Capitulo 21

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(Layla)

( este capítulo está escrito desde el punto de vista de Layla)

Me comencé a mover hacia el oeste. Orientándome por la posición de uno de los soles.

Me movía con sigilo, evitando pisar ramas, o mover hojas que pudieran delatar mi posición a los pequeños animales que había por el bosque, y que estos pudieran avisar a los guardias de la entrada.

Me sentía indefensa, ya que iba desarmada, si alguien salía de los arbustos, no podría defenderme, si me atacaban de frente, solo tendría una oportunidad de vencerle; por ello debía hacerme con una espada.

Los guardias de Laitmeng suelen ir armados con armas de fuego, como pistolas. Las espadas se encuentran en el almacen, al lado de la plataforma de despegue.
Lo que significa que primero tendría que ir al almacen, pero no había tiempo, tenía que ver a Jack, ya cogería una a la vuelta.

A medida que avanzaba, veía más cerca el palacio, mi antiguo palacio.
Me imaginaba más cerca de Jack.
A medida que avanzaba, se me iban viniendo a la cabeza muchos recuerdos que pasamos juntos.
Como cuando, en uno de nuestros encuentros, tras la Guerra de los Mundos; trajo 80 guardias, y cada uno con tres ramos de rosas. O cuando organizó un picnic en el bosque de Toerm. O cuando me pidió matrimonio.
¿Qué iba a hacer yo, si no volvía a verle nunca más, si todos los planes que habíamos organizado no se hacían realidad?

Dejé el bosque atrás. Y me tiré al suelo, me arrastré entre los pastos hasta la entrada del castillo de Laitmeng.

La puerta estaba vigilada por tres guardias.

Me acerqué a uno de los guardias que vigilaban la puerta, y le hice una llave que me enseñó Jack, para dejar a alguien inconsciente.

El segundo guardia me miró con incledulidad, y yo aproveché ese momento para hacerlo caer al suelo y quitarle el arma. Este también se quedó en el suelo.

El tercero me apuntó con el arma, pero reaccioné rápido, y se la quité y le apunté.
En ese momento me di cuenta en lo que realmente me había convertido: Un ser despreciale que pensaba disparar a la gente. ¿Y si tenía familia e hijos?¿ Que harían al saber que su padre o marido había muerto de una forma tan tonta, que le habían disparado a la entrada del palacio, y además la "princesa traidora"?

Pude ver el miedo en su mirada, así que, bajé el arma, y le dejé inconsciente.

Comprobé la munición del arma. Estaba con todas las balas. Aunque la cogí, más que nada, para que supieran que iba armada, y que se lo pensaran un segundo antes de disparar. Pero no iba a disparar.

Me fui desplazando poco a poco por las paredes del castillo, muy pegada a la pared, para que los vigilantes no pudieran verme y avisar al resto.

Abrí una puerta secreta que se accionaba pulsando un ladrillo.
Supongo que esa entrada solo la conocemos yo, mi padre y el comandante, pero no creo que ellos sepan que conozco tantos secretos del palacio, o del Reino de Laitmeng.

La puerta daba a un pasadizo, que terminaba en la sala del trono.

La sala del trono era una sala con dos asientos, de tapicería de terciopelo rojo, con la corona del rey sobre un almuadón, que se encontraba entre los dos tronos. Solo había una corona, la otra la habían quitado, por orden de rey.
Detrás de los asientos, se encontraban una especie de cortinas de terciopelo, donde me escondía de pequeña, cuando jugaba con mi padre al escondite.

No logré retener un suspiro

En la sala del trono, se encontraban unos diez guadias, que protegían la corona. Una bella corona de oro, enjoyada con numerosos diamantes.
En la parte izquierda de la sala había un pasaje que daba a un pequeño pasillo, por el que se llegaba a los calabozos, algo en mi Corazón me decía que él tenia que estar allí, si no,¿Dónde podría estar?

Los Cuatro Elementos: La Guerra UniversalWhere stories live. Discover now