Capítulo 31

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—Gracias por traerme.

—No fue nada— sonrió —Y suerte—señaló con la barbilla hacia la casa.

—Gracias. — realmente la necesitaría. Me di la media vuelta y caminé hacia la casa, debo admitirlo, bastante inseguro.

Peiné mi cabello aun húmedo y cerré los ojos un segundo.

Finalmente llegué a la puerta y pensé dos veces. ¿Tocar la puerta o entrar con mi llave? ¿Dónde demonios estaba el Wen JunHui seguro de sí mismo?.

Busqué la llaves en mi bolso pero no estaban, de ultimo recordé haberlas dejado en la cocina.

Toqué el timbre y después de exactamente 50 segundos, Minghao abrió la puerta, mi estómago se retorció y una fuerte punzada en mi pecho me hizo llevar mi mano a éste como si amortiguara el dolor.

Me miró de pies a cabeza con un rostro indiferente, sin pronunciar una palabra se dio la vuelta y lo vi entrar en la sala.
Mis ojos se cristalizaron en segundos...

Limpié con enojo las lágrimas que se escaparon. No iba a llorar más. ¡Ahora resulta que él se hace el enojado! Si a él ya no le interesaba más estar conmigo sólo tenía que decirlo, no hacerme esto.

Entré, tratando de controlar mi enojo y sin decirle algo subí las escaleras hacia la habitación que antes era mía. Esto no estaba entre mis planes, pero después de ese recibimiento entendí que era lo mejor.

Me cambié rápidamente, unos jeans desgastados, una sencilla polera y una no muy gruesa sudadera. De la parte superior del closet tomé la maleta más grande que tenía, la misma que había usado cuando salí de casa de mi madre

"¿Qué lo único que sabes hacer es huir?" un rotundo 'Sí' fue la respuesta que le di a mi voz interior. Comencé a meter la mayor cantidad de ropa. Sólo la traída por mí y la comprada con mi dinero. Todo lo que había pagado Minghao no lo llevaría. Patético... tal vez. Pero tenía que proteger lo que quedaba de mi dignidad.

No quería irme, no quería alejarme de él y tampoco de Minjoo y Minseok, porque ellos eran mi familia.

Bajé los escalones silenciosamente, si él no me hablaba  yo no le hablaría. Yo toqué la puerta dispuesto a escuchar sus motivos, sus razones. Pero si él no tenía el mínimo interés en hacerlo yo no soy nadie para obligarlo a darme una respuesta.

Me detuve en el living viendo hacia la sala, sólo alcanzaba ver a Minghao cambiando el canal del televisor y a ambos niños dormidos en un sillón. Me estremecí y las ganas de llorar volvieron.

Acomodé la enorme maleta en mi hombro y caminé hacia la salida. Apenas atravesé el umbral de la puerta un frio que no estaba al momento de bajar del auto de Mingming me alcanzó por completo. Me cubrí lo más que pude con la sudadera.

Finalmente cerré la puerta detrás de mí, dejando a las personas que amaba, mis recuerdos y todo lo que alguna vez había tenido, atrás.

Me, Myself and I [Junhao]Where stories live. Discover now