Secuelas

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Cuando los labios de ambos se juntaron, las lágrimas de Kakashi se detuvieron. Desapareció su tristeza, la incertidumbre y enojo consigo mismo. Lo que pasaba lo había dejado en blanco y paralizado; de pronto sintió como sus labios se separaban y los brazos de Yamato le envolvian. Sintió escalofrio por todo su cuerpo, un terrible frio que detenía su fuerza y que elevaba el latir de su corazón a tal punto que pensó se le saldría del pecho. Nunca se había sentido tan vulnerable, tan incapaz de reaccionar.

Después de unos segundos, Yamato finalmente se levantó y le miró con una sonrisa. Le dijo mucho sin mencionar ni una palabra. En el fondo, Yamato sabía que aquel hombre era esclavo de algo, no sabía que, pero ese sufrimiento tenía que detenerlo de alguna forma. A pesar de que Yamato no conocía del todo al peliplata, desde que le vio por primera vez ese mismo día, sintió una gran conexión. No entendía el por qué le había besado y nunca pensó si fue correcto o no hacerlo, solo se dejó llevar por el instinto de su cuerpo. 

Yamato se retiró, se fue junto con una ligera ráfaga de viento, la cual despertó a Kakashi de aquella parálisis.  No había entendido la situación, se sentía impotente y hasta cierto punto enojado. Aquello había sido como un acto de humillación y más proviniendo de Yamato. Kakashi se había estado dado cuenta de que no era el mismo, de que el Yamato que conoció antes nunca hubiese hecho eso, como si le hubieran cambiado la personalidad y puesto la de un hombre egocéntrico que podía hacer todo lo que se le diera la gana. 

Se levantó del suelo y antes de que empezara a caminar, dio un profundo respiro, como si la gran cantidad de aire que exhalara fuesen todos los pensamientos que tenía en aquel momento, tratando de expulsarlos de su cuerpo. 

Sin darse cuenta, Kakashi había olvidado el por qué se sentía mal y con ello, el objetivo de Yamato se había cumplido; que el ninja que parecía inquebrantable volviera a ser eso mismo, inquebrantable. Esa era la imagen que Yamato tenía de él, así lo había estado observando. 

...

Cuando Yamato llegó al campamento, la gran mayoría ya estaba durmiendo, solo unos cuantos seguían conversando afuera de sus casas de campaña. Vio que Sakura se le acercaba.

-Capitan Yamato, ¿dónde estaba?, pensé que estaría con Kakashi...

-Creo que lo vi en el bosque, supongo tardará

-Bueno -suspiró Sakura- como sea, hemos puesto su casa de campaña al fondo, ahí dormirán usted y Kakashi, así que esté atento a cuando regrese para que le informe, ya la mayoría nos iremos a dormir.

-De acuerdo -sonrió Yamato.

Sakura se retiró y Yamato fue a inspeccionar la casa de campaña, vio que le habían dejado unas cobijas dobladas que se encargó de desdoblar con cuidado. Yamato siempre había sido impecable en todo lo que hacía, trataba de hacer todo lo mejr posible y eso incluso se notaba en su forma de hablar tan formal y cuidadosa, tratando siempre de no hacer sentir mal a nadie.

Cuando terminó de preparar todo, cogió una linterna que también le habían dejado y salió para ver si se encontraba con el peliplata. No quiso buscarle porque pensó que sería un problema si no lo encontrara y tuviese que volver al campamento y darse cuenta que este último ya había llegado. Quería ahorrarse todo eso y mejor se sentó en el terreno donde empezaba el campamento, justo enfrente de donde empezaba el bosque, así podría ver cuando Kakashi saliera de allí.

Un Nuevo CorazonWhere stories live. Discover now