《^ HUMAN ^》

II. DUELO

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Pasaron los días sin encontrarme con ella, no respondía mis llamadas, ni me abría la puerta. Lo intenté incontables veces hasta que, al intentarlo por última vez, vi aparecer a un hombre de mediana edad, quien se había mudado al departamento que fue de ella todos estos años. Conversando con él supe que el depto. llevaba tiempo desocupado, ahí entendí que se había ido por completo de mi vida.

Las semanas pasaron sin tener compasión de mí, sentía un vacío inmenso cada vez que entraba al edificio, cuando me encontraba con el nuevo inquilino, cuando entraba en el elevador, cuando caminaba por los pasillos, al entrar en mi departamento, al despertar por las mañanas y ver que aún pasaba las noches dejando su lado de la cama libre, al no sentir el aroma a limón y té verde en la que fue su almohada, al encontrarme con las cosas que dejó olvidadas en el baño, al no verla con su cabello recogido preparando café, al no ver notificaciones con su nombre en mi teléfono.

No me arrepentía de mi decisión porque sabía que había hecho lo correcto, pero no alcancé a dimensionar lo difícil que sería volver a acostumbrarme a la soledad, la extrañaba, extrañaba su amistad, su presencia, sus caricias, descaradamente debía aceptar que también extrañaba tenerla entre mis brazos y oír su voz entrecortada susurrando mi nombre al llegar al clímax. Ingenuamente creí que al ser sincero evitaría que me odiara y hasta tuve la esperanza de continuar siendo amigos, nunca pasó por mi mente la idea de que pudiera desaparecer sin más.

Traté de dejar mi pena en casa, no quería que la gente me viera apenado por lo que estaba pasando, trataba de parecer alegre y despreocupado ya que nadie en la empresa sabía de mi situación, no podía exponerme ahora ¿cómo podría decir "me siento triste porque terminé con mi novia" cuando nadie sabía que la tenía? No me quedaba más que vivir mi duelo en silencio y esperar a que el tiempo hiciera lo suyo.

Solo una persona estuvo siempre en conocimiento de mi noviazgo, pero no tenía contemplado informarle de mi ruptura, lo que menos necesitaba en ese minuto era la consideración y consuelo de quien siempre estuvo en contra de mi relación, no quería escuchar un "lo sabía" o un "te lo dije", tampoco quería tener que contarle los motivos de mi ruptura, prefería que no se enterara sino hasta mucho tiempo después, cuando ya no me doliera tanto.

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