Mute¹ | kookv.

XLII

—¿Sabes que JiMin puede moverse en el agua?— dijo YoonGi.

—¿Cómo un pez?— preguntó JungKook.

El rubio lo miró con el ceño fruncido, y el menor rió.

—Bien, bien, continúa.

—El fin de semana lo acompañé a una sesión de agua-terapia. Tienen una piscina, pequeña, pero profunda, está hecha para personas como Minnie. — su amigo le explicó.— El agua te llega hasta el cuello, pero puedes moverte perfectamente, y ayuda a la columna, que es el problema que tiene JiMin.

JungKook asintió, vio la sonrisa de YoonGi y supo que lo había disfrutado mucho más que solo acompañarlo en su terapia.

—¿Qué hicieron?— preguntó, a lo que su amigo alzó la vista, y tardó unos segundos en caer.

—¡No! No, no, no. — negó, con sus mejillas enrojecidas. — Nosotros no... hicimos eso.

JungKook asintió, con una leve sonrisa.

—¿Y tú y Tae qué?

—Habla dormido. — dijo el pelinegro con una sonrisa, para confusión del mayor. — Creo que nunca te explicamos su mudez... En resumen, TaeHyung no puede hablar o hacer ningún sonido de forma consciente, pero sí lo hace cuando está dormido, sin querer.

YoonGi pensó un momento, para luego asentir.

—Es raro, pero Tae siempre fue especial.

JungKook asintió.

—Y... ¿Eso?

Se miraron en silencio un momento, luego el más alto negó.

—Tampoco. — dijo, bajo. — Igual, pensar en eso se siente raro. Conozco a Tae desde hace años, y una parte de mí lo sigue viendo como el adorable niño que tengo que proteger... Y por más que sea su novio y todo, lo quiero de una forma más amorosa, que sexual.

YoonGi asintió.

—Con JiMin me pasa algo parecido. — concordó. — Somos amigos desde niños, y por el tema de su columna y todo eso... es complicado.

JungKook también asintió.

—En ese sentido, JiMin es especial.

YoonGi sonrió ampliamente.

—Claro que lo es.