Capítulo 2: El Tren y la Llegada al Capitolio

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En ese momento fui consciente de que, al momento de que me enfrentara a los 23 tributos seleccionados sería posiblemente una de las primeras en morir. Me sentía muy abrumada, asustada, perdida. Estaba completamente segura de que me dirigía hacia mi muerte, y solo me quedaba la esperanza de que no fuera muy dolorosa. Y tenía fundamentos para pensar de esa manera. No solo me basaba en las estadísticas de éxito de tributos de mi distrito, que no tenían tazas muy altas, sino que también en la sensación de no tener idea de cómo sobrevivir. Tenía alguna que otra idea de como utilizar cuchillos y algunos conocimientos acerca de plantas comestibles o venenosas. Reconocía la utilidad de ambas "habilidades", pero en la inconsciencia y el miedo del momento solo podía pensar en que eso no era suficiente. No podía parar de llorar, era débil y ahora me sentía más débil. Una chica como yo con suerte sobrevive a los entrenamientos. No solo por mi personalidad y mi descuidada o inexistente habilidad física sino que también estaba a las puertas de la desnutrición. Sabía que cualquier persona mínimamente coherente tendría miedo de ser elegido para ir a los juegos, pero no podía dejar que el miedo fuera tan fuerte que me quitara las mínimas posibilidades de sobrevivir.

Un sonido me sacó de mis perdidos pensamientos. Vi entre el marco negro y húmedo que creaban mis pestañas como la puerta de esta habitación que se habría bruscamente por un Agente de la Paz, dando paso a que por ella entrara mi familia completa, acompañados por Christa. De pronto me vi invadida y rodeada por los brazos, todos me sostenían porque no podía hacerlo yo misma. Sentí como las lágrimas caían con mayor intensidad, perdí el control, si es que alguna vez lo había tenido. No quería dejarlos, no quería morir, no quería tener solo diez minutos para estar por última vez con la gente que me ha apoyado toda mi maldita vida. Mi respiración era entrecortada y las palabras no salían aunque yo abriera la boca. Kyle se separó de mi y los demás lo acompañaron, tomó uno de mis brazos y me acompañó a sentarme en uno de los amplios sillones verdes de la habitación. Él y John se sentaron a mis costados mientras que los demás se pusieron en cuclillas enfrente de mi, a pesar de haber especio disponible nadie se quería separar de mi lado. Kyle mantuvo un brazo sobre mis hombros acariciando mi brazo derecho mientras yo pude apreciar que por sus mejillas corrían algunas lágrimas. El único que no se había derrumbado era mi padre, trataba de mantenerse fuerte aunque no podía ignorar sus ojos cristalizados.

-Hija, sabes que todos te queremos y que todos te apoyamos. Confía en ti, tienes oportunidad de ganar, tu eres muy inteligente y sabrás qué hacer- mi madre me reconfortó inclinándose hacia adelante para abrazarme, ella sabía como animarme y decirme palabras lindas incluso en los momentos más difíciles. Aunque en este momento no pudiera creer en sus palabras.

-Vuelve a casa hermana- esas palabras de John sirvieron para que me derrumbara por enésima vez, era algo que tenía que cumplir, por mi y por ellos, pero no tenía idea de como lograrlo. -Prométeme que lo harás- pidió el pequeño rubio, no pude evitar abrazarlo con todas mis fuerzas, ese pequeño niño era una luz en mi vida y habían 23 posibilidades de que ya no lo volviera a ver.

-Prometo que lo intentaré- comenté secando mis lágrimas tratando de tranquilizarme, en este momento no podía ser débil, tendría que cambiar y volverme una mujer fuerte, si quería volver con mi familia.

-Puedes lograrlo, hija, confío en ti, jamás nos defraudaste, ahora tampoco- ahora fue mi padre el que habló, hasta ahora se había mantenido callado y con una expresión de tristeza enorme. Sentí la enorme presión y el peso sobre los hombros, no solo estaba mi vida en juego, sino que también las emociones y la entereza de mi familia.

La única que se mantenía en silencio aún era Christa, solo lloraba a mares. Ella y yo éramos muy parecidas, muy sensibles y algo calladas, supongo que fue una de las cosas que nos unió en primer lugar, la necesidad de encontrar a alguien que te comprende por completo, que te acompañe y que te de lo que necesitas cuando lo necesitas. La timidez, el miedo y el silencio es algo que siempre nos costó mucho a las dos, siempre fuimos nuestras únicas amigas, siempre nos fuimos fieles y leales, nos conocíamos de verdad. Es más, esperaba que en el futuro formara parte de mi familia oficialmente, ya que hace tiempo sabía que estaba enamorada de Kyle. Hasta ahora no había querido tocar el tema ya que es muy tímida en ese ámbito y no quería incomodarla, pero que ella fuera mi cuñada sería algo que me encantaría.

ʟᴏᴠᴇ ɪɴ ᴛʜᴇ ʜᴜɴɢᴇʀ ɢᴀᴍᴇꜱ ~ ᴄᴀᴛᴏ ʜᴀᴅʟᴇʏ & ᴍᴀʀᴄɪᴀ ᴘʀᴏʜᴀᴄᴇ {EN EDICIÓN}Where stories live. Discover now