Te quiero, Iceman.

43-MI POBRE EGO

Mientras impostaba un sonrisa bien ensayada de rostro completo miro a Kimi que estaba observando la sesión parado estoicamente indiferente unos pasos detrás del puesto del fotógrafo.¿Qué cosa acababa de insinuar el hace solo unos segundos? Se preguntó a sí misma, mientras su mente trabajaba tan rápidamente que no era capaz de quedarse con un pensamiento el tiempo suficiente para hacerse la idea completa de que trataba. Se dejó dirigir para cumplir con la sesión del fotógrafo y sonriendo cuando debía sonreír terminar de una vez por todas, hasta que se vio en la forzosa sitúacion de Ian foto sola con su hermana.

Kimi los miró con mal sabor de boca a todos en aquel cuadro lleno de dientes blancos y gestos falsamente felices, cuando lo mas probable es que no podrían  estar encerrados en un mismo cuarto sin atacarse el uno al otro. Que fácil era fingir y que natural le salía a todos ellos. No podían ser más diferentes, su familia y la de ella.

Mika se paro junto a su hermana, tan cerca que podía sentir su calor, giró la cabeza y la miró, pensando que apesar de todo estába muy guapa, como toda una novia ilusionada y enamorada, cosa que la lleno de tristeza, sin pensarlo le pasó la mano por la mejilla en un caricia fugaz e inocente llena de pena antes de volver la cabeza y sonreír a la cámara.

- Muy bien, gracias, gracias- dijo el fotógrafo lego de varias tomas levantado la manos - serían todas las grupales, gracias a todos

Mika asintió, miro un segundo a Kimi que seguía en el mismo sitio, solo que estaba hablaba por teléfono en ese momento, aunque no dejaba de mirarla, ella le guiño el ojo y el le regalo una pequeña sonrisa, se dispuso a ir hasta el pero se detuvo de golpe cuando su hermana la cogió del brazo con la fuerza suficiente para hacerla dar un respingo.

-Hermana...espero que te quedes a disfrutar la fiesta, - dijo está en voz baja, y una mirada penetrante.- para celebrar el día más feliz de mi vida- agrego antes de mirar a su nuevo esposo, parado no muy lejos.

Mika sonrió lentamente pero era un sonrisa con algo de desagrado

- no lo sé, creo que Kimi debe volver y prometí acompañarlo- comento y luego le dió un toque en el brazo para que la soltara porque la sujetaba con mucha fuerza y le estaba clavando las uñas en la piel.

- Bueno, espero que te quedes y disfrutes tanto bebas, bailes y compartas- dijo con aire esperanzador-... Que no te queden ganas de volver pronto, meses o mejor años y te quedes fuera de Helsinki y de nuestra vista- dijo su hermana antes de esbonzar una sonrisa dulce - Quiero un matrimonio feliz, y tú presencia aquí solo logrará sabotearnos; eres un problema ambuelante siempre metiendo tus narices donde no te llaman- siseo entre dientes. Luego la soltó.

Mika escucho y la miró con atención, antes de moverse y sujetar a su hermana con las manos de los hombros con delicadeza, le sostuvo la mira para un segundo después acunarle la cara, bajo ligeramente la cabeza y levantó las cejas, sintiendo ese extraño cosquilleo que a veces sentía cuando miraba aquel rostro tan parecido al suyo.

-Te deseo lo mejor del mundo- dijo con sinceridad, pues sabía que poco podría hacer para salvar a alguien que no quería ser salvado- que tengas un matrimonio feliz y próspero, con ese hombre violento, cruel, desleal e infiel que tanto amas - añadió. Luego sonrió ampliamente, y hablo lentamente - Te voy a aclarar una cosita...Iré y vendré a dónde y con la frecuencia que mejor me parezca y me sea más conveniente a mi... No a ti, ni  los que te mandaron a dar el mensaje.- la zarandeo un poco de los hombros haciendo que esta se enderezara completamente - Por otra parte, a mí no me endilgues la estabilidad de tu matrimonio.

Su hermana la miro fijamente, con aire de consternación, entonces Mika se inclinó y le dio un beso en la mejilla antes de abrazarla con fuerza, y a su oído dijo: