Especial Semana de Miel

6.9K 440 45
                                    

Advertencia de la noche de bodas. Escenas +18 Explicitas. (Vale la pena leer este capítulo incluso si tiene una escena sexual.)

Tantos, tantos sentimientos



"Tercer día con el amor de mi vida, hoy le haré el amor"

-

No sabía lo que me deparaba el segundo día de nuestra luna de miel, pero mientras el día transcurría no pude haber pedido mejor manera de hacerlo.

Desperté sintiéndome como si alguien me hubiera inyectado una cantidad no saludable de drogas de las buenas. Los colores eran tres veces más brillantes, los olores se intensificaron, podía escuchar cada sonido dentro y fuera de la casa y lo más importante: nada en mí se sentía vació o incompleto, la presencia de Edward estaba grabada en mi alma ahora tan fuerte e inamovible como siempre debió estar.

Se sentía maravilloso.

—Buenos días—El tarareo de Edward me hizo girar la cabeza para mirarlo entrar por la puerta de la habitación.

Mi marido se acercó a la cama vistiendo nada más que unos shorts negros que en una revisión más cercana descubrí que eran míos y una bonita sonrisa avergonzada, pero bastante complacida que elimino de inmediato la decepción de no despertar con él en mis brazos.

—Buenos días—Murmure de vuelta alcanzando su mano para jalarlo conmigo a la cama cuando estuvo lo suficientemente cerca. Edward cayó sobre mi pecho con una risa sincera y me apresure a sujetar su rostro para besarlo en los labios—Hola, amor—Edward se rio de nuevo, el sonido melódico escapando como si no pudiera ser contenido.

—Dormiste toda la mañana, es casi medio día—Informo dando un último beso antes de alejarse de mi cara—Levántate, hice el desayuno—Le hice un puchero, pero él no parecía dejarse convencer así que terminé sentándome en la cama y mirando alrededor intentando encontrar algo que ponerme.

Lo único que encontré fue un desastre de habitación hecha pedazos.

—¿Hubo un terremoto del que no me entere? —Pregunte con cuidado levantando las cejas.

Edward tosió torpemente moviéndose incómodo y parándose de la cama.

—No, tu...eh, yo...—Mi esposo balbuceo adorablemente avergonzado—Esto...—Agito una mano torpe hacía la habitación desordenada—Si—Termino sin convicción y sin haber aclarado nada en lo absoluto.

Forzándome a pensar en la noche anterior recordé haber hecho el amor con Edward en la playa suave y romántico bajo las estrellas a la orilla del mar, luego habernos besado mucho y por mucho tiempo antes de hacerlo de nuevo y finalmente ¿Entrar a la habitación?

—Querías eh...estrenar la cama antes de dormir en ella—Edward explico sin mirarme a los ojos, pero como tampoco podía dejar caer su mirada en ninguna cosa rota o desplumada estaba moviéndose todo nervioso por todas partes—Pero no llegamos muy lejos porque me azotaste contra...—Edward señalo vagamente el tocador con el espejo roto—Y luego uhm ¿Allí? —La puerta rota del armario—En tu defensa—Edward dijo con un aire resignado—Estaba haciendo todo lo posible por distraerte. —Él confeso.

Y sí, yo podía recordar algo de eso ahora. Besos cada vez más desesperados, manos ahuecando un trasero desnudo y piernas alrededor de mi cintura. Edward estaba jugando conmigo en el camino haciéndome tropezar así que nos movíamos con demasiada fuerza por toda la habitación.

A veces te odio (EdwardxJacob)Where stories live. Discover now