Cap 28

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— ¡¿Por qué nunca es dinero?!

Itachi sólo suspiro pasando su brazo por su frente. A veces Sasuke era tan dramático. Ni siquiera había visto bien lo que era y no dejaba de maldecir y alegar.

— Sasuke es sólo un peluche.

Entonces Sasuke deja de gritar, con lentitud se acerca a la espalda de Itachi y mira asomando su rostro inseguro el objeto en manos de Itachi frunciendo el ceño.

— Ah es cierto, pensé que era una mano a algo así.

— ¿Por qué sería una mano?

— ¿Por qué no lo sería? — responde encogiéndose de hombros — ¿Qué no ves películas? Siempre que desentierran algo es un cadáver.

— Está no es una película.

— No voy a descartar posibilidades sólo porque no es una película.

Itachi sólo rueda los ojos parándose de su lugar con cansancio. Sasuke sigue a Itachi con la mirada cuando el contrario comienza a caminar, cuando mira a su hermano con intenciones de entrar a la casa con, a lo que él había nombrado, "El peluche de la muerte: La llegada" (porque sonaba genial en su cabeza) corre en su dirección a detenerlo.

— ¿Qué haces?

— Lo voy a lavar.

Sasuke lo examina unos segundos como si fuera el ser más raro de la existencia antes de decir:

— ¿Por qué lo vas a lavar?

— ¿Por qué no lo lavaría?

— Porque no es tuyo.

— Pero está sucio.

— Exacto, porque estaba enterrado, si estaba enterrado es por algo — razona con obviedad— ¿Y si tiene un fantasma integrado?

— ¿Cómo va a tener un fantasma integrado, Sasuke?

— ¡No sé! ¿Nunca viste Anabella? Ella tenía un fantasma integrado.

Itachi lo mira unos momentos sin hablar, a veces se llegaba a preguntar cómo su hermano tenía tantas ideas en esa cabeza. Definitivamente a su mamá se le debió de haber caído de la cama de bebé, es la única explicación lógica.

— Sasuke, ella no tenía un fantasma integrado era un demonio que se unió a la muñeca — vio la mirada de "¿Y eso que quiere decir?" de su hermano y negó levemente — Como sea, no tiene un fantasma integrado.

— ¿Cómo lo sabes? Dijiste que el fantasma se unió a muñeca.

— Era un demonio, hermanito.

— Itachi los demonios no existen.

— ¿Y los fantasmas si?

— Por supuesto.

Los dos se retaron con la mirada hasta que Itachi acercó repentinamente el peluche a Sasuke haciendo que saltara del miedo y retrocediera unos pasos, aprovechó para entrar a la casa ignorado los reclamos de Sasuke, diciendo que por su culpa se iba a morir joven, que aún no había hecho nada en la vida, entre miles de cosas más.

— ¡Y luego tomará un cuchillo y nos matará a todos! — se quejaba mientras miraba a Itachi lavar el peluche — ¡Ni siquiera he terminado de estudiar!

— Sasuke, eso no va a pasar tonto hermano menor — le sonríe para tranquilizarlo, Sasuke aguada sus ojos y contiene sus ganas de hacer un puchero.

¡Pero es que su hermano no entendía a el fantasma!

— Pero ¿y si se mueve? — le pregunta mirando al peluche desconfiado.

— Si lo hace lo lanzaré por la ventana — promete.

— ¿Y si aparece otra vez en la casa?

— Se lo regalamos a Naruto.

Entonces una sonrisa divertida aparece en el cara de Sasuke.

— Está bien.

Era obvio que no lo haría, Sasuke no quería que Naruto muriera, si lo hacía ¿con quién haría el proyecto de Lectura? No podía darse el lujo de perder a Naruto.

Aún si sabía que sin Naruto su proyecto quedaría mejor.

Ateo a medias Where stories live. Discover now