Jeon JungKook y Jeon JeongGuk no son sólo hermanos, son gemelos, ambos con personalidades diferentes, pero al mismo tiempo encantadores.
Park JiMin es el nuevo en el vecindario, conoce a sus vecinos, los Jeon, ambos le atraen por sus distintas perso...
El molesto sonido de la llamada entrante fue lo que lo despertó, espero a que quedara en silencio e intentó seguir durmiendo, pero volvieron a llamar, se tapó los oídos con una de las almohadas, pero quien fuera que llamará insistía demasiado, así que de mala gana tomó su celular que para su sorpresa era su madre atendió de inmediato, pero aún somnoliento.
-: ¿Hola?
-: Perdón hijo, se me olvidó lo del horario de allá y de acá.
-: No hay problema, mamá, ¿qué pasó?
-: Pronto te vas a graduar, ¿verdad?
-: Sí, ¿Por qué? ¿A que viene la pregunta?
-: Hijo, necesito que vuelvas a Corea lo más pronto posible.
-: ¿Que...? - eso lo tomo por sorpresa, enserio que volver nunca paso por su mente.
-: Tu padre él... - la voz de la mujer al otro lado se quebró -: Tu padre tiene cáncer de pulmón, esta demasiado avanzado, los médicos no pueden hacer más, JungKook, necesito que vuelvas, él puede morir. - finalizó con un sollozo.
-: Claro, haré las maletas, nos vemos en el aeropuerto.
-: Gracias, espero verte pronto, JungKookie~ adiós.
-:Adiós.
Se tiró a la cama dando un suspiro, había pasado bastante tiempo, pero aún no se sentía listo de volver, además de que la razón sería por la vida del señor Jeon, así que no era la mejor forma de volver.
Cerró los ojos por un momento, si su padre estaba mal lo mejor era terminar ese último año de universidad allá, eso le facilitaría un poco todo.
Se acercó a su armario, tenía mucha más ropa de cuando llegó, tomó la maleta más grande que tenía y empacó todo, absolutamente todo, iría a Oxford y pediría la transferencia a una universidad en Seúl, aquella que esperaba SeokJin encontrará.
Una vez que había hecho todo y compraba el boleto de avión decidió llamarlo, y agradeció mucho que haya contestado de esa forma tan rápida.
-: Hola, Jin.
-: ¡JungKook! Que bueno que me llamas.
-: Sí. Oye, necesito un favor.
-: Claro, dime.
-: Debo regresar a Corea y por cuestiones de salud por parte de mi padre, necesito que busques una buena universidad en Seúl, terminaré mis estudios haya.
-: Ah... tu madre me acaba de llamar, estaba con ella, pero acabo de salir.
-: Bueno, te aviso cuando llegó.
-: Claro, me llamas, buscaré la universidad, adiós JungKook.
-: Adiós.
Dio un suspiro antes de subirse a aquel avión, no quería irse, no quería volver, pero era por el bien de su padre y eso era lo que realmente importaba.
- Adiós, Londres. - susurro para luego entrar al avión.
[...]
El viaje fue algo molesto y largo, a JungKook no le gustaba andar en aviones y mucho menos por tantas horas, pero todo fuera por su padre.
Se bajó del avión, tenía una gran maleta de color negro, además de que a su hombro tenía una mochila del mismo color.
Comenzó a caminar por el aeropuerto en busca de su madre, pero a diferencia de eso vio a SeokJin, quien no venía solo, venía con YuGyeom, el primo de éste.
Con una gran sonrisa, JungKook se acercó ambos brindándoles un abrazo a cada uno.
- Cada vez que te veo te ves diferente, JungKook. - hablo de primero SeokJin.
- Gracias, supongo. - se encogió de hombros - ¿Y mamá?
- La convencí de que se quedara en el hospital con tu padre.
- Ah... gracias, Jin, has sido un gran apoyo para mi familia.
- Lo sé, ahora vamos, tenés que cambiarte.
Los tres caminaron hacia afuera del aeropuerto al auto de SeokJin. JungKook abrazó por los hombros a YuGyeom, ellos dos se habían conocido una vez que éste último fue a ver a su primo, se quedó en Londres dos meses donde conoció bastante bien a JungKook y se volvió uno de sus amigos, aunque desde que SeokJin se había regresado de Londres solo hablaban por videollamada lo hacían seguido.
Una vez afuera, SeokJin apretó un botón en las llaves de su auto, la alarma sonó en un Lamborghini azul, la cara de JungKook era de total asombro.
- ¿Ese es tu auto?
- Sí, ¿Por qué? - cuestionó mientras se ponía unas gafas de sol.
- Es increíble.
- Es mío, obviamente va a ser increíble, ahora súbete niño, debo llevarte a tu antigua casa.
- Ajá.
Esta vez JungKook fue el que se sentó de copiloto, aún asombrado por aquel increíble auto, en la parte de atrás estaba YuGyeom hablándole de muchas cosas, hasta que llegaron a la casa del chico.
JungKook se bajó del auto despidiéndose de ambos, dio un largo suspiro, por instinto miró a la casa de al lado, donde vivía él, para su sorpresa estaba deshabitada.
Toco el timbre, no tenía llaves y supuso que su hermano le abriría, pero no fue así, en cambio una chica, que vestía un tipo uniforme, más pequeña que él, de cabello negro que se desplegaba hasta casi llegar a la cintura le abrió.
- Hola, soy JungKook, hijo de...
- Ya se quien sos. - lo interrumpió, él enarcó una ceja - Perdón, joven Jeon.
- No es necesario que me llames así, pero gracias. - le dio una leve sonrisa.
Al entrar todo parecía estar en el mismo lugar, había retratos, pero de hace cinco años, no había ninguno nuevo, subió hasta aquella habitación, una ola de recuerdos llegaron a su mente, giró el plomo encontrándose con el lado de su habitación totalmente igual, el de su hermano estaba vacío, lo cual le extraño un poco.
Tomo asiento en su cama dando un suspiro y mirando por la ventana, al mirar otra vez los recuerdos lo azotaron, no quería recordar más, así que sacó su ropa y abrió el armario, lo primero que vio un peluche de un oso blanco con una fina capa de polvo.
Un nudo apreció en su garganta, el tiempo había pasado, pero el recuerdo seguía latente en su vida, suspiro, tomo ropa de la que traía y se adentró al baño, ya no quería estar más allí, sentía que le hacía más daño del que él había causado.
- Hola, Corea. -murmuró antes de que el agua fría cayera sobre sus hombros, como aquellos fríos y dolorosos recuerdos.
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Comenzó la segunda fase, habrán algunos cositas y sorpresitas.
