Capitulo 4

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•Eres mi Mate•

Dazz llegó al pueblo, donde al mirar a toda la gente, se sintió más tranquila, y pudo respirar con calma, tendría que hablar con su madre y preguntar si era posible que una humana fuera mate de un lobo, tenía entendido que eso era imposible, los lobos con los lobos, los vampiros con los vampiros y así. 

Caminó unas calles, mirando al puedo tranquilo, sin niños, solo vampiros a los cuales apreciaba mucho, y ellos a ella. 

Antes de poder llegar a su casa, Arturo se cruzó en su camino. 

—Arturo– dijo feliz de verle y corrió a abrazarlo. 

—Hermosa, ¿Cómo has estado?– le preguntó abrazándola con cariño. 

—Bien, te he extrañado– le dijo, decidió guardarse el encuentro para sí misma, quería preguntar primero a su madre si aquella unión era posible. 

—¿Te parece si nos vemos esta noche?– preguntó con un tono seductor, después de todo hace días que no tenía a Dazz en su cama. 

—No voy a poder, tengo que hablar con mi madre de unas cosas– beso sus labios, y con eso se marchó sin decir más, dejando a Arturo confundido por su actitud. 

Al día siguiente en la mansión del Alfa Jared, toda la servidumbre se encontraba haciendo preparativos para la cena, y es que el Alfa les había pedido que lo hicieran, pues recibieron una visita muy importante. 

Para la mala suerte de Sky, ella no fue notificada, así que al ver todo el ajetreo, no dudo en preguntar y ser tan prepotente como solía serlo con los demás omegas. 

—Se puede saber porque están tan apurados y preparando tanta comida– exigió una respuesta, ser el ama de llaves y no haber sido notificada de aquello le molestaba demasiado. 

—El Alfa Jared nos pidió que hiciéramos una gran cena, ha partido junto al Alfa Adam y los Betas, dicen que esperan una gran visita– dijo una de las señoras, llamada Evelyn, quien se encargaba de los alimentos, Evelyn era mayor y tenía el pelo castaño y ojos oscuros.

—¿Y como porque el Alfa no me informo a mi?– pregunto molesta, cómo era posible que no le dijeran. 

—Quizá porque han salido de urgencia– respondió sin interés, y es que trabajar con Sky era insoportable, siempre iba sintiéndose superior a los demás, solo por ser amiga de Adam. 

—Hay rumores de el Alfa Adam encontró a su Luna, y que es una humana– dijo un Omega de nombre Mauro, quien trabajaba en la casa desde niño, y era unos años mayor que Sky, el era rubio de ojos celeste, muy apuesto.

—Eso es imposible, nunca un humano ha sido mate de un lobo– dijo molesta, pues lo celos empezaron a salir a flote. 

—Tal vez sea verdad– dijo Mauro dejando unas cajas en la mesa. 

Sky lo miró de una manera fea y salió enojada de la cocina, pues estaba celosa y molesta de esos comentarios, Adam no podía encontrar a su mate, la próxima Luna de Luna menguante iba a ser ella, no otra y mucho menos una humana. Sabía bien que Adam no era su mate, pero desde niña estaba enamorada de él y hacía todo para que él la notara y le pidiera ser su Luna. 

Jared y Adam habían llegado al atardecer en presencia de Zack, quien los recibió cordialmente y los invito a tener una plática sobre el tema. 

—Me sorprendió tu carta, Jared– dijo Zack mientras servía vino para sus invitados— la mate de tu hijo, en mi territorio, nunca pensé que una Vampiresa pudiera llegar a ser mate de un lobo– ofreció las copas y tomó asiento frente a ellos. 

—No es una Vampiresa, Líder Zack– habló Adam con cordialidad— es una humana– dijo eso último en un suspiro. 

Zack miró a Adam durante unos segundos, luego bebió de su copa, sabía bien que la única humana en su territorio era su sobrina Dazz. 

—Se a quién te refieres– habló finalmente— Su nombre es Dazz, y ha sido tomada como hija de mi hermana Artemis, desde que era un bebé– hizo una seña para que uno de sus guardias se acercaran.

Adam sonrió internamente, al fin sabía el nombre de su Luna.

—Conoces las reglas Zack, la humana es mate de mi hijo y debe ir con nosotros a la manada hoy mismo– dijo Jared, pues por lo mismo horas atrás había encargado a Evelyn preparar una gran cena.

—Lo sé. Dile a Artemis y a Jonás, que vengan de inmediato, junto con Dazz– le exigió al guardia quien de inmediato salió al ala la casa Devil.

En la segunda casa, Dazz se encontraba junto con su madre, quien le cepillaba el cabello que le llegaba a la cintura. 

—Madre, puedo preguntarte algo– Dazz no había podido preguntar ayer, ya que no sabía cómo hacerlo, pero tenía que, sino viviría con la duda hasta que fuera tarde. 

—Claro, Cariño– su madre le sonrió y siguió peinando su hermosa cabellera rojiza. 

—¿Un Humano puede ser...— pero no puedo terminar de preguntar ya que su padre entró, con la mirada seria a la habitación. 

—Nos quieren en la casa Black, a los tres, ahora– informo a su esposa e hija. 

Los tres se dirigieron a la casa, donde fueron recibidos cordialmente por la servidumbre, entraron a la sala de reuniones donde Dazz, quedó asombrada, el tipo de ayer estaba ahí, así que supo de inmediato que ya era tarde para preguntar si era posible ser mate de un lobo porque sí lo era. 

Luego de una plática donde se les informó a Jonás y Artemis, la situación, empezaron a soltar reclamos ante Zack, pero sabían también que eran un acuerdo, si una pareja destinada era encontrada en el territorio contrario debía irse el mismo día que fueran por ella. 

—Podrás venir a ver a tu padres cuando quieras, y ellos podrán ir a visitarte– le dijo Adam a Dazz quien lo miraba con vista triste y preocupada. 

—Gracias Alfa– dijeron sus padres pues Dazz no respondió. 

Dazz se encaminó junto a los Alfas y su familia, a lo que sería su antiguo hogar, no era posible que eso le estuviera pasando a ella, tenía novio, como le diría a Arturo que ahora era mate del Alfa de Luna Menguante, no quería perderlo, lo amaba, y no sabía si después de eso lo volvería a ver, y tampoco quería alejarse de su familia. 

Entraron a la casa y Dazz subió a hacer sus maletas, tomando sus vestidos y sus joyas y cosas de valor. 

—Dazz– hablo Arturo quien apareció de momento en la habitación de ella. 

—Arturo– habló en un susurro mientras lo abrazaba. 

—Me enteré de la situación pero me niego a dejarte ir, tú tranquila que voy a ir por ti y te sacaré de la casa de esos perros, te lo prometo– dijo sellando la promesa con un beso profundo. 

—Te amo– le dijo Dazz tomando una de sus maletas para avisar a los demás que ya estaba lista. 

Bajó las escaleras y le informo a su padre y su madre, los sirvientes llevaron sus maletas al carruaje en el que partiría. 

—Los amo– dije a sus padres para darles un abrazo. 

—Y nosotros te amamos, Dazz– dijeron ellos dando un fuerte abrazo a su hija, y deseando lo mejor para ella y para su vida en pareja. 

Dazz subió al carruaje junto con Adam y Jared, partiendo rumbo a una vida desconocida, lejos de lo que amaba y conocía pero ahora solo le quedaba afrontar lo ocurrido.

Gracias por leer.

A Lunas De Ti (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora