Day ???

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–Donghyuck... Despierta.

El nombrado abrió sus ojos lentamente.

Heesook lo miraba con una sonrisa. De nuevo estaban en ese patio de escuela.

–¿Vas a dormir tanto? ¡Eres un vago!–Ella le dejó un pequeño beso en sus labios.–Ven, vámonos. Tenemos clases.

–Espera Heesook.–Haechan la tomó de la mano.–¿Podemos...–Él aclaró su garganta.–Podemos quedarnos aquí? No me apetece ir a clases.

Ella lo miró con una sonrisa leve y acarició su mejilla.–¿Cómo esperas salir de aquí si no asistes?

La mirada de Heesook le brindaba cariño y al mismo tiempo nostalgia. Haechan sentía una presión en su pecho.

–Heesook... ¿Nosotros...? Tú...–Donghyuck murmuraba palabras sin saber cómo formar la pregunta.

–¿Aún no lo entiendes, verdad?–La sonrisa nostálgica de ella hizo presencia nuevamente.

–No entiendo nada. Primero nosotros aquí... Luego mí padres juntos... Y ahora de nuevo aquí... ¿Me estoy volviendo loco?–Él frunció su ceño.

Heesook posó sus dedos en su ceño e hizo unos leves masajes para quitarlo.–No te estás volviendo loco... Lo que necesitas es abrir los ojos.

–¿Abrir los ojos? Estoy igual de despierto que tú, Heesook.

Ella negó levemente recostandose en el césped, con su mirada lo invitó a imitarla y así fue. Ambos terminaron tumbados mirando al cielo.

–Necesitas ver más allá de lo que ves.–Comentó ella aumentando la confusión de Haechan.

–Sigo sin entender, explicate.

El miedo a la muerte se debe al miedo a la vida. Un hombre que vive plenamente está preparado para morir en cualquier momento.

–Mark Twain.–Dijo Haechan acertando a la frase que dijo la muchacha a su lado.–Espera... ¿Qué tiene que ver Twain con lo que pregunté?

–Eres un terco.–Ella se rió.

Donghyuck se volteó a verla, aquel sonido era lo más hermoso del mundo.

–Podría pasar una eternidad escuchandote reír.–Confesó.

–Una eternidad es mucho tiempo.–Ella comentó mirando las nubes pasar lentamente.

–Lo sé, y no me molestaría hacerlo.

–No debería ser así...–Comentó ella sentándose, dejando caer su cabello largo y sedoso por su espalda.

Un sollozo por su parte hizo que Haechan se alertara y sentara rápidamente.

–Heesook... ¿Por qué lloras? Si fue lo que dije... Yo no...

Ella lo miró rápidamente y acunó su rostro juntando sus frentes.

–No perteneces aquí, Donghyuck.

–¿Qué es lo que estás diciendo, Heesook? Te la has pasado diciendo cosas extrañas... No entiendo nada.–Las manos de Haechan tomaron las suyas sin apartarlas de su rostro.

–Te amo, te amo muchísimo.–Ella lloraba mientras lo miraba.

–Yo también lo hago, Heesook. No llores más...–Él secó las lágrimas que no dejaban de caer.

I'll be your home → Lee HaechanWhere stories live. Discover now