Brick asintió y pasó por su lado, miró la mesa arreglada, con velas de ambiente y las luces apagadas. Definitivamente no se esperaba algo así, tan... romántico. Blossom desde su lugar observaba de arriba abajo a su invitado, hoy se veía más guapo de lo normal, por qué Brick es guapo ¿no? Eso todo el mundo lo sabe, no necesariamente era porque ella lo viera así...

—Vaya, se ve muy bien. —dijo el pelirrojo mientras tomaba asiento y admiraba la comida. No sabía realmente que decir, el ambiente tan tenue lo ponía aún peor de los nervios.

Lo que no sabían es que ambos estaban igual de inquietos.

—Gracias... tenía unas cuantas velas guardadas y decidí que tal vez era un buen momento para utilizarlas. —rio con timidez y tomó asiento enfrente de él. Se miraron por primera vez a los ojos y se regalaron una sonrisa casi imperceptible.

La cena da comienzo y ellos en total silencio, algo incómodo porque ninguno se animaba a hablar puesto que su cabeza trabajaba buscando algún tema interesante para comentar.

—Uhm... ¿sabes algo? Me aceptaron en el laboratorio donde trabaja mi padre y Dexter. —habló finalmente rezando por que él respondiera y no fuera aún más incómodo.

—A-ah... —Brick casi se atraganta al escucharla decir algo tan repentinamente y sacándolo de sus pensamientos. —Eso es genial, me alegro por ti, es lo que siempre quisiste ¿no?

—¡Sí! Estoy super emocionada, tanto que mañana mismo empiezo. —exclamó con ojos brillantes. Brick ante esto sonrió tiernamente con unas enormes ganas de abrazarla, pero la cena aún no había terminado y tenía que hacer de esa noche la mejor de su vida como diera lugar.

La cena pasó entretenida, la conversación se vuelve amigable y divertida, algo que Blossom jamás imaginó que podría pasar. Ella estaba feliz, tanto que cuando acabaron vio la imagen de Brick yéndose y se puso algo triste. No quería que acabara todavía, no ahora que al fin había conseguido ver el lado amable del pelirrojo, eso que buscaba por tanto tiempo.

Pero tenía que olvidarse de eso. Tenía que sacar el tema que tanto temía desde que lo llamó por teléfono, después de todo, para eso había organizado esa cena.

—Te ayudo a limpiar todo esto. —Brick estuvo a punto de levantarse de la mesa con su plato en las manos para dirigirse a la cocina, pero la voz firme de la joven lo detuvo.

—No. Espera, no te levantes todavía.

Brick algo confuso por el tono de la chica, volvió a tomar asiento.

—No te he invitado a venir por nada, Brick ¿te acuerdas de qué te dije esta mañana? —preguntó con la mirada en el suelo, algo avergonzada.

—Claro que sí, que ibas a pens-

—Pues, aunque no lo creas y para mi sorpresa, no he tenido que cuestionármelo mucho... —le interrumpió con prisa. —Me he pasado toda la tarde dándole vueltas al asunto, intentado que todo sonara real en mi mente, pero... al final siempre llegaba a la misma conclusión.

El pelirrojo se removió algo inquieto y tragó saliva con dificultad. No creía recibir una respuesta tan rápido, no tuvo que esperar mucho para ello. Había esperanza de que ella lo aceptara, sí, pero aun así su cuerpo se inundó del miedo al rechazo.

—¿Entonces...?

—A ver... —suspiró profundamente, necesitaba encontrar las palabras adecuadas para explicarse correctamente. — Brick, yo a Dexter... lo quiero, y eso no creo que lo puedas cambiar nunca. —dijo fulminante. — Es el mejor hombre que he podido conocer, es amable, cariñoso conmigo, inteligente y maduro. Podría asegurarte que es lo que cualquier mujer querría en su vida.

Rojo cual pecado (Blossick)Where stories live. Discover now