Extra #5

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— La Zona —

Debes dejar de ser un cobarde.

JaeMin repitió esa frase una y otra vez en su mente como si fuese un mantra, se convertiría en su mantra aunque cada vez que se asomara hacia el pequeño chino que ocupaba espacio en su sofá cambiara de parecer. Se pegó a la pared nuevamente y suspiró. Debía dejar de ser un cobarde.

Pero es que lo de RenJun se le iba de las manos.

¿Cuántas veces había estado por besarle ya? ¿Tres? Dios, no tenía ni dos semanas cayendo por el chino y estaba a punto de perder la cordura por lo bonita que era su boca. Y su sonrisa. Y sus ojos. Y cada pequeña parte de su cuerpo que encajaba tan bien con él mismo.

Estaba muy jodido.

Sin embargo, debía dejar todo el miedo atrás y finalmente invitar a RenJun a que se sentara en la zona, era una clara exposición a sus sentimientos pero de alguna manera, era eso lo que quería, hacerle saber –aunque creía ya haberlo hecho– de lo que sentía. Y de cuánto quería besarlo, es que era imposible que fuese tan bonito, el menor parecía de mentira.

Tomando una larga respiración atinó a salir por fin de su escondite, le había dicho a RenJun que iría al baño y ya estaba tardando demasiado, en realidad sólo había sido una excusa y lo único que hizo en el baño fue arreglar su pantalón deportivo y su suéter negro, parecía una chica revisando si no tenía nada en los dientes y acomodando su cabello pero no podía evitarlo, a unos metros estaba el chico que quería como novio.

El cual ahora lo observaba con interés luego de haber bajado su teléfono, no sabía si RenJun realmente entendía todo lo que causaba en él. Podía ver uno de sus hombros por la forma en que el suéter de rayas negras y blancas caía por su brazo, dejando ver también parte de su clavícula y si JaeMin no tuviese tanta fuerza de voluntad estaba seguro de que habría besado al menor en el segundo en que estuvo de pie frente a su puerta. Habían dicho algo sobre salir juntos pero JaeMin no había podido por lo que tuvieron algo que pudo llamar en su mente "cita en casa", hablaron durante mucho tiempo y aunque para JaeMin parecía que habían pasado únicamente un par de minutos, estaba seguro que Kun estaría próximo a llegar.

Se dejó caer junto a RenJun y volteó a verlo mientras se tragaba el nerviosismo, era sólo una invitación que sería la clara exposición de sus sentimientos, nada más. Nada más... nada más... ¡con un demonio! Debió practicar más antes de salir. Revolvió su cabello sin poder evitarlo haciendo a RenJun reír, que se acercara para poner su mano derecha sobre su rodilla y la zurda pasara a acomodar los mechones que él había revuelto segundos atrás.

—Desordenaste todo tu cabello –su sonrisa estaba muy cerca, su cuerpo estaba muy cerca y se veía tan bonito distraído en su cabello que JaeMin pudo sentir el brinco que su corazón pegó hasta su garganta cuando no pudo controlar el impulso de besar su mejilla y rodear su cintura, RenJun se sonrojó como siempre ocurría y dejó su mano tímidamente en su cabello cuando se enfocó en ocultarse en su cuello. Su clavícula tan cerca también...

—¿En que lugar te sentarás mañana?

—¿U-Uh? –RenJun susurró con un temblor en su voz que le hizo sonreír, dejó un pequeño besó en su clavícula y levantó su rostro pasando sus pulgares por su cintura encima del suéter.

—En el juego.

—Oh claro –el menor desvió su mirada al suelo antes de volver a su rostro, el tono en sus mejillas a penas bajando —Creo que me sentaré con los chicos en la zona central, de ahí podré ver todo bien –se encogió de hombros pasando sus dedos por su nuca —Me pondré en un lugar visible para que me veas en el momento en que te apoyo –JaeMin sonrió avergonzado y apoyó su cabeza en el sofá.

Los amigos de mi crush. 《JiChen》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora