Capítulo III

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¡Muchas gracias a la gente que deja comentarios y sigue la historia!

Disclaimer: The PowerPuff Girls o cualquier personaje de esta historia no son de mi propiedad.

Capítulo 3. Despedida de soltera.

Blossom siguió su camino hacia su anterior casa, tenía unas ganas tremendas de entrar de nuevo en el laboratorio con su padre y ayudarlo como hacía antes de embarazarse. Necesitaba COMO SEA despejarse un poco. Digamos que escuchar de esa manera a Princesa, soberbia y pedante, hablar de que se había vuelto a quedar embarazada de Brick, le revolvió el estómago como nunca. Ella no sabía ni entendía por qué, pero por un momento deseo que le cayera un camión encima. En primera no entendía por qué buscaban otro hijo, si Brick era un zorro que solo la quería por el dinero y se acostaba con la primera que se le pusiera en frente de sus narices; y en segunda, ya tenían una hija y Princesa prácticamente no le hacía caso, en su mundo solo existían ella y su Bricky-poo, pues como para tener otro hijo.

Después de todo hicieron bien en juntarse. Ambos eran unos arrogantes, que solo pensaban en ellos mismos y en el dinero. Y ya con su edad parecían niños berrinchudos.

Alejó todo pensamiento negativo cuando llegó a su antiguo hogar, ahora que no vivía ahí más, le daba una tremenda nostalgia esas paredes blancas con sus tres ventanas correspondientes. Eso le hacía sonreír y a la vez sentir como si hubiera madurado demasiado pronto. Mientras sus hermanas seguían con sus novios, yendo a la universidad y saliendo cuando quisieran, ella tenía que estar en casa con su bebé y solo haciendo cosas del hogar cuando Dexter no estaba. Suerte que enseguida iba a empezar de nuevo sus clases para terminar el último año y graduarse.

Tocó la puerta y su hermana más pequeña la abrió, abrazándola al instante y llenando de besitos a Holly, el cual reía por las cosquillas que ella le proporcionaba. La invitó a pasar y en seguida se encontró con Buttercup que estaba en el sofá, viendo la televisión. Se acercó a ella y estuvieron conversando alegremente las tres mientras el Profesor estaba duchándose. Una vez que el bajó, dejó al niño jugando con sus hermanas y se metió en esa habitación llena de artefactos y cables para ayudar a su padre. Hacer eso era una de las cosas que más le llenaba en el mundo, se sentía tan bien, además de que le ayudaba a distraerse y despejar su mente.

Una vez terminado el trabajo, llega la hora de comer y decide quedarse con su familia, recordando viejos tiempos. En esos momentos volvía a sentirse como cuando era una adolescente. Recogieron los platos y ayudó a su padre a lavarlos, luego subió a la antigua habitación que compartía con sus hermanas y se quedaron hablando animadamente, mientras su hijo dormía tranquilo en sus brazos.

—¡Oye, oye, tengo una gran idea! —exclamó la rubia, juntando sus manos cerca de su cara mientras sus ojos brillaban de diversión.

—Tu no tienes buenas ideas, Bubbles. —sonrió ladina Buttercup. —Es más, ni siquiera sabía que tenías ideas. —comentó con una mano en el estómago mientras se reía sin parar. Bubbles hinchó sus mejillas con el ceño fruncido y tiro a su hermana de la cama. —¡Qué te pasa!

La chica de ojos azules le sacó la lengua mientras bajaba su parpado inferior con su dedo en modo de burla.

—¡Yo te mato oxigenada! —gritó entre dientes la morena, mientras se levantaba y se tiraba sobre su hermanita. Comenzaron a pelear y Blossom tuvo que intervenir, separándolas por el cuello de la camiseta a ambas que no paraban de forcejear.

—Bueno ya, a calmarse niñas. —frunció la mirada con un semblante sombrío que asustó a sus hermanas las cuales se quedaron inmóviles al instante. —A ver Bubbles, cuenta que clase de idea has tenido, vamos.

Rojo cual pecado (Blossick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora