Capitulo 6

223 25 8
                                    

"Los sentimientos no se obligan"

Despertó de golpe, con un sobresalto y su corazón latiendo al cien. El aullido de un lobo, llevaba una semana viviendo en la manada de Adam, y aún no podría acostumbrarse a los aullidos. Quizá era porque extrañaba demasiado su antiguo hogar, su vida. La vida que se le arrebató de la noche a la mañana, y a la cual no puso objeciones, ya que sabía bien cómo funciona el acuerdo de lobos y vampiros, pero todo era tan nuevo para ella.

En la manada no tenía amigos, salvo Adam, su mate, entendía bien lo que significaba ser mates, pero a pesar de una semana conviviendo con él, no podía sentir afecto. Si admitía que se sentía en una paz enorme cuando estaba junto a él, pero su corazón aún rogaba por Arturo.

Ignorando todo pensamiento, se hizo ovillo en la cama y cerró los ojos, agradeció que Adam se cambiara de habitación, pues según él, quería darle su privacidad, solo la primera noche durmieron en la misma habitación. 

No habían pasado ni diez minutos desde que cerró los ojos, cuando unos golpes en la ventana le hicieron abrirlos de nuevo, miró en dirección y pudo ver a Arturo parado en el balcón. 

Se levantó rápido y abrió la ventana.

—¿Qué haces aquí? Es muy tarde, si alguien te ve, tendremos problemas serios, sabes que los vampiros no pueden cruzar el límite sin permiso– le dijo realmente preocupada. 

Arturo la miró a los ojos, tomó su cara entre sus manos y le depositó un beso en los labios. 

—Nos vemos luego de una semana y lo primero que dices es que estaremos en problemas– le dijo y volvió a besar sus labios.

—Sabes que ellos tienen un olfato muy desarrollado, sabrán que estás aquí, Adam duerme a tres habitaciones de aquí– le informó, cuando lo hizo que Arturo sacara una sonrisa. 

—Así que no duermen juntos, eso es un gran punto. Sólo necesitaba verte, volveré otro día– la abrazo fuerte y Dazz le correspondió. 

—Ten mucho cuidado– le dió un pequeño beso y lo dejó ir. Para volver a la cama y tratar de dormir, su encuentro breve le había dado algo de felicidad. 

Adam había despertado desde muy temprano, ahora que había encontrado a su mate, sería cuestión de tiempo para que su padre lo nombrara el nuevo Alfa.

Además de que tendría que recibir a alguien que sería importante a partir de ahora en su vida, su Delta. 

Se encontraba en la oficina junto a su padre, ordenando unos papeles, cuando una muchacha de la servidumbre tocó a su puerta anunciando la llegada de su Delta. 

—Quién lo diría, finalmente, Adam, encontró a su Mate– dijo la joven de la misma edad que Adam, con una sonrisa enorme. 

—Celeste– gritó de emoción Adam, al ver a su mejor amiga, frente a él luego de años de verle —Me alegra tanto verte– le dió un abrazo afectuoso. 

Adam y Celeste, se conocieron por medio de sus padres ya que el padre de ella era el Delta de Jared. Creando así una relación de afecto y hermandad, pero Celeste fue a vivir a la manada vecina, para cumplir con su entrenamiento. 

Luego de ese breve reencuentro Celeste, se dirigió a su actual Alfa. 

—Alfa– saludo con mucho respeto. 

—Por Favor, Celeste, ahora ya no soy el Alfa, en unos días, mi hijo lo será, y será a él a quien le debas tanto respeto– le dijo con una sonrisa afectuoso. —Los dejo, tengo cosas que hacer, y así se ponen al día– salió de la oficina dejándolos solos. 

A Lunas De Ti (Cancelada)Where stories live. Discover now