Capítulo 2: JK#1

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Nota:

Puessss hemos quedado de acuerdo en publicar cada viernes. Toda la historia ya está escrita, pero todavía no sabemos en cuántos capítulos quedará dividida. :)

btw, importante: esto es vmin endgame. Hay mucho, muchísimo jikook, pero vmin wins, sorrynotsorry. Bajo aviso no hay engaño.

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La fiesta se iba a descontrolar, razón por la cual metió un sobre de lubricante y preservativos extras en la cajuela de su todoterreno. Debía admitirlo, le gustaba todo lo extremo. Era, hasta cierto punto, tosco. Bien podía ser su juventud o bien que tenía todo para serlo. Jungkook era relativamente nuevo en la agencia, pero su talento natural para posar y su belleza lo habían hecho escalar puestos entre los mejores, tanto que se hizo amigo del rostro de la firma. Era predecible que cada vez que Taehyung iba a una pasarela, contrataban también a "JK", como le llamaban en el mundo del modelaje.

Arrancó el auto y observó su mano tatuada con las iniciales de su madre, aferrada al volante. Escuchó a un grupo recién descubierto de rock japonés en el sistema de audio y antes de que terminara la tercera canción, se encontraba aparcando en la casa alquilada para el evento. La agencia pensaba en todo, no por nada era una de las mejores en la industria y con renombre a nivel internacional.

Entró, saludando con ligeros arqueos de ceja a uno que otro conocido, y un trago fue puesto a su disposición antes de siquiera pedirlo.

—Hola, precioso.

Recibió el halago sin inmutarse y agradeció con una ligera inclinación a la recién ingresada a la agencia, un ex ángel de Victoria's Secret. En realidad, trabajaba con mujeres y hombres guapos todo el tiempo, por lo cual no buscaba eso en un entorno glamoroso y decadente donde la belleza era moneda común. Generalmente, escudriñaba algo más, algún tipo de interés extra, un sex appeal diferente. Abandonó el trago unos pasos después de alejarse de ella, y pidió a un barman que le preparara un whisky doble en las rocas. Se apoyó en la barra y su mirada se perdió hacia la pista. No pudo evitar soltar una carcajada al ver a Hoseok golpeando suave sus caderas hacia un Yoongi bastante incómodo, que lucía mortificado al ser el centro de atención.

—Creo que hoy sí se divorcian —sentenció Taehyung, llegando a su lado. De manera automática chocaron los puños.

—¿Cuánto tiempo tienen de pareja?

—Casi cinco años, según he escuchado. Y ves, si nadie te dice que están juntos, uno no se da cuenta. Son extremadamente profesionales mientras trabajamos.

Jungkook asintió, al mismo tiempo que su mirada se dirigía a la entrada del lugar. Su boca literalmente se secó de pronto. Un muchacho menudo apareció en el andén, pantalones de cuero negro adheridos a los muslos más perfectos que había recordado ver en siglos, y unas botas con un ligero tacón. Recorrió con los ojos el torso delgado, pero bien definido, y podría haber jurado que cierto halo de luz iluminaba a ese chico rubio de cabello ligeramente largo, acicalado hacia atrás.

—Creo que estoy borracho —dictaminó, dándole un trago a su whisky. A continuación, sacudió la cabeza, queriendo creer que estaba alucinando.

—¿Por qué lo dices?

—Porque acabo de ver a la criatura más fascinante...

—¿Ah, sí?

—Rubio y con cuerpo divino vestido en cuero... y ahora se dirige hacia aquí. —La mirada que recibió de Taehyung no le ayudó en nada, no podía descifrarlo. Aunque había aprendido que era utópico querer comprender siempre al otro modelo—. ¿Luzco bien?

Llamas gemelasWhere stories live. Discover now