A penas entré, me dirigí a recepción, no sabía que debía decir, o si acaso me preguntarían algo y estaba segura de que no sabría qué responder. Una mujer muy amable me atendió y apenas dije el nombre de Hoseok, lo tecleó en la computadora.

— Está en la sala de emergencias número 112. Si avanza por este pasillo y dobla a la izquierda la encontrará.

— Muchas gracias — agradecí y fui hacia la sala un poco más calmada. Si estaba en la sala de emergencias no debía ser algo muy grave o si no lo hubieran derivado a otro lugar... o al menos eso esperaba.

Un cartel con la palabra "Emergencias" anunció que ya estaba allí. Ciento nueve, ciento diez, ciento once y por fin, ciento doce. Abrí ligeramente la cortina, encontrándome con Hoseok recostado sobre la camilla, sin sudadera y con un apósito en su abdomen. Abrió los ojos y ambos chocamos miradas por unos segundos antes de que la apartara y avancé hacia la camilla sintiendo la mirada de Hoseok aun en mí.

— ¿Qué te pasó? — le pregunté, pero antes de que él pudiera responderme, la cortina se abrió por completo dejando ver a la doctora.

— Tú debes ser Haruka, ¿verdad? — preguntó con una sonrisa y asentí. — Genial, así les puedo decir a ambos a la vez. Tuviste mucha suerte, la herida fue superficial y no se ve infectada, pero de todas formas te recetaré un antiséptico para prevenir — le dijo a Hoseok y luego su vista se dirigió hacia a mí. — Le aplicamos una inyección y hará efecto en unos veinte minutos más, le dará sueño y es por esto que no debería conducir. Si llegara a tener fiebre alta, deben traerlo de inmediato y por favor, dígale que no se meta en líos.

— Lo haré — respondí y Hoseok solo rodó los ojos. La doctora me entregó la receta antes de irse y Hoseok se puso su camiseta.

Vi un par de veces a Hoseok hacer muecas de dolor, pero ni una sola palabra salió de su boca, haciéndome preguntar si aún seguía molesto por lo de la otra vez.

— Solo te llamé porque no quería preocupar a mis padres y mucho menos a Jiwoo. — Genial, si seguía enojado y a parte me decía esto con toda naturalidad.

— Entonces déjame decirte que hiciste que me perdiera una buena fiesta.

— De seguro no era tan divertida.

— No tanto como la tuya al parecer — respondí y una leve sonrisa se formó en los labios de Hoseok. — No, es en serio, ¿Qué te pasó?

— Eran peleas y...

— ¿Te golpearon? — pregunté asustada y sorprendida.

— Déjame hablar, Haru. Y no, no me golpearon — respondió. — Las luces se apagaron, creí que era por la policía y arranqué pero sentí que alguien me tiraba hacia atrás. No sé cómo, pero lo golpeé y logré salir de ahí, pero al parecer no totalmente ileso — dijo apuntando hacia la herida. — Suga dijo que fue con un cuchillo o algo así.

— ¿Alguien trató de...

— No lo sé, iba a entrar nuevamente pero la policía estaba ahí. Ellos me trajeron hasta aquí, por mí hubiera dejado que Suga me curara antes de volver a un hospital, es enfermero y sabe de esto.

Me sorprendí de lo que Hoseok me acababa de decir, jamás se me pasó por la mente que Yoongi podía ser enfermero, pero había escuchado algo que me intrigaba aún más, ¿Hoseok había dicho "volver" a un hospital?

— Sube al taxi — dijo Hoseok sacándome de mis pensamientos. — A la comisaría, por favor.

— ¿Qué? — le pregunté a Hoseok.

— ¿No me escuchaste? La policía estaba ahí, me salvé por estar herido, pero Yoongi no.

— Debes ir a casa y descansar, yo iré por él.

Perfectly Imperfect (#1); Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora