Capitulo 2

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El comandante y layla comenzaron a hablar:

- oiga comandante, ¿Que pasó en la guerra de los mundos? - dijo Layla para sacar un tema del que hablar, para que el viaje no fuera incómodo.

El comandante suspiró y comenzó a contar la historia:

Hace siglos, nació una hermosa mujer en el templo de los elementos, era un templo muy antiguo, que permanecía en el lugar exacto donde se juntaban todos los poderes.
Esta mujer, de nombre Shara, tenía los ojos azules como el agua, la piel blanca como la nieve, y el pelo marron oscuro, del color de la tierra, tenía una mecha de color grisaceo.
Era capaz de controlar los cuatro poderes.
A medida que crecía, su belleza aumentaba,y esto hizo que fuera deseada por los cuatro reyes; y provocó la guerra.
Fue una guerra muy dura, llena de muertos, y de múltiples heridos , de llantos, y de familias desoladas, de pobreza, y de dolor. El dolor de decir adiós para siempre, que repetían los soldados, y el dolor de los hijos y mujeres con lágrimas en los ojos.
Shara veía la desolación y el dolor por todas partes, no pudo soportar la culpa y decidió sacrificarse, fue al templo, y allí se sumergió en el agua del pozo de hiek, y no volvió a salir; y, sino lo hubiera hecho, los reinos se habrían convertido en enormes cantidades de ceniza, vagando por el espacio, y esparciendo sueños que nunca se podrían haber cumplido.
Cuando la mujer se arrojó al pozo se produjo la división de los reinos, en planetas.
Se dice que Shara, antes de morir, tuvo dos descendientes, capaces de provocar una guerra, o de traer la paz.
Los sabios del templo de los elementos siguen esperando a que aparezcan.- el comandante hizo una pausa para aclararse la garganta, como si él no pensara que fueran a aparecer.

Layla dejó de hablar del tema, ya que parecía que no le agradaba hablar de aquello.

-¿Cuánto nos queda para llegar? -dijo layla.

-no mucho-dijo el comandante mientras se levantaba de la butaca de piel roja que se encontraba en el lado izquierdo de la sala, en frente de la mesa de cafe, y al lado de Layla.

No lo parecía, pero íban a 1 500 000 km/h, ya que tenían que llegar al planeta de fuego, Toerm.

Mantuvieron una velocidad constante, viajando por el espacio, acercándose cada vez más a su destino.

La nave aterrizó suavemente.

Layla se levantó de golpe:

-¿Ya hemos llegado, no?- dijo Layla con una sonrisa en la cara.

El comandante asintió, y rápidamente, Layla se dirigió a la diminuta ventana que se encontraba en la habitación. Admiró un paisaje de roca, con flores rojas y naranjas por todas partes, y, a lo lejos, un enorme volcán del que siempre salía humo grisáceo, y algunas cenizas.

El corazón de Layla comenzó a acelerarse, porque, aparte de ver el paisaje, pudo ver a su amor.
Un chico de pelo marrón claro, con ojos claros ,también, e iba vestido de colores rojos.
En su chaqueta roja llevaba una medalla de príncipe, como la de Layla.

Layla salió corriendo a la puerta principal, y la abrió.

Atravesó un terreno rocoso pisando algún pequeño tallo.

Veía a su amor cada vez más cerca, y corría a por él.

Se echó a los brazos de su amado, esto hizo que se le cayera el ramo de flores rojas que había preparado para Layla.
Sus corazones latían a tal velocidad que se podían oir.
Layla no pudo reprimir una desesperada lágrima, que comenzó a caer por su piel suave. La alegría de volver a verle la hizo sonreir.
Se miraron a los ojos, y se unieron en un beso, un beso lleno de amor y cariño; se juntaron como dos almas que se encuentran en un mar de olvido, formando un vínculo especial, único, Mágico.
Al separarse volvieron a mirarse a los ojos, y su amado le cogió la mano y la apretó tan fuerte que nada la dejaría escapar.

-¿Me podría decir quién es usted?- Dijo él de manera sarcástica y sonriendo.

Layla se volvió a acercar a sus labios y se besaron de nuevo entre sonrisas.

El comandante vino y se aclaró la garganta interrumpiéndolos.

Layla y Jack, su amado, miraron al comandante.

Jack hizo una seña con el brazo diciendo "gracias por traerla", después, Jack y Layla corrieron hacia el interior de un pequeño bosque, situado al lado de la nave.

Iban paseando agarrados de la mano. Estaban enamorados, muy enamorados; tanto, que eran capaces de volar por el espacio, solo para poder mirarse a los ojos.

Se veían una vez al mes, sobre el día dos.

Y lo hacían de esta forma: el comandante recogía a Layla, y la llevaba al planeta del fuego, donde se encontraba con jack, y tras cuatro horas regresaba.

Debido a la batalla de los mundos, no podían estar juntos, pero inventaron este metódo para poder verse.

-Me acuerdo de la primera vez que te vi.-dijo jack mirando a los ojos a Layla

-llevabas un vestido verde precioso, con pequeñas incrustaciones de oro en el lateral, en forma de flor. El pelo, lo llevabas recogido y precioso, con una peineta.
Tus ojos brillaban como pequeñas estrellas caídas del cielo, hermosas y centelleantes.
Y tu sonrisa, iluminaba toda la habitación, y sobre todo, hizo que yo me enamorara de ti.
Y cuando me miraste y sonreiste, sentí que moría e iba al cielo; donde me aguardaba un ángel, tú-dijo jack mientras recordaba el día de la paz-.

El día de la paz era un día en el que se celebraba lo que consiguió Shara al sacrificarse por todos y asistían los reyes, príncipes y príncesas de los cuatro reinos.

Layla le besó, y juntos, pudieron ver la caída del día. Pero en Toerm, no continuaba saliendo la luna, sino que salía otro sol.

Pasaron las cuatro horas y tocó la parte más dura de todas: la despedida.

***
GRACIAS POR LEER

ESTE ES EL SEGUNDO CAPÍTULO

ME ENCANTÓ ESCRIBIR LA PARTE EN LA QUE SE ENCUENTRAN JACK Y LAYLA

Los Cuatro Elementos: La Guerra UniversalWhere stories live. Discover now