~Cap. 05~

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Capítulo cinco: Sinceros.

Mientras el trío de amigos entrenaba arduamente para cortar la roca, ______ se encontraba en un sueño profundo y reparador, por su parte Urokodaki se dedicó a buscar hierbas medicinales para calmar el dolor y la hinchazón del tobillo de la chica.

______ comenzó a soltar algunos suaves quejidos, mantenía sus ojos cerrados con fuerza debido a que una pesadilla terminaba con su pequeño descanso.

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No corras pequeña—la voz de ese demonio llenaba todo el bosque—, puedo sentir tu aroma en todos lados...aunque quieras ocultarte de igual forma te encontrare.

Mis piernas trataban de llevarme lo más lejos mientras buscaba con la mirada algún escondite.

Sangre...la sangre bañaba mis manos y parte de mis ropa, pero no me dolía ningún rincón de mi piel...esta sangre no es mía.

Mis manos temblaban, observé que ya no traía mi katana conmigo.

— Uno...dos...tres pequeños zorritos—dijo entre risas—. Aún tengo espacio para una más...

El demonio reía fuerte, comencé a desesperarme.

¿Zorritos? ¿Qué quiere decir con eso?.

Seguía corriendo, la desesperación llenaba cada rincón de mi ser.
Hasta que una mano con uñas largas agarró mi tobillo derecho haciendome caer, él comenzó a arrastrarme con velocidad hasta dejarme frente a su asqueroso rostro.

Me levantó dejandome suspendida en el aire colgada aún sostenida de su mano, él reía fuerte mientras murmuraba cosas que no lograba comprender.

— No te preocupes...ya estaras de nuevo con tus amigos...

Abrió su gran boca y me acercó a él, cerré mis ojos con fuerza mientras un grito desgarrador salía de mi garganta.

Lo había visto, entre sus dientes, los trozos de los haoris que usan Makomo, Giyuu...y Sabito.

Desperté de forma brusca, el sudor caía por mi frente mientras mi pecho subía y bajaba a gran velocidad.

Fue tan real—murmuré entre dientes, apoye una mano en mi pecho tratando de calmarme, mi corazón latía tan rápido y fuerte que dolía.

¡_____!—la voz de Sabito llegó a mis oidos como un salvavidas.

Sentí sus apresurados pasos hasta que llegó a mi habitación, la preocupación de su rostro no se desvaneció incluso cuando estuvo a mi lado abrazandome.

¿Qué sucedió?—su voz suave comenzaba a calmarme—, ¿un mal sueño?.

Asentí en silencio, dejé que su aroma me llenara por completo.

Tranquila—murmuró mientras acariciaba mi cabello—, fue solo un sueño. Estoy aquí para ti.

Sus sinceras caricias lograron relajarme, me quedé entre sus brazos hasta que mi cuerpo se normalizó.
Tras unos minutos en silencio [Los cuales desee que fuesen eternos] nos separamos de aquel abrazo y nuestras miradas se encontraron sin demora.

¿Mejor?—preguntó con una suave sonrisa.

Si, gracias Sabito—respondí correspondiendo a su sonrisa—. Creí que estabas tratando de cortar la roca, ¿cómo llegaste tan rápido?.

Hilo Rojo / SabitoxLectoraWhere stories live. Discover now