~Capítulo 27.

1.9K 156 37
                                    

-Lo siento, pero no puedo atender tu llamada, espero una importante.

Maryse colgó y desconectó el telefono. Sintió su corazón arder pero ¿qué otra cosa podía haber hecho?

~~

Magnus habría dicho que no pero ¿cómo no salir detrás de su padre cuando habían varios escoltas estrategicamente posicionados para obligarlo a ir?

-Un loft-dijo Magnus-, ¿no era mejor un callejon en un barrio pobre? Siempre he querido recrear las escenas de películas sobre delincuentes.

-¿Eso es lo que crees que soy? ¿Un delincuente?-sonrió Asmodeous, sentandose en un enorme sillon de cuero negro.

-Sin duda. Y con muy mal gusto, todas esos cuadros tan mal combinados con tus muebles, puedo recomendarte una diseñadora de interiores que haría de este lugar un palacio.

Asmodeous sonrió, realzando sus pomulos. No se veía viejo, en realidad, Magnus estaba sorprendido de que su padre luciera tan joven, aunque siempre estaban las cirujias plasticas. Y aun así, no creía que ese hombre hubiese pagado alguna. Por alguna razón pensó en Dorian Gray.

-Dejá atrás tu cinismo y sarcasmo, Magnus. Sientate, ¿vino, champagne? Tengo una colección envidiable.

-Prefiero que me digas a que me has traído.

-¿Acaso no puede un padre querer compartir tiempo con su hijo? Dime, ¿como están tus amigos? ¿Ragnor, Catarina?

-Felizmente no involucrados contigo-contestó Magnus, frunciendo el ceño.

-¿Y que hay de ese chico por el que, según me he enterado, tienes un gran aprecio? Alexander Lightwood.

Magnus se tensó. No le sorprendía que supiera sobre Ragnor y Catarina. Ellos habían estado con él la primera vez que vio a su padre, pero ¿Alec? ¿Cómo podía saber de él? Alec ni siquiera sabía el nombre de Asmodeous. Ni ha que se dedicaba. Esa era una parte de Magnus que prefería mantener oculta.

-Te has sorprendido-sonrió Asmodeous-, tal vez te gustaría saber que tu inquietante proximidad al chico y descubrir su paradero ha molestado a una antigua amiga mía.

-Entonces sigues teniendo tratos con Lilith-Magnus dijo, sin saber porque eso debería ser chocante, pero lo era.

-Ella me ha pedido que te mate.

-¿Entonces por qué sigo vivo?

Asmodeous observó a Magnus por largos segundos antes de hacerle señas a sus escoltas para que salieran de la habitación.

-Porque eres mi hijo, Magnus. La dulzura que fue tu madre no pudo deshacerse de ti, y el arrogante de tu padrastro aunque lo intentó, no lo logró. ¿Por qué iba a destruirte yo cuando puedo darte todo esto? El día en que mi vida acabe, ¿a quien si no a ti voy a dejarle todo esto?

-Tienes otros hijos-le recordó Magnus.

-Y de todos tu eres el mejor.

Magnus sentía que algo acido perforaba su estomago. Sabía que eso era una distracción. Tenía que serlo. ¿Qué otra razón había para esa propuesta?

-Jamás aceptaré. Lo sabes.

-Pero Magnus, yo puedo hacer que Lilith libere a tu amante. ¿No sería eso un precio justo? ¿La vida del chico  a quien amas, por tu vida a mi servicio? Y ni siquiera tendrías que dejarlo. ¿No sería trágico que todos esos chicos murieran por tu buena moral, cuando podrías salvar a quien de ellos amas?

-No puedes...

-Quedate a mi lado, y tendrás a Alexander.

~~~

~Extasis de ángel~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora