Especial Semana de Miel

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Todo el especial es desde el punto de vista de Jacob

"Primera noche con mi adorable esposo. Él, yo, un avión y muchos abrazos"

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Sinceramente jamás lo hubiera creído si me lo hubieran dicho, jamás lo hubiera esperado siquiera y no estaba seguro de haberlo aceptado tampoco. No era más que un muchacho, un adolescente prendado de amor por una chica que nunca me había mirado de la misma manera en que una vez miro a aquel que le robo el corazón y el destino tenía preparada una jugada que nadie presente había podido producir (ni siquiera la única persona que realmente hubiera podido).

La llegada de Edward Cullen a mi vida fue inesperada, pero bienvenida pues toda aquella imprimación que te roba la capacidad de respirar el aire de la misma manera en que lo respirabas, es sagrada para todo cambia formas. Como si lo que te atara al mundo dejara de existir y ahora tu mundo fuera aquella persona; sus ojos, su sonrisa, la forma en que sus labios se aprietan cuando está pensando realmente duro en algo, el tono picante de su voz cuando te reprende y la curvatura indecente de arquear la espalda cuando lo besas.

Una tormenta de piel blanca y helada, de un alma pura que se creyó una vez extinta por la maldición de la inmortalidad, besos de hielo que se sentían como el mismo cielo, un entendimiento que no encontraba en nadie más, todo eso fue lo que el destino confió para mí y yo sinceramente me pregunte si en la otra vida había sido un héroe de algún tipo ¿Qué tipo de guerra había ganado?, ¿Que sacrificio hice?, ¿Cuál fue el factor decisivo que en esta vida se me había otorgado el placer de sostener a mi alma gemela en mis brazos mientras dábamos vueltas en la pista de baile luego de prometernos en términos mundanos a un para siempre?

—Te amo—Las palabras fluyeron de mi sin esfuerzo, sin dudas, ni torpeza y tuve el placer de ver como su sonrisa ganaba fuerza. Sabía que era débil a él sonriéndome así, sabía que el día que me miro de esa manera y me mostró aquel gesto tan suave y precioso (porque estaba lleno de amor, lleno de una aceptación tan hermosa) yo había muerto he ido al cielo, que la curva de su sonrisa me descarrilo y que nunca volví al curso correcto (tampoco quería hacerlo).

Giramos en una vuelta, mis manos en su cintura apretando sin posesividad, solo sosteniéndolo con un amor tan real que me quemaba el cuerpo, que me hacía tan débil y humano. Lo amo tanto, tanto, tanto. Había un nudo en mi garganta y el peso de que ese amor no era solo mío para dar, sino que era devuelto, me hizo recargar mi frente contra la suya e inhalar el aroma familiar de su piel, reír con la risa quebrada en emociones más fuertes. Simplemente feliz.

Una de sus manos (La que hasta hace un segundo me rodeaba por los hombros) acuno mi rostro, sus dedos se extendieron en mi piel y sin pensarlo incline mi cabeza hacía la textura fría de su piel amando el frescor de la misma. Me sostuvo casi con ternura como si leyera lo que estaba pensando y lo compartiera de la misma intensa manera.

Pude verlo en sus ojos antes de que lo dijera, la suavidad que aliso la dureza de sus facciones y como su labio inferior tembló, anticipando el siguiente—Te amo—Tan tierno y real, tan maravilloso.

Si mis ojos estaban llenos de lágrimas no podía decirlo, pero incluso si lo estaban no tenía miedo de mostrárselo, de dejar que el viera lo vulnerable que podía llegar a sentirme cuando él lo decía, lo que me hacía escucharlo mientras bailábamos con toda nuestra familia uniéndose lentamente a la pista de baile. Solo había dos momentos en los que quisiera estar con él, aquí y ahora...y para siempre.

El resto de la boda fue un borrón porque incluso con nuestras constantes bromas de huir de la misma en cualquier momento (y los diversos planes de cómo hacerlo) aún nos quedamos, aun la disfrutamos y sobre todo aun nos amamos un poco más por eso: por no acelerarnos tanto que corrimos a un auto y procedimos a la siguiente parte de los rituales, porque no se trataba de eso. Su mano en la mía no tembló en lo absoluto cuando me fue devuelto de una alegre Rachel después de varias canciones y mi corazón se derritió al verlo a él derretirse en mi abrazo como si después de un par de canciones lejos me hubiera extrañado demasiado.

A veces te odio (EdwardxJacob)Where stories live. Discover now