Capitulo 54

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Subí a la habitación recuperándome un poco. Al estar ya adentro me recosté en la cama un rato.
Estaba muy cansada y me sentía débil pero aún así estaba segura que no iba a conciliar el sueño, ya que estaba empezando a sentir mucha hambre. Aún así no iba a bajar a pedir algo de comida, lo último que quería hacer era verlos. Empecé a preocuparme de nuevo, y los malos pensamientos me volvían a invadir. Iba a volver mañana a casa, pero solo para despedirme.
Sentía como las lágrimas empezaban a recorrer por mis mejillas mientras me mantenía estática con los ojos cerrados en la cama. Pase unos minutos así, cuando alguien toco la puerta abriéndola en seguida.
Rápidamente me incorpore sentándome en la cama y limpiando mis mejillas.
Al notar de quién se trataba era Jane quien parecía muy fastidiada e incomoda desde mi llegada. Me sorprendió que ella fuera quien me estuviera buscando
- A partir de ahora no se podrán abrir las cortinas - dijo sin mirarme y yendo a poner el gran cortinero obscureciendo la habitación - aunque tú no tengas una piel como la de nosotros también tendrás que seguir esta regla. O más bien todas las reglas - me miró de reojo con sus ojos rojos y amenazadores. Me daba escalofríos mirar a cualquiera de ellos. No podía mantener la mirada fija en la de ellos por mucho tiempo- La comida será cada 4 días, que es cuando llegan los invitados - me dedico una pequeña sonrisa falsa y se dirigió a la puerta. - Debes de estar atenta a los llamados, ya que solemos tener muchas reuniones en la sala principal. Está prohibido hablar con personas que no sean de nosotros. Evidentemente tampoco se puede hablar o decir algo sobre nosotros. Poco a poco te irás adaptando y conociendo más sobre todo esto, nuestras leyes y reglas. Pronto te dire donde estudiarás todo ello - levantó ambas cejas- No puedes salir al exterior sin consentimiento de los amos, claro que mañana será la excepción - hizo una mueca
- Bien, debemos irnos - dijo Michael entrando a la habitación, interrumpiendo a Jane
Ella muy disgustada lo miro mal
- ¿Pudiste rogarle lo suficiente al amo? Si que eres bueno- le sonrió amargamente
- Lo soy - le contesto de la misma manera
Jane lo miro con desprecio y salió de la habitación rápidamente.
Después ya estando solos Michael se quedó inmóvil mientras me miraba
- ¿A donde vamos? - rompí el silencio
- Te lo explicaré en el camino - dijo dándome la espalda y saliendo de la habitación.
Lo que más detestaba de ese chico sin duda era su egocentrismo y cambios de humor tan caóticos. Sin agradarme en lo absoluto que estaría con el empecé a seguirlo.
Rápidamente lo alcancé hasta que se detuvo a medio camino. Saco de su abrigo unos lentes obscuros y cubrió bien su cuello. No entendía lo que estaba haciendo.
Pensé que iríamos a algún cuarto o que volvería a hablar con Aro, pero me sorprendí cuando cruzo la puerta para salir del lugar.
- ¿Saldremos? - dije extrañada pero sin protestar a la salida tan repentina. Lo que más desearía a partir de ahora será salir de esta, ahora mi nueva prision literalmente
- Solo llevas unas hora acá, así que te llevare a turistear, para que sea más creíble para tu familia que estás muy a gusto aquí - dijo pidiendo un taxi
No lo comprendía. Jane dijo algo acerca de rogarle a Aro, ¿a el se le ocurrió la idea de ir a "turistear"? ¿Cual era el fin de todo esto? ¿Cual era su objetivo?
- Sube - me ordenó mientras me abría la puerta del coche.
Aún más confundida por su actitud subí rápidamente.
- ¿Porque de repente estás actuando así? - dije cuando subió y se sentó junto a mi
- Estás en Volterra - contesto fingiendo un acento italiano y dando una risotada
- Estoy hablando enserio, ¿a donde me llevarás? - dije sin rastro de gracia
-al centro, per favore, andremo a fare una passeggiata in Italia - le habló sonriente al conductor del taxi ignorando mi pregunta
- Bien - bufé por debajo. No pelearía con el ya que no serviría de nada así que solo deje que me llevara a donde quiera que tuviera planeado.
Tuvimos que tomar otro transporte. Pasaron unas horas cuando empecé a reconocer el lugar.
- Llegamos - dijo empezando a caminar por las calles como si fuera su ciudad natal y conociera todo a la perfección.
Simplemente quede fascinada, era tal y como las fotografías que veía en libros e internet, o hasta mejor. Era un ambiente que definitivamente me hacía sentir bien, un lugar tranquilo, pintoresco y vintage a la vez. No podía describir con exactitud. Solo sabía que estaba en Italia
- Te llevaré a comer algo - lo oí hablar mientras se quitaba las gafas de sol y abría su chaqueta, ya era de noche y no se tenía que preocupar por su piel ante el sol.
Al poder obsérvalo bien, me di cuenta que ahora tenía los ojos color azul claro
- Te quedan mejor de ese color - dije mientras trataba de cambiar a su ritmo
Con una pequeña sonrisa que le había producido me miró de reojo
- En realidad, antes, tenía los ojos de este color - dijo egocéntrico
- Con razón, se ven bien - suspire mientras volvía a poner atención a cada rincón que estábamos recorriendo
- Vaya, ¿porque de repente actúas así? - me imitó divertido- ¿no se supone estabas molesta?
- Es hermoso este lugar - me defendí
- No será tan malo estar aquí para ti, después de todo - suspiró
- No, ahora estoy bien, Relativamente y disfrutando de esto porque se que mañana veré a mi familia, después de eso todo lo demás será una pesadilla - dije amargamente arruinando mi experiencia en el lugar.
- Ok, perdón por arruinar esto - dijo deteniéndose para quedar frente a mi - olvida lo que te dije y vuelve a tu actitud de hace unos segundos - pidió alzando una ceja
Otra vez había cambiando por completo su actitud, ¿que le pasaba? Por momentos volvía a comportarse como cuando hablamos aquella vez en la biblioteca, de una manera muy diferente a la que me ha tratado la mayor parte del tiempo.
Sin poder contestar algo, me quede analizando su rostro que se veía calmado
- Vamos - puso los ojos en blanco y volvió a caminar
"Sea como sea, no te dejes engañar" me dije a mi misma volviendo a seguir a Michael.
Caminamos unos minutos cuando Michael se detuvo frente a un restaurant bastante hermoso para mis gustos.
- Hay que sentarnos aquí afuera, quiero tener una buena vista mientras espero - dijo sentándose en una de las mesas de afuera del restaurant
- Ok - suspire. No iba a renegar ahora. Más bien estaba ya muy ansiosa ya que me moría de hambre a si que estaba Perfecto mientras comiera algo
El servicio fue muy eficaz. Yo fui la única que ordenó, evidentemente. A si que después de unos minutos ya tenía enfrente de mi un gran plato de pasta, como era de esperarse.
Rápidamente en cuanto llegó la comida no me detuve ni un segundo a apreciar la gran presentación que tenía por el hambre que tenía y empecé a devorar la comida, decentemente creo yo.
- Disfrútala, porque después de esto no volverás a comer comida humana aquí- dijo Michael poniendo atención a las personas que pasaban por el lugar
- ¿Que? - dije mientras tomaba un trago del vino que habían traído
- Aro no dejará que te alimentes de esto, claramente querrá que te unas a nuestra dieta - frunció el ceño volviendo su mirada para verme
-¿Que? No, no lo haré, yo como en mi mayoría comida humana y si llego a ingerir sangre, solo es de animales - dije casi a susurro. El solo pensar en la sangre humana me erizaba la piel
- Aro no está tan de acuerdo con su manera de alimentarse, es lógico que no quiera a un integrante sin los ojos rojos - explicó

✨Resplandor✨Where stories live. Discover now