niño le gustó dibujar, escribir y un poco la música. Solía dedicarse a eso mayormente en sus tiempos libres si no estaba ocupado en sus investigaciones; pero con el tiempo fue olvidándolo.

Le generaba nostalgia conectarse con todo eso de nuevo. No había nada mejor que su trabajo de detective, pero hacer otras cosas era agradable para él.

De cierta forma, el cambio de ambiente les había servido para conectarse más con ellos mismos. Gracias a eso, eran más unidos que antes, no obstante, aún les faltaba mucho para poder ser amigos civilizados que no pelearan al menos una vez a la semana por alguna tontería.

Pero, algo es algo, ¿no?

Por cosas como esas, L cada vez estaba más seguro de haber decidido evitar que Light recuperara sus recuerdos.

Se suponía que debía estar muerto, pero lo que hizo cambió totalmente el rumbo de las cosas.

Aún lo recordaba como si fuera ayer.

Apenas vio a Light gritar al tocar la Death Note, L supo que todo se había acabado. Las personas podían actuar de muchas formas, pero desde hacía mucho sabía que los ojos revelaban la verdad de alguien, y en los del menor solo había una maldad que creyó que no le importaría, pero se encontró haciéndolo.

Él jamás sentía incertidumbre, y en ese instante estaba expuesto.

Todo se le había escapado de las manos.

El miedo se apoderó de él al descubrir que había más libretas y lo que realmente eran capaces de hacer. Ya no podría hacer nada al respecto; Light tenía todo controlado y logró entender que pronto daría el próximo paso y acabaría con L, aunque no supiera a certeza cierta cómo, lo averiguaría dentro de poco.

Sabía que tenía un as bajo la manga: sus herederos. Terminarían con el trabajo que empezó y a Light le aguardaría el mismo destino tarde o temprano, pero hasta entonces lo que vendría seguramente sería espantoso. Las cosas iban a cambiar y mucho.

No tenía por qué preocuparse, tenía confianza en que ganarían en su nombre; pero para su consternación, eso lo dejaba con un enorme vacío.

¿Por qué le molestaba que todo fuera así? 

Con una horrible sensación en el pecho, se dejó llevar por el enojo que le causaba la situación, arrebatándole a Light la Death Note de golpe. Atónito por lo que hizo, se alejó un poco de él, desconfiando en cómo reaccionaría por sus acciones tan repentinas.

Rápidamente supo que no debió hacer eso, pero ya era tarde para arrepentirse.

¿Qué le estaba sucediendo?

Y ciertamente, jamás esperó que Light se quedara en blanco por varios segundos, antes de volver a tener esa mirada inocente en sus ojos. Eso sorprendió a L; supo que tenía que alejar el cuaderno de su alcance o volvería a recordar todo.

Juntos ✧「 Lawlight 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora