Lila

757 78 28
                                    

—Yuta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Yuta. —Taeyong y JaeHyun estaban caminando detrás de mí. —Yuta. —Volvió a llamar el mayor.—No entiendo porque estas tan molesto, solo estamos tratando de protegerte.

—No es así, TaeYong.—Detuve mi paso y los mire. —Si así fuera, no me lo hubieran ocultado desde un principio.

—No es como si fuera fácil decirte las cosas. —Ataco JaeHyun.

—¿Entonces ahora es mi culpa?—Espete con amargura.

—Sabes que no nos referimos a eso, Yuta.

—¿Entonces a qué?, dime Taeyong. —Me crucé de brazos, y la molestia cada vez era más notoria. —Dime porque al parecer, a los que llamó mejores amigos creen que soy un estúpido que no comprende nada.

—Bueno, no es como que tu nos contarás todo, cuando rompiste con Sunhee simplemente te cerraste completamente—

—¡Ja! Ustedes no tienen derecho a reclamarme algo. —Los señale de manera acusatoria. —¡Tu vives con tu novia en su motel! ¡Y nunca explicaste el porqué! ¡¿Crees que simplemente me comí el cuento de que es porque se aman?! ¡Yo no naci ayer Taeyong!—El mayor de todos movió sus labios para contestar algo, pero al final, simplemente dio un paso atrás.

—Yuta...

—No JaeHyun, tu ni siquiera te atrevas a hablar. —Interrumpí lo que sea que me fuera a decir. —El hecho de que acepte tu relación con mi hermana, no quiere decir que ignore el hecho de que lo ocultaron por tanto tiempo.

—Antes de que quieran, "preocuparse" por mí, otra vez.— No estaba pensando en mis palabras.—Asegurense de preocuparse por ustedes primer

(...)

Las siguientes semanas  se sintieron en extremo pesadas,  estaba relleno de parciales y trabajos por entregar, y debido a eso, no había tenido tiempo para ir al acuario durante las semanas, cosa que me molestaba un poco, pues me gustaba pasar tiempo allí (Aunque no me pagarán por esos días.)

—¡Llegó por quien tanto lloraban! —Abrí la puerta del acuario, haciendo una entrada magistral.

—El WiFi aún no está funcionando, no se de que hablas. —Contestó Jisung, mientras miraba la pantalla de su celular un tanto preocupado.

—¿No hay WiFi? —Deje mis cosas detrás del mostrador para irme a cambiar de ropa.

—No, el tío Taemin se olvidó de pagar las cuentas. —Asomé mi cabeza desde el cuarto de cambio para escuchar la explicación del menor. —Pero ya ha ido a pagarlo, así que no demoran en reconectarlo. —Asentí y volví a terminar de cambiarme.

—Aveces siento que estamos en la quiebra, y Taemin no los oculta.

—En realidad lo estábamos. —Jisung salió de atrás del mostrador para dejarme el puesto. —Pero desde tu llegada, nuestras visitas han aumentado.

—Y has llegado a esa conclusión... —Nuestra interesante conversación fue interrumpida por  la llegada de un par de estudiantes, no demore en atenderlas y hacer que pasaran.

—Eso. —Señaló a al grupo que acababa de desaparecer entre las peceras. —Ese grupo viene al menos una vez por semana, y no son las únicas.

—Ah, Jisung, si lo dices así es extraño. —Fruncí el ceño un tanto incómodo, haciendo que él levantará sus hombros restándole importancia.
La tarde pasó, y aunque me diera vergüenza admitirlo, Jisung tenía razón. Durante toda la tarde, lo único que recibíamos eran grupos de estudiantes.

—Hyung, ¿Me pasas datos?—El pobre Jisung, había sufrido toda la tarde sin poder jugar, porque aún no teníamos Internet. Así que como todo un buen amigo, debía aprovechar la situación.

—Solo si vas a comprar el almuerzo, escuche que abrieron una pizzería cerca. —Saque dinero de mi billetera y el menor salió del local.

Gran error de mi parte dejar a Jisung encargado del almuerzo, pues al entrar al local, se tropezó con algo inexistente y dejó caer la pizza al suelo, para luego levantarla con la excusa de los 5 segundos.

—Entonces, estuve hablando con Chenle sobre tu situación. —Jisung abrió las latas de refresco y se sentó a mi lado.

—Mi situación... —Repetí sus palabras, mientras asentía. —¿Qué situación?

—Ya sabes, de que te dejaron por ser celoso.

—Nadie me ha dejado.

—Vamos Hyung, es obvio que por eso andas tan pensativo y me has pedido mi opinión. —Afirmó. —Entonces, Chenle me ha dicho que si eres celoso, esa persona nunca va a regresar contigo.

—¿Pero ser celoso no probaría que ella me importa? — Si. Yo siendo todo un universitario, estaba hablando sobre mi desastrosa vida amorosa, con un adolescente que apenas ingresaba a preparatoria.

—No, los celos no son, ni románticos, ni atractivos y mucho menos demuestran algo bueno. —Jisung se veía bastante serio mientras me hablaba. —Debería pasarte el número de Chenle, seguro él te lo explica mejor.

¿Hablar con otro adolescente sobre eso?
No gracias, aún me quedaba algo de dignidad.

—Ese tal Chenle, ¿Es tu único amigo? —Desvíe el tema, tratando de olvidar lo que ya sabía.

—Si, no tengo más amigos. —Contestó sonriendo. Ya saben, sonreír para no llorar.

Parte de mi quería presentarle a JaeMin, y hacer que él lo incluyera en su grupo de amigos. Pero, la última vez que los vi, Jeno llevaba un traje de Peter Pan e intentaba actuar como Michael Jackson.
Jisung ya era algo extraño, y hacerlo juntarse con el grupo de mi hermano, probablemente sería aún peor.
Tener un solo amigo no era tan malo después de todo.

Y pensándolo así, yo tampoco tenía muchos amigos.
En realidad, de nosotros tres, es decir, Haruka, Jaemin y yo.
¡Era el que menos amigos tenía!

¿Sere adoptado?

Vaya sarta de estupideces que pasan por tu cabeza, Yuta.

(...)

Ya luego de camino a casa, no pude para de pensar en las amistades. Hacía un par de  semanas que había peleado con los chicos, no había visto a TaeYong en el campus, y las veces que vi a JaeHyun, era porque estaba esperando por mi hermana. Ninguno estaba realmente dispuesto a hablar, o al menos eso pensaba yo.

—¿Por qué te demoras tanto?, tu trabajo no está tan lejos. —Jung YoonOh, estaba frente a mi casa, junto a un coche que nunca había visto. —Apúrate, que llegaremos tarde. —Camino hacia mí para luego comenzar a empujarme hacia el coche.

—Esto se siente como un secuestro.

—¿Quieres entrar y callarte de una vez? —Abrió la puerta del coche y me volvió a empujar.

Ay, pero cuánto amor. 

Mono no Aware | Nakamoto Yuta|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora