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Varios años después la relación de las ahora más mayores chicas cambió, cambió muchísimo, ahora eran mejores amigas. ¿Y cómo han llegado hasta ahí? ¿No se odiaban? Eso mismo pensaban ellas, pero lo pasado pasado está, ¿verdad?

Ahora eran inseparables, siempre juntas. Nadie sabe como llegaron hasta ese punto, incluidos sus padres, quienes suponen que ambas se dieron cuenta de que ninguna era tan horrible como pensaban. No fue justo así pero digamos que sí.
No eran muy parecidas pero su amistad se fortaleció con los años, pero... A día de hoy Nayeon aún no entiende la obsesión de Jeongyeon por los Legos.

                             ✦✧✦✧✦

El timbre anunció el final de las clases. Los alumnos salieron de sus respectivas aulas, algunos más rápido que otros.
Nuestras chicas casi siempre se iban juntas a casa y esta vez lo hicieron cogidas de la mano bajo la mirada de varias personas, había quien decía que eran pareja.

- ¿Quieres venir a mi casa? Mis padres se han ido a otro viaje de negocios y no volverán en bastante tiempo.- dijo la mayor cuando ya estaban cerca de su casa.
La casa de Jeong no estaba muy lejos, solo las separaba una calle.
- Vale, mis padres aún no han vuelto de trabajar así que no hay problema.- le respondió Jeongyeon regalándole una pequeña sonrisa.

Así que se dirigieron a la casa de los Im sin soltar el agarre de sus manos salvo para que Nayeon abriera la puerta.
Dejaron sus cosas en la entrada y se sentaron en el cómodo sofá del salón. La casa de Nayeon era bastante grande y lujosa, la envidia de muchos del barrio.

- ¿Tienes hambre? Puedo prepararte algo para comer.- miró a una distraída Jeongyeon.- ¿estás bien?
- Sí, ¿por qué lo dices?- dijo la más alta sin despegar la mirada de un punto fijo.
Nayeon volteó su mirada al mismo sitio que su amiga y vio una foto suya de pequeña.
- Aún recuerdo todas nuestras peleas, nada más vernos empezábamos a discutir.
- Yo también lo recuerdo, nuestras madres debían de estar hartas de nosotras.- rió Nay.
- No has cambiado tanto.- Jeongyeon posó su mirada en Nayeon.- sigues teniendo esos dientes de conejo, aunque ahora ya no me parecen tan feos, en verdad son bastante adorables.
Nayeon sonrió con un leve sonrojo en sus mejillas, no era común que Jeongyeon le dijera cosas de ese estilo.
- Iré a preparar algo de comer.- y se fue a la cocina seguida de su amiga.

No pasaron ni 5 minutos y Jeongyeon ya estaba molestándola, le encantaba hacerlo, era tan fácil y tan gracioso que no se podía resistir.
- ¡Yah Yoo Jeongyeon!- gritó algo molesta Nayeon.
La más alta solo pudo reírse para luego irse al salón.
- Avisame cuando la comida este lista, tengo hambre.
Nayeon solo hizo una mueca de asco y volvió a lo que estaba haciendo.

Hold me tight ⎪ 2yeonWhere stories live. Discover now