Capítulo Nueve

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Valentina la iba a matar, estaba segura. Pero moriría feliz después de haber gozado del placer de estar con ella.

Estaba jodidamente buena para ser real, pensó con desesperación, mientras sentía sus dedos moverse dentro de Val.

Estaba segura que explotaría en cualquier momento. Tenerla desnuda, dispuesta y tan preparada era tan excitante, estar dentro de Valentina era la cosa más exquisita y jodidamente deliciosa que ella hubiera sentido.

Verla excitada, con esa sonrisa felina que tenía después de un pequeño orgasmo, era suficiente para saltar sobre ella y tomarla como si no hubiera un mañana. Valentina tenía la capacidad de excitarla al máximo, quizás ese era el super poder de Val.

Sus caderas buscaban sus dedos de forma instintiva, su morrita luchó para liberar sus manos de la suya, pero no se lo permitió, le gustaba tenerla aprisionada, dispuesta y excitada solo para ella.

Su cuerpo le dolía por el deseo contenido, mientras su vecina de abajo buscaba llegar a casa. Si seguían así no llegarían ni siquiera a la cama y terminarían haciéndolo en ese mismo lugar, con ella entre la pared y su cuerpo y la cama se iría al carajo. Todo su jodido plan de seducción se iría por la borda. Juliana tenía un plan y Valentina estaba atentando contra su cronograma de actividades.

Nunca en su vida había pensado tanto en sexo como en las últimas 24 horas y eso era decir poco, por que en verdad tenía una imaginación bastante fluida cuando se refería a Valentina Carvajal.

Pero el conocer en vivo y en directo lo que su imaginación había recreado y saber que se había quedado corta con referencia a la reacciones del cuerpo de Valentina, era suficiente para mantenerse jodidamente excitada todo el maldito día.

-Juliana... por favor...-

-Shh... tranquila Princesa-

Se pegó más a Valentina soltando sus manos para liberarla, instintivamente ella la rodeó con sus brazos pegándose a ella, la empujó lo suficiente como para moverla y que ahora ser Juliana la que quedara de espaldas a la pared, mientras Valentina la aprisionaba con su cuerpo. Le encantaba cuando ella se ponía posesiva y dominante con ella.

Tenía una sonrisa de satisfacción felina que le provocó escalofríos, su morrita tramaba algo y no saberlo era jodidamente excitante. La besó de una forma que casi la hace explotar, besó lentamente su mandíbula y su cuello, hasta bajar por la extensión de su pecho, dejando un recorrido húmedo al pasar de su lengua. Su bra, quedó en algún punto del pasillo. Mientras sentía los labios de Valentina aprisionar uno de sus pezones. Juliana hundió sus manos en la cabellera de castaña, no sabiendo si quería que Valentina siguiera o nunca dejarla ir. Valentina soltó su pezón con un fuerte sonido para dirigirse al otro.

-Fuck, Val. - Valentina sonrió ante la reacción de Juliana. La morena, sintió los dedos largos de Valentina tomar sus calzones favoritos y bajarlos por sus piernas, ambas quedando desnudas en el pasillo. Valentina la estaba enloqueciendo, mientras seguía con la exquisita tortura. Ahora por sus costillas y por su estomago. Sintió la lengua de Valentina lamer sus abdominales.

-¿Val?... ¿Val qué... ¡Valentina!- Fue lo único que pudo gritar cuando sintió los largos dedos de su amiga, llegar a tierra prometida, Juliana Jr estaba apunto de tener un infarto - Val... por favor...

Valentina trataba de matarla, eso era seguro. Sentir los labios de Val en su estomago, y sus dedos manipulándola, no había palabras, se aferró con sus dos manos en la cabellera de Val. Pero Valentina, siempre inquieta, siempre curiosa, no se quedó ahí.

Bajó su mirada donde Valentina jugaba con ella. Valentina le regaló una sonrisa seductora desde su posición ¿cuándo había terminado de rodillas?. Valentina dejó un beso en la parte interna de sus muslos y Juliana sintió una pequeña descarga en todo su cuerpo. No iba a aguantar mucho si Valentina seguía con eso. Maldición, necesitaba pensar en otra cosa que no fuera la sensación que le estaba provocando Valentina con su dedos y con esa imagen.

Con Sabor a MezcalWhere stories live. Discover now