Capítulo 17

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Las clases pasaron rápido, en realidad todo pasaba rápido estando con Minghao. A pesar de no ser muy extrovertido me mataba de la risa. Sus ironías, sus malas bromas, sus gestos...

-¿No iras a trabajar? - preguntó Minseok alegremente.

-Sí, sólo los dejaré en casa y me iré- Minjoo, Minseok y yo suspiramos tristes. Él sólo rio. -Ah por cierto, Wonwoo quiere reclamarte por su empleo de medio tiempo- ambos reímos.

-¿A qué hora vuelves? - enredé mis dedos en su cabello mientras hablaba entre besos.

-Ocho, tal vez nueve- me respondió y pasó su mano por mi nuca atrayéndome aún más a él.

-Te amo- dije haciendo un enorme esfuerzo para alejarme, ya que si no lo hacía ahora no lo dejaría irse.

-Te amo más-di un último beso y salí del auto, finalmente dejándolo partir.

Pasamos una buena tarde, comimos, jugamos, comimos, hicimos tareas, vimos televisión mientras comíamos, los pequeños incluso me ayudaron con la limpieza de la casa.

Seguíamos viendo una película, ya no comíamos más porque la olla de palomitas ahora estaba vacía. Volteé hacia la derecha del enorme sillón y ambos niños estaban dormidos. Los parpados me pesaron al verlos tan plácidamente dormidos, cubiertos con una frazada hasta el cuello. Me acomodé en el sillón y seguí mirando la pantalla hasta que prácticamente todo se volvió negro.

MINGHAO

Entré a la sala y sólo vi la televisión encendida. Negué mientras cruzaba la sala para apagarla ¿les costaba tanto apagarla antes de subir? Al darme la vuelta vi por qué no estaba encendida en primer lugar. Los tres dormían en el mismo sillón. Minseok y Minjoo estaban cubiertos por una manta celeste hasta el cuello y JunHui abrazaba sus rodillas, seguro tenía frío.

Después de dos viajes Minjoo y Minseok estaban en sus respectivas habitaciones.

Me senté con cuidado en el sofá. No quería despertarlo. Sólo me gustaba admirarlo mientras dormía, siempre he dicho que parece un gatito indefenso. Lo cual era totalmente falso al momento en que sus ojos se abrían.
Acaricié con la yema de los dedos la suave piel de su mejilla. Se estremeció un poco pero siguió durmiendo como si nada. Me puse de pie y lo tomé entre mis brazos. En automático sus brazos se ajustaron a mi cuello, balbuceó algo indescifrable y después sólo sentí su respiración chocar en mi cuello.

Lo recosté con cuidado pero sus ojos se abrieron al contacto con el acolchado.

-Hey...- alargó medio dormido.

-Hey- le sonreí.

-¿Cómo te fue?- se hizo a un lado para dejarme espacio.

-Bien, creo... y ¿a ti?.

-Muy bien...- estaba por recostarme a su lado cuando se escuchó el timbre. Jun volteó hacia la mesa de noche y vio el reloj. Nueve veinte de la noche.

-Ya vuelvo- di un cálido beso sobre sus labios y salí de la habitación.

-Llama a JunHui ahora mismo- apenas abrí la puerta y ordenó.

-Él no...

-No te atrevas a mentirme, Minghao- amenazó y entró a la casa. -Sé que él está aquí, así que hazme el favor de llamarlo.

-No quiero ser grosero pero no recuerdo haberla invitado a entrar y no tiene derecho de venir a dar órdenes aquí.

-Oh, claro que lo tengo. - su fuerte mirada se clavó en mí, algo tenía en común con su hijo. -Mi hijo menor de edad está aquí... No te metas en problemas y llámalo- se dio la media vuelta para caminar hacia la puerta -Con todo y maletas, claro...

-¿Por qué no mejor regresa a su casa y mañana por la mañana le digo a JunHui que vino a buscarlo y ya que él la llame?- me paré a un lado de la puerta esperando a que saliera.

-Sé que hablo muy claramente y puedes procesar lo que te estoy diciendo- articuló como si fuera un completo estúpido al que le hablaba. -Y no te conviene hacerme enojar, él es menor de edad, fácilmente irías a prisión. - carcajee ante su estúpida amenaza.

-Mire- conté internamente hasta diez, ya que no dejaba de ser la madre de JunHui -Yo no tengo aquí a nadie a la fuerza. El día que Jun quiera puede tomar sus maletas e irse con usted, pero dudo que eso suceda- dije burlonamente y su rostro se pintó de rojo.

-¡Escucha muy bien lo que te voy a decir! - dijo ya más que enojada señalándome con su dedo índice.

-...Ten mucho cuidado con lo que vas a decir- la voz de Jun venía desde las escaleras.

- JunHui, que bueno que estas aquí, trae tus maletas y vámonos.

- ¿Quién te dijo que estaba aquí? - dijo con una enorme frialdad. Era sorprendente lo duro que podía hablarle. Yo ni en sueños había sido capaz de hablarle así a mi madre.

-Eso no importa...

-¿Quién te dijo que estaba aquí? - repitió bajando las escaleras.

-Soonyoung... pero ya hablaremos en la casa- mi cuerpo se tensó, ahora si me tocaría ajustar cuentas con el imbécil de Hoshi.

-No gracias. Mira, ya es tarde y hay niños dormidos ¿qué te parece si te visito un día de estos?, claro si tienes tiempo- prácticamente la corrió. -Revisa tu agenda tal vez tengas algún espacio en algunos... ¿Dos meses?

-¡Wen JunHui! - dijo en un tono de impresión.

-Vete, por favor. Deja de fingir que te intereso.

-¡Claro que me interesas! Lo estoy haciendo por ti, esto es... ¡Es un error! Tú no puedes salir y mucho menos vivir con ¡él! - me señaló una vez más.

-Si puedo. Es mi novio y lo amo- esto sí que subía mi orgullo.

-Pero él jamás...

-Basta- no la dejó terminar. La verdad quería que la dejara hablar, quería saber lo que detestaba tanto de mí. Además de que tenía que mantener a mis hermanos, la ausencia de mis padres, mi forma de vestir, mi vehículo y... está bien prácticamente me odia por completo.

-Piénsalo- acomodó su chaqueta- ¿Qué te puede ofrecer este? -eso si me ofendió. Yo podía ofrecerle mucho más que cualquiera.

-Cariño, aprecio... Un verdadero hogar- esta vez yo hablé -Tal vez no puedo darle muchos lujos- bajé la mirada pero Jun tomó mi mano y eso me dio la fuerza suficiente como para seguir hablando-Pero puedo asegurarle que aquí estará mejor que en cualquier lugar.

-De amor no se vive, niño. Tenlo bien presente- dijo con repulsión -Prepara tus maletas, JunHui, no te quedarás por mucho tiempo aquí- salió de la casa y la puerta se cerró tras de ella.

Me, Myself and I [Junhao]Место, где живут истории. Откройте их для себя