24. Malfoy Manor

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-¡Pero míralo detenidamente, míralo! ¡Acércate más!

-Draco, si somos los que le entregamos a Potter al Señor Tenebroso, todo será perdon...

-Ahora, no nos olvidemos de quién lo cogió en realidad. Eso espero, señor Malfoy -dijo Greyback amenazador.

-¡Por supuesto que no! ¡Por supuesto que no! -dijo Lucius con impaciencia. Se acercó a Harry. Annie sentía que temblaba.

-¿Qué le hicieron? -le preguntó Lucius a Greyback-. ¿Cómo llegó a este estado?

-No fuimos nosotros.

-Parece más bien una Maldición Picante -dijo Lucius. Sus ojos barrieron la frente de Harry.

-Hay algo ahí -susurró-. Podría ser la cicatriz, estirada tensa... ¡Draco, ven aquí, observa adecuadamente! ¿Qué crees?

-No lo sé -dijo, y se marchó hacia la chimenea donde su madre estaba mirándolos.

-Es mejor que estemos seguros, Lucius -le dijo Narcissa a su marido en su fría voz-. Completamente seguros de que es Potter, antes de avisar al Señor Tenebroso... Dicen que esta es suya -estaba mirando muy de cerca la varita de endrino-, pero no se parece a la descripción de Ollivander... Si estamos equivocados, si llamamos al Señor Tenebroso para nada... ¿Recuerdas lo que le hizo a Rowle y Dolohov?

-¿Y qué pasa con la sangre sucia, entonces? -gruñó Greyback. Quien la tenía atrapada la sacudió, llamando la atención.

-¡Miren nada más! La novia de Potter -dijo Narcissa examinándola de arriba a abajo. Annie se obligó a no bajar la mirada, y pudo observar la cara de pánico de Draco al ver a Annie ahí.

-Pero entonces, ¡ese es el chico Weasley! -gritó Lucius, rodeando a los prisioneros hasta llegar a Ron-. Son ellos, la novia y el amigo de Potter... Draco, míralo, ¿no es
el hijo de Arthur Weasley, cómo se llama...?

-Sí -dijo Draco de nuevo, dándole la espalda a los prisioneros-. Puede ser.

La puerta del salón se abrió detrás de Harry. Una mujer habló, y el sonido de su voz elevó el miedo de Annie hasta un punto culminante.

-¿Qué es esto? ¿Qué ha pasado, Cissy?

Annie sintió que le costaba respirar. Bellatrix Lestrange caminó con lentitud alrededor de los prisioneros, y paró a la derecha de Harry, mirando a Annie a través de sus ojos de párpados caídos.

-¡Pero bueno! -exclamó poniendo una escalofriante sonrisa en su rostro- si es la noviecita de Potter, que se hace llamar una Black.

-¡Y este es Potter! -exclamó Malfoy.

-¿Potter? -chilló Bellatrix, y se apartó, para observar mejor a Harry-. ¿Estás seguro? Bueno entonces, ¡el Señor Tenebroso debe ser informado de inmediato!

Se levantó la manga izquierda: Annie vio la Marca Tenebrosa quemada en la piel de su brazo, y supo que estaba a punto de tocarla, de convocar a su querido amo...

-¡Estaba a punto de llamarlo! -dijo Lucius y su mano se cerró sobre la muñeca de Bellatrix, evitando que
tocara la Marca-. Yo seré el que lo convoque, Bella. Potter ha sido traído a mi casa, y por lo tanto está bajo mi autoridad...

-¡Tu autoridad! -se burló ella, intentando liberar la mano de su agarre-. ¡Perdiste tu autoridad cuando perdiste la varita, Lucius! ¡Cómo te atreves! ¡Quítame las manos de encima!

-Esto no tiene nada que ver contigo, no capturaste al chico...

-Perdone, señor Malfoy -interrumpió Greyback-, pero fuimos nosotros los que capturamos a Potter, y somos
nosotros los que reclamaremos el oro...

Annie y las Reliquias de la MuerteOù les histoires vivent. Découvrez maintenant