-006-

736 45 2
                                    

Eran las cinco de la mañana y nos encontrábamos en el suelo de su habitación jugando a la PlayStation.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —le pregunté mientras él estaba concentrado en la partida.

—Sí, claro —respondió sin apartar la vista del juego.

—¿Cómo lograste superar tan rápido a Martina? Digo, estabas a punto de casarte con ella —mordí mi labio inferior, esperando su respuesta.

Él se rió con amargura.

—No la he superado —dijo sin más.

—¿Ah, no? —lo miré, intrigado.

—No. Aunque me veas rehaciendo mi vida, no dejo de pensar en ella —dejó el mando a un lado.

—Bueno, al menos ahora eres feliz —intenté consolarlo.

—No es cuestión de encontrar la felicidad. Ella me lo negó todo. Nos habíamos vuelto buenos compañeros en poco tiempo. Creí que ambos queríamos lo mismo... —suspiró—. Sus miedos, sus inseguridades, y todo lo demás ganaron al final.

Me sentí muy culpable. Fui tan egoísta al no pensar en él.

—¿Nunca más te has puesto en contacto con ella?

Él negó.

—Me humillé tanto, Shawn, que no sabes cuánto me arrepiento —me miró—. Si de verdad le importara, habría hablado conmigo. Pero me di cuenta de que no valgo nada en su vida —rió—. Fui yo quien se apartó de su vida, y preferí dejar las cosas así.

—Lo lamento mucho, Nathen.

—No te preocupes —se levantó—. Es hora de empezar de nuevo —buscó algo entre sus cajones—. Se me olvidó darte esto. Sin esto no entras, idiota, y no me importa que seas Shawn Mendes —reímos.

—Está bien. Gracias.

—De nada. Había puesto el nombre de Camila, pero bueno, dadas las circunstancias —hizo una mueca.

—No te preocupes.

—Bueno, vamos a dormir —asentí, aunque no tenía muchas ganas.

Apagamos todo y nos fuimos a dormir.





desconocidos ~ Shawn mendesWhere stories live. Discover now