57- Responsable de nada

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Mika miró a las dos nuevas personas en su mesa y se preguntó si estaban siendo objeto de una de esas bromas televisadas donde te hacen parte de una trama a tu costa para hacerte la pasar mal y al final salen diciendo que era todo un chiste. Incluso miró alrededor con disimulo buscando alguna cámara escondida. Tenía que ser un puto chiste.

El restaurante transcurría con tranquilidad aparente, nada parecía fuera de lo normal, entonces Mika se dio cuenta de la cruda realidad, no era una broma, en serio estaba ocurriendo aquello. Arlov Leroy estaba frente a ella y la ex  de Kimi Jenni dalhn, sentada justo a su lado.

El mundo era un pañuelo, pero uno lleno de porquería. Ella conocía a Arlov desde hacía años, era un empresario francés al que había conocido aún siendo muy chica en las reuniones y fiestas elitistas a las que solía asistir, en aquel entonces Arlov era un hombre muy cotizado, joven, intrépido, extrovertido, muy atractivo y rico. Había coqueteando con ella y tonteando fugaz e inocentemente con Mika, él era muy mayor cuando se conocieron, así que jamás había llegado más allá de palabras, algun algo y ahora que ella recordaba un casto beso. Los años le habían hecho más atractivo y rico, asique no podría reprochar que Jenni se hubiera fijado en él. Arlov parecía no haberla reconocido, aunque claro, solo tenía ojos para Kimi.

Ella miró el perfil de Jenni que no se había dignado a mirarla, parecia estar pasándolo fatal, volvió la cabeza y contemplo a Arlov, la expresión de su rostro le resultó fascinante, estaba superficialmente sereno pero algunas líneas de su gesto eran profundas y tensas, que transmitían airada conmoción, estaba incluso sonrosado de rabia, ella se dio cuenta apesar de la íntima ilustración del restaurante, sus carnosos labios tenían un gesto cruel y sus ojos un brillo salvaje, finalmente vio que le temblaba ligeramente la mano. Aquel hombre estaba a punto de explotar, pero ¿Por que carajos y que coño tenía que ver con ellos?

- ya debes saber perfectamente que hago aquí - espetó él hombre entre dientes y recostó la espalda del respaldo de la silla con brusquedad y se pasó ligeramente la mano por el el pecho justo sobre la botonera de la algo arrugada camisa, como si quisiera acomodar una corbata que seguramente había dejado atrás hacia rato, en lo que parecía un gesto apaciguiador. Mika cruzo una rapida mirada con Kimi para buscar respuestas en su cara, pero en su rostro no vio reconocimiento alguno, detras de la fachada parecía haber... nada.

Kimi estaba en blanco, ya no tenía seguridad de donde tenía los pies. Estaba molesto por la intrusión pero también completamente confundido. No entendía nada. Arlov parecía estar furioso al punto de levantarse y liarsela a golpes y por alguna razón que no lograba ubicar él parecía ser el objeto de dicha rabia ¿Que había hecho él para merecer ese espectáculo?

-¿Ah, si? - soltó Kimi en voz calma y con tono escéptico- entonces resolvamos esto, mientras más rápido mejor, nos están interrumpiendo la cena - agrego con una ceja levantada.

Arlov le sostuvo la oscura mirada un momento,  luego la desvío a Mika y en su tumultoso gesto brilló el reconocimiento y Kimi se dio cuenta de ello, se tenso al llegar a la rápida conclusión: Se conocían, apesar de la extraña situación, él le sonrió como si a su pesar, muy en el fondo ella aún le simpatizara y sintiera pena por el lugar en que se hayaba. Pero de qué va este...

Kimi empezó a molestarse un poco, vale él se había acostado con muchas mujeres pero Mika también se la pasaba consiguiéndose con conocidos.

- Mika Virtamen...- pronunció lentamente Arlov apreciativo y asintió -Cuando vi que estabas con Kimi... Bueno, no puedo negar que tiene buen gusto para las mujeres - consedio  como si fuera una sentencia y no un halago mirando a Mika con un gesto tan forzado de cortecia que era incomodo de ver.

-echando ojo a las predecesoras; no sabría si tomármelo como un cumplido - respondió ella con calma, haciendo un intento de sonrisa.

- es un cumplido- afirmó el, sin dejar de sostenerle la mirada a Mika - Te lo digo yo, que me consta. - aseguró y sus rasgos se oscurecieron un poco más . Se sostuvieron la mirada retadoramente.

Te quiero, Iceman.Where stories live. Discover now