23. Atrapados

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-Todo es una locura -dijo Annie cuando el señor Lovegood salió de la habitación.

-Es un absoluto montón de basura. Esto no puede ser lo que realmente significa el signo. Debe ser su extraña manera de asumirlo. Qué perdida de tiempo -dijo Hermione.

-Yo no creo que haya sido una perdida de tiempo -dijo Annie con el ceño fruncido hacia Hermione.- ¡Es el mundo mágico! Aquí debes de tener la mente abierta ante todo, por que hay cosas inimaginables.

-¡No creerás ese montón de basura! -exclamó Hermione indignada. Harry y Ron las miraban con los ojos bien abiertos.

-Pues yo creo que debemos probar cualquier información que tengamos -replicó Annie, molesta- este no es el mundo muggle. ¡El mundo mágico desafía todo lo que los muggles creen saber!

-¡Es sólo un estúpido cuento! -exclamó Hermione.

-Chicas.. -murmuró Ron. Harry y él compartieron una mirada. Jamás las habían visto pelearse antes.

-¡Los simples cuentos no lo son! ¡Siempre tienen algo detrás!

-¡No es cierto! ¡Pruébalo!

-¡¿Por qué no sólo puedes creer que existe?! -se desesperó Annie.

-¡Por que no hay pruebas!

-¡Que no haya pruebas "contundentes" no quiere decir que sea completamente falso! ¿Y si todo lo que crees saber es sólo un invento? ¡La gente cree en lo que las personas con poder quieren que creas!

-Estás siendo muy estúpida, Annie -masculló Hermione. Ron y Harry abrieron los ojos, asombrados. Annie sintió como se hacía un nudo en su garganta. Jamás había peleado con Hermione. ¡Ella sólo quería dar su punto de vista! A esas alturas, todo podía ser posible.

Edward estaba asustado. Los gritos lo asustaban y veía como Annie se estaba rindiendo. Él siempre creyó que ella defendía lo que creía. Desde que le ayudó después de lo sucedido con sus papás, se prometió ser fuerte como ella.

Se alejo un poco de donde estaba sentada, acercándose a Harry. El mayor lo miró confudido, ya que no era de pasar tiempo con él como con Annie.

-Bien, gracias por tu sinceridad -dijo Annie distante. Hermione rodó los ojos y se dispuso a mirar por la ventana. Ron parpadeaba, incrédulo aún. Harry había comenzado a pasearse por la habitación. Annie bajó la mirada hacia su regazo.

-Harry, ¿qué estás haciendo? ¡No creo que debas mirar por aquí cuando él no está!

Annie ni siquiera levantó la vista. Se había quedado sin ánimos. Ella sólo quería ayudar pensando en posibilidades y..

Escuchó a Harry bajar de la escalera.

¿Qué ocurre? -preguntó Hermione mientras Harry descendía las escaleras, pero antes de que pudiera responderle, Xenophilius alcanzó los escalones superiores llegando desde la cocina, ahora trayendo una bandeja cargada con tazones.

-Señor Lovegood, -dijo Harry-. ¿Dónde está Luna?

-¿Perdón?

-¿Dónde está Luna?

Xenophilius se detuvo en el último escalón.

-Ya... se os lo he dicho. Está abajo en el Puente Botions pescando Plimpies.

-¿Entonces por qué ha preparado esa bandeja sólo para cuatro?

Xenophilius intentó hablar, pero no le salió ningún sonido. El único ruido que se oía era el traqueteo continuado de la imprenta, y un leve repiqueteo en la bandeja cuando las manos de Xenophilius temblaron.

Annie y las Reliquias de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora