Curiosamente todas las cosas interesantes en la vida de Kimi Raikkonen tienen alguna relación con los autos.
Mika, que nada sabe sobre fórmula uno jamás se imagino que terminaría tomándose una noche lluviosa con el mismísimo Iceman en persona.
Nunc...
Primero, estaba solo y que el lugar de Mika estaba frío.
Lo segundo, que en su dedo anular brillaba un anillo plateado con destellos azules.
Se acercó la mano al rostro. Para examinar el nuevo anillo. Era un anillo interesante, no era redondo, y tenía una cadena de lo que pensó eran zafiros que brillaban con un intenso azul y entonces se fijó en la solitaria gema morada con azul en el vértice. Se quitó el anillo y lo examino entre sus dedos, descubrió entonces que Mika lo había grabado.
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¿Y el otro anillo?¿ Y este anillo? Volvió a ponerse la en el dedo con la curiosidad de que le quedaba perfecto.
El sol entraba en raudales por los cristales del techo, así que él entrecerró los ojos, le parecían perfectos de noche, pero al despertar por la mañana ya era otro asunto. Cuando iba a apartar la sábana que le cubría para levantarse de la cama, escucho la puerta, levantó la cabeza para mirar la puerta sobre el copete de la cama y vio a Mika entrar quitándose el abrigo y dejándolo en el closet escondido en la pared de la entrada, al igual que las botas y se pasaba las manos por los brazos para entrar en calor un poco y se giró en su dirección.
Kimi vio como su rostro completo se iluminó al verle, a su vez sintió como se le llenaba el alma.
- Buen día, Iceman - lo saludo alegre y dejó un pequeño bolsito en la mesa y se acercó a él para darle un beso rápido antes de dejarse caer en la silla junto a la cama
- Buen día ¿ Donde estabas?
- Buscando ese bolsito en el auto - señaló ella
-¿Como es que te despertaste antes?- pregunto aún un poco desorientado, pensando que Mika solía despertar después que el.
- ¿Antes? Ni que fuera de madrigada. Es tarde, Iceman - le informo ella y miró el reloj en su muñeca - ya es la una de la tarde- comentó, a lo que Kimi respondió chasqueandon la lengua incrédulo.
-¿Que? - Kimi exclamo, le sujeto la muñeca y vio que efectivamente era la una y media - No es posible que haya dormido tanto - negó
- Bueno, evidentemente si es posible - señaló ella divertida.
-¿Que me hiciste anoche?- pregunto en tono acusador con cierto escandalo
Mika se rió con ganas y se cruzo las piernas con deleite .
- tu recuerdas todo lo que te hice anoche- soltó ella mirándolo intensamente y le se inclinó lo suficiente para que al alargar la mano pudo darle un toquesito bravucon con el hombro -¿Como te sientes?
- cada segundo- dijo asintiendo, luego agregó con sorpresa y con el seño fruncido- descansado. Muy bien la verdad.
Ella admiró su somnoliento rostro e insipiente barba rubia.
