OLD SOUL | Derek Hale.

20

20 | Asesina.

Sentía la dorada luz del sol de la mañana chocar contra mis ojos cerrados. Sentía también delicadas caricias en mis mejillas, pero de un momento a otro ya no las hubo. Tras unos segundos decidí abrir un poco los ojos desconcertada viendo cómo Derek se había dado la vuelta para volver a dormir.

Sonreí un poco y observé su tatuaje un su espalda desnuda. Observé cada músculo marcado en su espalda siendo iluminado por los rayos sol. Alcé mi mano y con las yemas de mis dedos trace las líneas de su tatuaje sobre su piel cálida. Alejé mi mano y salí de la cama. Tomé la camiseta de Derek la cual está en el suelo y me la coloqué cubriendo mi cuerpo en ropa interior.

Me senté en un sillón enfrente a la cama y observé a Derek dormir. Lucia muy tranquilo y por ende yo igual lo estaba.

Trás minutos Derek se movió en la cama y observé como deslizaba su mano buscando la calidez de mi cuerpo, pero yo no está allí. Sonreí con burla y Derek alzó su cabeza confundido buscándome con la mirada. Cuando nuestros ojos se conectaron reí y Derek se dejó caer de espalda otra vez a la cama.

— Pensé que te habías ido...— Murmuró y yo me acerqué a él sentandome encima, dejando mis rodillas a los costados de su desnudó cuerpo.

—¿No me escuchaste?, Creí que lo harías...— Sonreí y acaricié suavemente su cabello despeinado.

Derek me miró y tomó mis caderas.

—No lo hice— Suspiró— Por cierto, te queda bien mi camiseta. Te la regalo, te queda mejor a ti.

—Que amable— Reí y besé su mejilla— Aún así ya planeaba quedarmela.

Derek rió y giró dejándome debajo de él. Colocó sus manos a los costados de mi cabeza y acercó su rostro.

—Lo suponía, ¿Te gustaría seguir lo que terminamos en la noche?.— Preguntó y sin darme tiempo a responder me besó.

»Dios, ¿qué acto bueno hice en mi vida pasada para merecerlo?.«

[...]

El fuerte sonido de la pistola resonó por toda la habitación dejando un eco, algunas personas intentaron escapar pero la chica de melena castaña no se los permito.

Ya algunos cuerpos muertos ensangrentados en el suelo y algunos contra la pared mirando a la chica con miedo, ella prendió un tiroteo a todos ellos. Un sollozó sonó a sus espaldas y ella se dirigió a ése lugar.

Miró la zona y levantó el mantel de una mesa dejando ver a una chica rubia con pequeñas pecas debajo de sus ojos.

—Maia...—La rubia soltó mirando con miedo a la castaña— Pará, deja de hacer esto...No dejes que te controlé, eres más fuerte de lo que él piensa.

Maia miró si sentimiento a la chica y alzó una pistola apuntando a su frente. La chica suspiró con miedo y lloró.

—Soy tu amiga— lloró—Yo te ayude a adaptarte aquí, Soy Wendy...¿Sabes quien soy?...

Maia ladeó la cabeza he hizo una mueca de dolor cuando un ardor nació en su nuca.

— Él dijo que sin testigos...—La fría voz de Argent sonó y un escalofrío recorrió la espalda de la rubia.

Wendy iba a hablar, pero Maia no la dejo. Apretó el gatillo y la pistola disparó hacia la cabeza de su amiga...La rubia cayó al suelo con los ojos abiertos.

Maia bajo el arma y la puerta de el salón se abrió. El señor de rasgos asiático entro con lentitud a el lugar y examinó los cuerpos muertos en el suelo. Llegó a un lado de la chica y suspiró mirándola, ya que está no despejaba la miraba de su amiga.

—Y adiós a número 2...—Kio paso su mano por su cabello— Buen trabajo, pequeña cuatro.

Maia giro y miró a Kio con seriedad.

—Es lo que hacemos.

—Por supuesto que sí— Kio se acercó a Maia— Es lo que debemos hacer...

Kio acaricio la mandíbula de Maia y miró sus labios, el asiático acercó su rostro a Maia para besar sus labios, pero se contuvo y solo beso la comisura.

—Hora de ir a casa, linda...— Habló a lo bajo y giró para caminar a la salida seguido de Maia.

La castaña tenía la mirada pérdida y un pálido rostro serio. Y aunque eso mostrará por fuera solo por qué la estaban manipulando, ella moría por dentro...

La chica Argent estaba conciente de lo que había hecho, los cuerpos de ancianos y niños en el suelo. Y el cómo le había disparado a su amiga...aunque trato en ese entonces detenerse, no pudo.

Ya la había convertido en una arma.

La sangre, los gritos, las suplicas y la lágrimas ya no importaban...eso no era ningún impedimento para llevar a cabo alguna misión. Todos esos recuerdos habían sido ocultos por el subconsciente de Maia pero al parecer se habían liberado cuando despertó del coma.

¿Qué haría con tanto sufrimiento? ¿Podría ella sola sobre llevar aquella situación?.

[...]

El frío invadía el Loft, no había nadie a excepción de una joven chica castaña que se encontraba desnuda en la tina de baño. Abrazaba sus rodillas contra su pecho mientras tenía la mirada pérdida y temblaba ligeramente por el frío.

—We're on easy street...— Cantó a lo bajó son lágrimas en los ojos— And it feel so sweet...—Sollozó y enteró sus uñas en la palma de sus manos— Cause the world is but a treat, When you're on easy street...

La canción se la sabía perfectamente de memoria, trás haberla escuchado casi todos los años que estuvo en Lian Yu. Esa se repetía una y otra vez sin para durante 7 años...Se dejó envolver en su llanto recordando todo lo que había sufrido en a qué lugar.

La habían torturado física y mentalmente. Físicamente ya se encontraba bien...pero mentalmente...ya había muerto.

Igual que el resto...

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