~Cap. 14~

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Capítulo catorce: Un corazón.

— Hija, despierta.

La voz suave de mamá llamaba por mí, abrí los ojos despacio. Ella estaba a mi lado con la mirada triste y sus ojos húmedos.

— ¿Mamá?—dije apenas en un hilo de voz, ella se puso de pie rápido cuando escuchó mi voz.

Besó mi frente y salió a toda prisa de la habitación gritando por un doctor.

Giré con dificultad mi cuello, levante uno de mis brazos, tenía algunas máquinas conectadas y una aguja en la piel que conectaba con la bolsa de suero que colgaba a mi lado. En el otro extremo, una máquina que marcaba los latidos de mi corazón llenaba la habitación con su chillido.

Estoy en un hospital.

Pocos segundos después, los pasos apresurados de personas que venían en mi dirección hicieron acto de presencia.

Entró mamá con una sonrisa llena de esperanza en su rostro, le seguía un par de doctores y enfermeros.

— ¿Cómo te sientes, ______?—preguntó el hombre de mayor edad, él revisaba mi pulso y las indicaciones de la máquina.

— Cansada—murmuré—. Pero, bien.

Todos sonrieron satisfechos, parecían haber recibido la mejor noticia.

— El transplante fue un éxito—añadió el otro doctor dirigiendose a mi madre y los enfermeros que iban haciendo anotaciones a medida que él les daba las indicaciones.

— Tuvimos mucha suerte esta vez—dijo el primer doctor con la voz cálida—. No es sencillo dar con un corazón, y para tu caso fue justo a tiempo.

Todos parecían estar felices, mi madre más feliz y agradecida.

Tras unos momentos de revisiones y conversaciones entre los médicos, se marcharon de mi habitación para dejarme a solas con mamá.

No recuerdo mucho de lo sucedido, tengo vagas imagenes de esa noche cuando mi corazón dejó de trabajar.

— Tu padre viene en camino—susurró ella con una sonrisa cálida, se acercó a mí para acariciar mi cabello—. Todos en casa estan felices por ti, tus abuelos te envían muchos besos.

— Gracias—susurré despacio, una sonrisa débil se dibujó en mi rostro.

— No te esfuerces, ¿bueno?—besó mi frente para luego volver a sentarse a mi lado.

La mire en silencio, pude ver el cansancio plasmado en su rostro. Quizás, cuanto tiempo ha estado esperando con tener esta oportunidad, puede que se haya quedado junto a mí en todo momento.

Sentía mi pecho cálido, disfrute tanto de su presencia que llegaba a sentir nostalgia.

Como sí en algún momento ella me hubiese faltado...o peor aún, que alguien me la haya arrebatado.

Ha de ser por los efectos post-operatorios.

Calmé mis pensamientos para luego volver a cerrar los ojos despacio, quería volver a ese sueño.

Donde una suave voz llamaba a por mi nombre entre el viento.

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— El doctor dice que todo está evolucionando bien, somos muy afortunados...

— ¿Cuando podremos llevarla a casa?

— Ha pasado un mes desde que despertó, puede que pronto le den el alta.

Hilo Rojo / SabitoxLectoraUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum