Vínculos

429 51 16
                                    

Yamato cerró los ojos y las mejillas se le ruborizaron. El simple gesto y no haberle dicho nada al peliplata, significaba que le daba entrada para que continuara e hiciera lo que quisiera. Kakashi bajó lento, pasando suavemente sus manos a través de aquel pecho y abdomen; acarició las heridas de Yamato, que tenía por lo que había sucedido el día anterior, y bajó hasta que llegó a la altura de su miembro. Lo acarició un par de veces de arriba a abajo y comenzó a lamerlo e introducirlo a su boca.

Yamato, nervioso, miraba al peliplata recorrer su cuerpo y en cuanto sintió aquella boca tibia, no pudo evitar soltar un gemido. El placer que sentía sobrepasaba todo lo que había llegado a sentir antes, su cuerpo se retorció entero y su mirada cerrada se elevaba. Dicen que las cosas más placenteras suceden con los ojos cerrados. Yamato estaba en otro lugar, su temperatura se elevaba y cada vez que sentía a Kakashi hacer eso deseaba más.

Kakashi le miraba desde abajo de vez en cuando; para él, ver a su compañero estremecerse era lo que le excitaba y estaba dispuesto a extasiar de placer a Yamato esa mañana hasta donde se lo permitiera.

-Sem...pai... no... puedo más.

No había pasado mucho tiempo desde que Kakashi comenzó a lamer de él, cuando de pronto Yamato llegó a su límite y de su miembro comenzó a salir un líquido blanquecino, Kakashi se detuvo y dejó que su compañero se viniera; dejando su propio pecho lleno de aquel líquido blanco.

Yamato respiraba agitado al dejar salir todo de él, y el peliplata no pudo evitar reír al verle tan extasiado- no puedo creer que tan rápido hayas terminado -pensó Kakashi.

El peliplata se levantó y tomó una toalla pequeña del baño de la habitación y se la lanzó a su compañero para que se limpiara. Yamato estaba bastante apenado y procuró hacerlo rápido, ahora que había vuelto en sí, no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido y cómo es que él y su sempai llegaron a tanto. Se puso de nuevo el pantalón sin poder decir algo y vió que Kakashi se acercaba de nuevo.

El peliplata se acercó la cama y se recostó a un lado suyo. Ambos seguían con el pecho descubierto y Kakashi le abrazó de lado y acercó su rostro al de él- me he quedado con ganas, ¿crees poder ayudarme ahora a mi? -le susurró, al mismo tiempo que tomaba una de sus manos y la arrastró hasta su miembro que estaba completamente duro.

Yamato se asustó al sentir aquel miembro húmedo, el peliplata sabía que su compañero estaba muy nervioso así que él mismo se encargó de guiar sus movimiento de arriba a abajo para que empezara a masajearle.

-Kakashi-san..no sé si pueda...

-Solo hazlo rápido -contestó el peliplata ya exitado al sentir las calidas y suaves manos de Yamato acariciar su miembro. Poco a poco el castaño iba haciendo eso cada vez más rápido y pronto Kakashi dejó de guiarle, así que aprovechó tenía ambas manos libres para tomar de su rostro y besarle profundamente mientras Yamato seguía con aquello. El peliplata usaba su lengua para humedecer más aquello y Yamato torpemente trataba de seguirle el ritmo.

-Pruebame -dijo Kakashi entre besos y la respiración agitada. Yamato sabía que eso significaba que Kakashi quería más, que lamiera de su miembro, pero aún se le hacía una idea muy loca como para poder hacer eso con su superior, y más aún, con el Hokage.

-No puedo... -contestó asustado Yamato, y al al darse cuenta que no podía complacer del todo a quien ya le habia complacido, se sintió mal. Detuvo lo que hacía con su mano y giró su cuerpo hasta quedar mirando boca arriba. Estaba avergonzado y tapó su rostro con uno de sus brazos.

Kakashi sabía que aquello iba a dolerle, pues cuando el miembro de un hombre se exita y no llega a culminar, siente un dolor intenso. Pero no podía forzar a aquel ser tan delicado a hacer algo que no quería. Así que se puso de la misma forma que Yamato y dió un respiro profundo para tranquilizarse. Después de un par de minutos, el peliplata habló ante el silencio de su compañero que aún mantenía su rostro tapado.

-Perdona -habló el peliplata, pero al ver que no obtuvo respuesta alguna, dió un suspiro y continuó- yo sé que todo esto es muy extraño, pero de verdad quiero estar a tu lado Tenzou...

Yamato finalmente se quitó el brazo de encima, tenía los ojos húmedos, trataba de evitar soltar las lágrimas que tenían acumuladas, sus sentimientos por el peliplata no los comprendía del todo, pero también quería estar a lado suyo- es imposible que Kakashi se haya enamorado de mi, no...¿cómo?, y ¿por qué yo? -pensaba Yamato atormentado.

-¿Por qué a mi?... dijo y giró su rostro Yamato para quedar viendo el de su compañero

Kakashi hizo lo mismo- porque tú me escogiste primero -sonrió dulcemente y elevó una de sus manos para acariciar el cabello de Yamato- porque me atrapaste en algún tipo de ninjutsu o algo por el estilo y no puedo sacarte de mi cabeza

-Iruka me contó todo aquella noche y...

-¿Iruka? -interrumpió Kakashi

-Por él sé que en los días durante mis operaciones pasó algo entre nosotros... -dijo Yamato mientras se enderezaba para sentarse, detrás de él Kakashi miraba las heridas que tenía en su espalda y comenzó a recorrerlas suavemente con sus dedos, aún seguía recostado.

-Eras muy diferente

-Es lo que me da miedo, imaginar el tipo de cosas que hice y los problemas que ocasioné

-Un día me acorralaste en tu departamento

Yamato se puso rojo de la cara. No pudo creer lo que Kakashi decía.

-Y te odié durante unos días...pero luego volviste a olvidarte de todo -Kakashi suspiró- y te vi con una chica y comencé a sentirme celoso, como nunca antes créeme.

Yamato volteó para ver a su sempai, solo para asegurarse que lo que escuchaba no era una ilusión de su cabeza y nervioso, miró a Kakashi.

-Pero de alguna forma agradezco que no seas ese antiguo Tenzou, porque siento que ya me tendrías debajo tuyo -dijo Kakashi sonriendo para poner más nervioso a su compañero.

De pronto la manija del cuarto comenzó a hacer ruidos.

-¡Kakashi sempai! -se escuchó una voz que llamaba desde fuera, era Sakura.

Un Nuevo CorazonWhere stories live. Discover now