desconocidos ~ Shawn mendes

-013-

Semanas después.

—¿Te cruzaste con Nathen? —preguntó Sofía, sorprendida.

—Sí, así es —suspiré.

—¿Y qué dijo al verte? —preguntó con una sonrisa pícara mientras sujetaba a Ariana en brazos.

—Sofi, Nathen se va a casar —bajé la mirada.

—¿Qué? —exclamó, haciendo que la niña se sobresaltara, y la tranquilizó— ¡¿Es un estúpido?! ¿O qué? No llevan ni un año separados, ¿y ya le pide matrimonio a otra idiota? —me miró— No, quiero decir, ¿tan rápido te superó? —encogí los hombros— Idiota —murmuró.

—No es todo —la miré—. Me invitó a su boda.

—Esto es otro nivel —dijo ella, bufando—. Pero qué idiota es —dejó a la niña entre sus juguetes—. No seas tonta y no vayas.

—Alice dijo que vaya. Además, ya compramos el vestido.

—Bueno, anda —dijo con obviedad—. Si tu mánager dice que vayas, anda.

—¿Me das un vaso de agua? —ella asintió.

Saqué una pastilla de mi bolso y ella me extendió el vaso, agradeciéndole.

—¿Qué es eso? —preguntó confundida.

—Antidepresivos —respondí llevando la pastilla a la boca.

—¿Puedes tomar eso? ¿Por cómo estás? —preguntó preocupada.

—Sí, mi terapeuta me los recetó —contesté.

—Ah, bueno, ten cuidado, estás delicada, Mar, no quiero que te pase nada —me abrazó.

—Tranquila, estoy bien —sonreí—. Quise hablar con Camila, pero no sé, parece que nuestra amistad se ha roto.

—¿Por qué? —se dio cuenta de repente de que ella no sabía que me acosté con Shawn.

—Hubo rumores falsos y ella los tomó muy en serio —suspiré—. Intenté hablar con ella, pero no me escuchó.

—Tienes que alejarte de ellos, no te hace bien, tu salud está delicada, Mar.

—Lo sé, pero me encariñé tanto con Camz —me esforcé por no llorar.

—Bueno, verás que se dará cuenta y que cometió un error.

—Espero —suspiré.

Aunque estaba claro que no lo haría, sus sospechas eran ciertas. Era evidente que nunca me perdonaría.