"Justo a tiempo" 《WangXian》 Fanfic

XXIII. "Lado Vacío"

Podía sentir el tiempo pasar de forma lenta esa mismo noche; sentía que las horas se volvían eternas, estaba tan deprimido y ansioso por todo lo que había vivido en tan solo días, en un instante vivió el más dulce sueño y disfrutaba la ambrosía del primer amor y en segundos el infierno se abría paso en su vida, debió haberlo esperado, había tocado el mismo cielo y obtenido el más precioso tesoro era de esperarse que el infierno viniera atado a él. Mientras más pensaba más se sentía frustrado, sus emociones eran un huracán, se encontraba dando vueltas por toda la cama tratando de buscar una posición cómoda para poder descansar, lograba encontrar una y en minutos volvía a buscar otra posición hasta dejar sus sábanas esparcidas por todo el piso.

Harto de esto a la mitad de la noche se levanta, sale con todas sus fuerzas de su cuarto, se pone sus botas y ropas para dirigirse a buscar un poco de agua, tal vez con esto lograra conciliar el sueño, el frío de la noche lo mantenía despierto, lo hacía sentir con vida de nuevo, era algo tan refrescante que por primera vez en toda esa semana de dolor su corazón se sintió tranquilo y en paz como si todo el peso de sus hombros hubiera desaparecido aunque podría afectar su salud sabiendo que estaba enfermo pero quedarse acostado solo lo hacía sentir peor, como una basura, en palabras que diría Madam Yu. Tomó una jarra, la llenó de agua y se la llevó a su cuarto junto con unos bollos que se encontraban aún calientes sobre la mesa— Bollitos para Xian-Xian, claro que sí, el mundo al fin se pone a mi favor— se dijo así mismo para salir a hurtadillas hasta su habitación, sentarse en su cama, abrir la ventana y recargarse en la orilla pensando en todo lo que ha pasado, nadie pensaría que un hombre como Lan Wangji podría dominarlo, bueno, no como todos pensarían sino con amor; con solo escuchar su dulce voz regañandolo, todas las mañanas se dedicaría a tenerlo bien peinado, arreglaría sus ropas una y otra vez, con solo tocar su mano lo podría detener de una pelea desastrosa, un sutil beso lograría que se cohibiera cambiando una actitud tímida, y con una ligera caricia en su cuerpo lo tendría a sus pies. 

Con un suspiro de melancolía y añoranza brotando de sus labios se decidió a realizar aquello que le había prometido a su amado, quizás no era el mejor momento pero esperaba que escribir la carta para su pareja lograra apaciguar su corazón o por lo menos distraer su mente...y estaba funcionando llevaba minutos tratando de pensar una forma de comenzar su carta ¿debería empezar con un saludo formar? con esa idea en mente comenzó a escribir su carta <Joven amo Lan ...> al terminar de escribir esa línea no pudo evitar empezar a reír de diversión seguramente si enviará una carta con un tipo de saludo así solo lograría que el Joven Lan se preocupara por él al pensar que posiblemente deliraba de dolor o peor aún que alguien le quería jugar una broma porque no había universo alguno donde el gran Wei Wuxian escribiera de forma tan elegante, lo mejor era pensar otra opción, con una sonrisa traviesa escribió <Conejito de mi corazón...> apenas soltó el pincel se llevó las manos a los labios para evitar que el sonido de su risa traspasara las paredes de su cuarto <<Pfft>> y en ese segundo solo un pensamiento rondaba por su mente pensaba que seguramente si Lan Wangji leyera eso diría "Ridículo" los lóbulos de sus orejas tomarían un sutil sonrojo y destruiría la carta en un solo instante, con solo imaginarlo podía sentir la alegría azotando su corazón, su amado se vería tan avergonzado y adorable que las mariposas en su estómago no dejaban de revolotear hasta incluso pareciera que en lugar de mariposas tenía conejos saltando de un lado a otro, de verdad quería enviar este saludo, estaba tan emocionado por ello, deseaba con toda su alma ver la reaccion que tendria, ese era el saludo perfecto, estaba decidido hasta que recordó que no podía arriesgarse a que el muchacho rompiera su carta sin siquiera leerla y toda su emoción se desinfló en segundos; dejando salir un suspiro de desilusión arrugó la hoja en una bola y la lanzó al piso con todas las demás y se dejó caer en su cama, lo mejor era comenzar con un saludo normal pero con su toque personal y con esa elección tomada se reincorporo, tomó de nuevo el pincel, una nueva hoja, y comenzó a escribir.