Venganza

¿Recuerdas esto?

  —Buenos días, veo que estáis los tres despiertos. Vamos a empezar el día con alegría, ¿sí o no chicos?

  La puerta se abrió, y tras ella entraron un par de individuos cargados con varias mochilas. Entraron en la estancia y las dejaron caer. Crearon una polvareda que hizo toser a los tres chicos que se encontraban arrodillados en el suelo.

  —Veo que os habéis hecho amigos, ¿no? Eso está bien, así podré ver más sufrimiento en vuestros rostros. Comenzaremos con algo suave, no os preocupéis, habremos acabado antes de lo que pensáis.

  El sujeto que hablaba portaba un pasamontañas, con el que tan solo se le veían los ojos. Se agachó y abrió una de las mochilas. Sacó una batería y un par de pinzas.

  —¿Recuerdas esto, Conway? Claro que lo recuerdas. Nos lo vamos a pasar muy bien. —El chico del pasamontañas estalló en una carcajada que heló la sangre de Jack—. Por quién empezamos, ¿por el calvo? ¿O por el castaño?

  Gustabo y Horacio se miraron, estaban acongojados, y sus frentes comenzaron a sudar. El enmascarado se acercó a Gustabo con la batería en la mano. La dejó a su lado y se arrodilló frente a él.

  —Descálzate.