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Aunque este lugar me gustaba en muchos aspectos, no podía quedarme tengo un deber soy una cazadora, se suponía que debía terminar mi misión, no que alguien viniera y lo acabara de la peor manera, aunque esas personas lo merecían por hacer tanto daño.
- Señorita (t/n) que bueno que ya despertó, el desayuno ya está listo.
- Muchas gracias Saki, eres una linda persona.
Saki es una de las seguidoras de Douma, una linda persona que me a ayudado todo este tiempo que estaba aquí, además es muy lindo disfrutar de su compañía.
- Me enteré de que estuviste con Douma-sama la noche pasada.
Aquella mención me hizo escupir el té que estaba bebiendo, al escuchar el contexto cualquiera pensaría mal. Me estaba ahogando por el agua que había inquirido, haciéndole preocupar.
- ¿Estás bien (t/n)? - pregunto preocupada por la escena de hace unos momentos.
- Si estoy bien... ¿Dónde has escuchado eso? - dije refiriéndome a lo que había dicho anteriormente al incidente.
- Lo escuche de una de las muchachas, mientras cuchicheaba con otras, demasiadas chismosas, ni te imaginas las caras que ponían.
En realidad, si lo imagino algunas de ellas me miraban con mala cara, se notaba que a ninguna de ellas le agradaba a excepción de Saki y la señora Nozomi.
- No entiendo porque se arman tanto drama solo estuvimos platicando en el jardín, de eso nada más paso.
- Están demasiadas celosas de que Douma-sama se preocupe por usted, sabes el jamás puso atención a ninguna de ellas y contigo pues es muy diferente, envidien aquel trato y desean que eso fuera para ella.
Con lo último que dijo me hizo sonrojar, si notaba que el me brindaba atención, pero no con alguna intención, yo solo veía preocupación, no era nada malo, acaso para ellas si era así.
- Si no fuera por Douma-sama ya te hubieran echado - eso era demasiado obvio ya había enfrentado muchas de sus venenosas miradas y lo que menos expresaban era que me querían.
- Bueno muy pronto mi presencia les dejara de molestar-solté de repente.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque muy pronto me iré de aquí, Saki.
- Te iras ¿por qué? Si es por ellas le podemos decir a douma-sama.
- No es por eso... tengo un hogar y mi familia debe estar preocupada.
- Tienes razón... ¿Le has dicho a Douma-sama?
- Aun no, tengo que decirle cuanto antes ya no puedo atrasar más esto.
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★POV. NARRADORA ★
Después de que Saki se fuera, te quedaste aun en tu habitación no tenías mucho que preparar pues casi nada de allí te pertenecía tu traje de cazadora había sido remendada por la señora Nozomi, le agradeciste demasiado por aquel gesto, ahora lo único que te quedaba era hablar con aquel rubio que te había ayudado.
Ibas en camino a la habitación en donde atendía a todos sus seguidores. Como aún era temprano permanecía ahí, tocaste aquella puerta corrediza y escuchaste un pase, su imagen era perfecta, se le veía magnifico sentado en aquel pedestal.
- (t/n) que gusto verte tan temprano ¿A qué se debe tu visita?
Ni siquiera tenía idea a que habías venido, eso era lo que tu pensabas, pero en verdad es que era todo lo contrario al ver que tenías puesto nuevamente ese traje de cazadora lo sabía claramente.
- Agradezco mucho todo lo que me ha ayudado, ni siquiera sabría como pagarle.
- No es necesario lo que hice fue por una buena intención, haber salvado tu vida, es lo mejor que pude haber hecho lo último fue un susurro casi inaudible para ti.
- Lo sé - soltaste.
- ¿Entonces...? No creo que hayas venido para eso ¿verdad?
- No. A lo que venía era que... bueno yo.
Era un poco difícil de articular las palabras, por ti fuera te quedarías mucho tiempo, pero tu situación era complicada.
- Toda esta estadía aquí ha sido increíble, aunque haya sido poco tiempo hay personas que le he tenido tanto a precio incluyéndolo, pero...
- Tienes un hogar a donde volver, ¿no es así? - asentiste - estoy feliz que te hayas recuperado. Si quieres irte ya es una decisión que has tomado por ti misma, yo no puedo retenerte.
- Muchas gracias Douma.
Ver una sonrisa en tu rostro hacia saltar de emoción su corazón, nuevamente se envolvía de la misma calidez que había sentido como en el contacto de sus manos, era embriagante.
- Ya te dije que agradecerme es lo de menos - dijo nuevamente.
- Aunque sea así jamás dejare de hacerlo respondiste.
Sus miradas aún permanecían juntas, no te habías dado cuenta cuando se había levantado de aquel cómodo asiento para acercarse a ti, teniendo pocos centímetros de distancia, había tomado tus manos, acariciándolas con la yema de sus dedos.
No parecía extrañarte pues estabas perdida en su contacto, ni siquiera pensabas en alejarlo o decirle que se detuviera, aun sin dejar de mirarte, una de sus manos te atrajo más a él y la otra tocaba con delicadeza tu mejilla su tacto era tan suave.
Su vista ahora estaba en tus labios, tan deseosos que quería besarlos todo era perfecto, nada lo podría arruinar.
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CONTINUARA...
Espero que esté capítulo les haya gustado y muchas gracias por el apoyo que le dan a mis historias
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Aquí les dejo un dibujito de Shinobu que hice no sé si me salió que opinan 🌈💚🌈
