Ep. 18: Pintura

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-¡Park Yeosang, vuelve aquí ahora mismo! -Seonghwa casi echaba de menos cuando su hijo era solamente un niño pequeño que apenas sabía andar. Ahora, a sus 10 años, Yeosang era un niño muy tranquilo.

Y por eso cuando le había dejado sólo en la planta de arriba mientras preparaba la cena, no esperaba para nada que el cuarto que su marido usaba de despacho tuviera todos los colores que se podían imaginar, todos excepto el azul celeste que estaba esa misma mañana.

Cuando Hongjoong volvió y el contrario le explicó la situación, este no pudo más que reír. Su hijo era un artista y, aunque les tocaría pintar, el seguiría queriéndole. Aún así Yeosang no se libró del castigo pues no sólo le habían dejado sin postre si no que también le habían obligado a sentarse con ellos y ver una película.

Yeosang odiaba esas absurdas películas que veían sus padres. No las entendía y además no tenían ni si quiera una buena trama. Eran unas películas horribles. Y sus padres lo sabían ¡Y las seguían viendo!

Unas semanas más tarde quitaron todas las cosas de una de las paredes de la habitación de Yeosang. El niño sabía que se había pasado al pintar el santuario de su padre pero quitarle sus cosas no le parecía la mejor idea así que enseguida se quejó.

-Sangie -Le habló su padre quitando una pequeña lágrima de frustración que había salido de los ojos del pequeño- Sabemos que te gusta mucho pintar pero no estamos enfadados, de hecho, papá y yo queremos que pintes esa pared

-¿Enserio? -Sus dos padres asintieron y Yeosang sonrió. No le estaban quitando sus cosas, querían que Yeosang siguiera explorando con las pinturas y claro que pensaba hacerlo. Habían pasado las horas y Hongjoong subió a ver cómo iba su hijo con la pared que le habían dado. Había muchos colores ahí, cada uno más dispar que el anterior. En sí la obra de su hijo vista desde fuera no tenía mucho sentido pero él la amaba tanto cómo amaba a su pequeño.

-Yeosangie, despierta -Movió al pequeño que se había quedado dormido. Todo lo que quedaba de Yeosang que no fuera pintura, ahora que se había frotado sus ojos, era su pelo- Ven, te bañaré antes de que venga papá y luego cenaremos pollo ¿Te apetece?

Yeosang se levantó inmediatamente e incluso su padre hubiera jurado que salió corriendo hacia el baño. El pollo era la comida favorita del pequeño y no pensaba dejar pasar una oportunidad así facilmente.

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