Hold me tight ⎪ 2yeon

T h r e e ;

Pov Jeongyeon

Toqué el timbre de aquella enorme casa ya familiar para mi, estaba tardando en bajar así que toqué de nuevo.
- ¡Ya voy, ya voy!- Nayeon salió de su casa torpemente.
- Debemos darnos prisa o llegaremos tarde.- dije comenzando a andar.
- Yoo Jeongyeon siempre tan puntual.- miré a Nayeon con una mirada sarcástica.
- Si no te hubieras tardado tanto no te estaría diciendo esto.- dije apartando mi mirada de ella.
- Lo siento, lo siento.- se acercó a mi y me cogió del brazo.
La miré de reojo, tenía esa sonrisa suya tan característica con esos dientes de conejito. Simplemente adorable, pero molesta.
        
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- Bien alumnos, hoy cambiaremos de sitio sus actuales asientos.
¡¿Qué?! Definitivamente odio a este hombre.
Toda la clase empezó a hablar al mismo tiempo. Yo solo rezaba para que no me pusiera con alguien desordenado.

- Silencio por favor, empezaré a designar los nuevos asientos. Kim Jisoo y Jennie Kim en primera fila, Kang Seulgi y Bae Joohyun detrás, Lee Felix y Bang Chan allí, Choi Jisu y Shin Ryujin aquí, Jo Yuri y Choi Yena por allá...

Que sea alguien limpio, que sea alguien limpio...

- Yoo Jeongyeon y Myoui Mina aquí.

¡Bien! Gracias God Jihyo por este regalo. Fui a sentarme junto a Mina, aparte de que eramos cercanas era ordenada, limpia y silenciosa. Realmente me había tocado la lotería, aunque iba a extrañar sentarme con Nayeon la verdad.

- Im Nayeon y Hirai Momo. Estos asientos serán permanentes hasta el final del curso. Ahora empecemos la clase.

¿Nayeon y Momo? Ellas realmente son buenas amigas así que me alegro por Nay, aunque no sé porque me molesta un poco.
Se pasaron el resto de las clases charlando y riendo hasta que sonó el timbre para el almuerzo. Fui hacía Nayeon pero ya había salido con Momo. No pasa nada, no tenemos porque salir siempre juntas. Iré con Mina y las demás.

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Ya en la mesa del comedor todas reíamos juntas por una anécdota que estaba contando Dahyun. Yo estaba sentada entre Sana y Jihyo, Nayeon intentaba que Tzuyu le diera un poco de su sándwich, una misión imposible.
- Solo un trocito y dejaré de molestarte.- seguidamente abrió la boca para que la menor de todas introdujera aquel deseado trozo de comida.
- Te he dicho que no, eres muy molesta.- dijo Tzuyu mientras se apartó de ella para ir con Jihyo.- unnie la rata me está molestando.
- ¡No me digas así!- soltó un poco enfadada la nombrada por Tzuyu.
- Nayeon te acabas de comer tu almuerzo deja el de Chewy en paz.- dijo Jihyo abrazando la cintura de Tzuyu debido a la diferencia de altura.
- Pero Momo ya se ha comido 2 sándwiches y a ella no le has dicho nada...- antes de poder decir algo más Jihyo le dedicó una mirada que acabó con la pequeña discusión.

Miré a Nayeon, se veía decaída o fingía estarlo. De igual manera me levanté y me senté a su lado dándole el resto de mi sándwich sin decir ni una palabra. La mirada de mi mejor amiga se iluminó de pronto, cogió la comida y se la comió sonriente. A veces pienso que aún tiene 5 años.
Cuando lo terminó apoyó su cabeza en mi hombro y me dio las gracias alegremente. Yo seguía sin decir nada, no era necesario, sobé un poco su cabeza y volví a prestar atención a la conversación de las demás.

Sentía mi corazón latir algo rápido pero no le dí demasiada importancia.
Cuando volvimos a clase Nayeon y Momo seguían con la misma actitud de antes. Me estaba empezando a molestar.
         
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- Jeongyeon espérame.- me giré y la vi corriendo para intentar alcanzarme.-
¿te ibas a ir sin mi?
- Estabas tardando mucho y quiero irme a casa.- estaba molesta por lo de Momo pero eso no se lo iba a decir, ni siquiera sé porque me molesta tanto.
- Entonces démonos prisa, anoche encontré una película que te gustaría, podemos verla juntas cuando lleguemos a mi casa.
- Hoy no me apetece, lo siento.- respondí fría. ¿Por qué me estoy comportando así?
- Ah... Está bien lo dejaremos para otro día.- noté en su tono de voz que sus ánimos habían bajado.
Mejor no volveré a abrir la boca no quiero hacerle daño.

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Había pasado una hora desde que llegué a mi casa y seguía tumbada en la cama mirando por la ventana, estaba nublado pronto llovería. A ella le encanta la lluvia, dice que le gusta mirar las gotas caer y que su sonido le relajaba.
A mi también me gustaba la lluvia, pero no por esas razones, si no porque me gustaba observarla mientras ella prestaba atención a las pequeñas gotas de agua.

No lo pensé más, cogí mi chaqueta y un paraguas y salí de mi casa.