Nuestra rayis será una más de los tantos niños que el mayor; Urokodaki, ha estado entrenando. Creció junto al grupo de Sabito, Makomo y Giyuu, por lo que formó una linda amistad con ellos tres.
El tiempo comenzó a pasar, y al igual que las estacione...
Abrí mis ojos despacio una vez que sentí mi cuerpo más tranquilo y descansado. Una suave luz lograba atravesar mis párpados, aquello terminó por obligarme a despertar.
— Al fin despiertas—una voz joven llegó a mí de forma sorprendente, le busqué con la mirada nerviosa por la presencia de aquel extraño, me sobresalté al verlo junto al futón en donde descansaba mi cuerpo—, Urokodaki se alegrara cuando regrese.
— ¿Quién eres?—pregunté ignorando sus palabras alegres, su rostro confundido por un segundo me inquietó.
— Mi nombre es Sabito—respondió con una sonrisa amplia—, desde hoy seremos familia.
Mis ojos chocaron con los suyos; una mirada amable e inocente fueron los primeros en recibirme. Su cabello color carne resaltaba en el lugar, pero lo que más llamó mi atención fue una cicatriz en su rostro. Él pareció darse cuenta de lo que había llamado mi atención, llevó una de sus manos hasta el y la tocó suave.
— ¿Esto?—preguntó asegurándose de mi atención, asentí en silencio—, es un recuerdo que me dejó el demonio que terminó con mi familia.
Me sentí mal por haber hecho que él me hablara de ese tema, escondí la mirada clavando esta entre mis manos.
— Lo siento—murmuré apenada.
— No te preocupes—dijo con la voz suave, levanté la mirada y pude ver una amplia sonrisa en sus labios—. No soy el único que lo ha pasado mal, supe que tú también perdiste a tu familia de la misma forma.
Los recuerdos fugaces y crueles de ver a mis padres muertos frente a mí, y la fría y perdida mirada de mi hermano mayor nublaron mi mente. Sentí mis ojos humedecer de forma brusca, no los había llorado en su totalidad. Sabito pudo ver mi reacción por sus palabras, escuché que maldijo para sí mismo por su error y se lanzó para abrazarme con sus delgados brazos.
— ¡Lo siento! ¡Lo siento!—repetía nervioso, apoyó mi rostro en su pecho—. Soy el peor anfitrión, sabía que era mala idea. Urokodaki me matara.
No pude evitar soltar una pequeña sonrisa ante su voz nerviosa y alterada, pero el calor de su cuerpo me embriagó tanto que dejé mis emociones florecer sin límites. Una vez más tranquila me separé de su abrazo para chocar con esos ojos profundos.
— Gracias—susurré—, me dejé llevar por mis emociones. Ahora me siento más tranquila.
Él me vio con sus grandes ojos gris lavanda, sentía una paz inexplicable cada vez que chocaba con su mirada.
— Aún no me dices tu nombre.—sonrió.
— Mi nombre es ____.
Extendí mi mano y él la aceptó gustoso.
— Es todo un placer conocerte—dijo mientras nos dábamos un apretón de manos, correspondí a su sonrisa de igual forma.
Reímos despacio por el grato ambiente que había nacido entre nosotros. Sabito propuso que ya era hora de dejar el descanso, por lo que me dijo supe que he estado dormida por dos días desde que llegué a la cabaña de Urokodaki.
Salimos del cuarto y caminamos hasta la parte trasera de la cabaña, a medida que nos acercábamos escuchaba las voces desconocidas de otros niños; una femenina y una masculina.
— ¡Giyuu! ¡Makomo!—gritó Sabito entusiasmado una vez que logramos divisar ambos cuerpos, los nombrados se encontraban entrenando con katanas de madera.
Ellos dejaron lo suyo para acercarse a nosotros corriendo.
— Ella es ____, vivirá con nosotros—habló mi amigo con una sonrisa amable.
— Eso ya lo sabíamos—habló la chica con una sonrisa—, no es necesario que quedes de "adulto responsable" frente a ella. Tenemos todos la misma edad.
Pude sentir el cuerpo de Sabito sobresaltarse por la acusación de la chica, le miré de reojo y un suave sonrojo aparecía en su rostro.
— N-No es eso—respondió con la voz nerviosa.
— Ignóralo—añadió la niña de cabello negro—. Mi nombre es Makomo, espero que seamos grandes amigas -sonrió-.
— Es un placer—respondí con la voz tímida. Llevé mis ojos hasta el muchacho de cabello largo y negro que se encontraba a su lado.
— Y él es Giyuu; no suele hablar mucho—volvió a hablar la chica adelantándose al pelinegro que parecía si querer hablar.
Reí despacio al conocer las divertidas y extrañas personalidades de quienes serán desde hoy mi nueva familia, una sonrisa melancólica se dibujó en mis labios, creo haber sentido la mirada de Sabito puesta en mí. Giré mi rostro para hacerle frente con su mirada, pero justo apenas nuestros ojos chocaron él apartó su vista para observar al lado contrario.
— ¡Urokodaki ya viene!—chilló Makomo con una amplia sonrisa, me tomó de la mano y corrimos en dirección a la figura mayor que venía apareciendo poco a poco desde el bosque. Vi a lo lejos el rostro ruborizado de Sabito, sentí una extraña sensación en mi pecho al verlo de esa forma.
— M-Makomo, espera—dije un poco nerviosa a medida que nos acercábamos—. No lo conozco, al igual que él no me conoce...no quiero causar una mala impresión.
— No lo harás—dijo riendo entusiasmada—, Urokodaki nos quiere a todos por igual, somos sus hijos.
Mis pupilas se dilataron por sus palabras llenas de cariño y sinceridad, un padre, una familia, yo que lo perdí todo hace tan poco, ahora volví a encontrarlo. Asentí en silencio, la felicidad se adueño de mi rostro al igual que de mi interior. Llegamos hasta el mayor que venía ya cerca de la cabaña, un hombre de apariencia fuerte, cabello gris, haori celeste con nubes blancas, y una particular máscara en su rostro.
— ¡Urokodaki! ¡Urokodaki!—chilló Makomo apenas llegamos a su lado—. Ella es ____, está bien. Ya nos encargamos de presentarnos todos, por favor debes presentarte tú también.
El mayor en silencio escuchó las palabras de la pelinegra, dejó en el suelo unos troncos que traía consigo y se puso de cuclillas para quedar a mi altura. Sin decir nada, él extendió sus brazos ofreciendo su abrazo como refugio. De forma fugaz, el rostro de mi padre se posó en la máscara de él. Sin dudarlo, me lancé a sus brazos para dejarme rodear por ese calor paternal que creí haber perdido para siempre.
— Bienvenida, ____. Desde hoy eres parte de esta pequeña familia.
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Nuevos martes de Sabito♡~
Espero que les este gustando esta idea, me agrada mucho escribir sobre él ><
